Algunos comentan que el famoso Metro de Santiago se parece cada vez más al de Nueva York. No solo porque ahora se permite el ingreso de músicos a las estaciones, sino porque entre los chilenos se cuelan ahora también afrodescendientes, además de peruanos, ecuatorianos, colombianos y bolivianos, algo a lo que la ciudadanía local no estaba acostumbrada. A pesar de que Chile tiene la ley de migración más antigua de la región —data de 1975— el país prácticamente no recibía inmigrantes, por lo que durante muchos años los chilenos solo estaban acostumbrados a convivir con sus pares. Pero esta escena, como la del Metro, está cambiando de manera profunda. Cada vez son más frecuentes los extranjeros trabajando en diversos oficios. Así, ahora es común que un alto porcentaje de las gasolineras sean atendidas por inmigrantes haitianos, que los meseros o meseras sean colombianas, que los peruanos se dediquen a abrir restaurantes en todos los barrios, que los dominicanos trabajen en peluquerías; los ecuatorianos, en la venta de artesanía y que los bolivianos trabajen en el sector agrícola. El Chile de hoy se está transformando en un país mucho más diverso, pero también parte importante de los 411 mil inmigrantes que viven en el país y que representan al 2,3% de la población nacional, debe convivir con tratos discriminatorios, insultos, prejuicios y la distancia del chileno promedio poco acostumbrado a tratar con extranjeros. ¿Cifras? A comienzos del siglo XX los extranjeros representaban el 4% de la población. Pero este porcentaje bajó considerablemente tras el golpe de Pinochet en 1973, pasando a apenas un 0,7% en 1982. Ese año, los inmigrantes alcanzaban solo 83 mil. Pero el regreso de la democracia en 1990 y el auge económico de los años noventa y los 2000 hizo que el nivel se elevara nuevamente a las cifras actuales. Ya para 2002, llegaban a 200 mil. Según la oficina de Migración del Departamento de Extranjería, los permisos de residencia definitiva pasaron de 11.900 en 2005, a 36 mil en 2014. Una modificación que se concretó el año pasado a la ley de extranjería permite un nuevo tipo de visa “por motivos laborales”. Esto significa que los extranjeros que tengan una visa laboral pueden obtener su visa de residencia solo con un contrato de trabajo de por medio, sin la necesidad de un pasaje de regreso a su país de origen. Además, se les permite cambiar de empleador sin tener que dar aviso a las autoridades locales. En cuanto al origen de los extranjeros en Chile, Perú sigue liderando las cifras y es por lejos la principal colonia, con 130 mil peruanos, que representan el 31,7% del total de extranjeros. En otras palabras, uno de cada tres inmigrantes en Chile es peruano, seguido por los argentinos (16,3%). En tercer lugar figuran los bolivianos (8,8%), más atrás colombianos (6,1%) y ecuatorianos, que representan al 4,7%. En el caso de los ciudadanos ecuatorianos, el porcentaje se ha mantenido estable en la última década: en 2005 eran el 5,1% del total de extranjeros; en 2010, el 5%; y ahora, el 4,7%. (I)