La nave Se encuentra a 400 kilómetros del suelo
Una sucursal de la humanidad que flota permanentemente en el espacio exterior
Sin distinción de nacionalidades, credos, posiciones políticas ni costumbres, el ser humano es capaz de dejar de lado las diferencias personales y trabajar en pro del desarrollo de la ciencia en beneficio de la humanidad. Esta que parece una utopía en tierra se hace realidad a 400 kilómetros del suelo, en la Estación Espacial Internacional.
Es una nave que orbita la Tierra cada 90 minutos y cuyo fin es realizar varios experimentos en situación de microgravedad. Llegar a hacerla realidad no fue fácil. Fue preciso sortear muchos obstáculos políticos, económicos, tecnológicos y logísticos. Su historia nace a mediados de la década del 80. Para entonces la NASA ya tenía la idea de tener una estación permanente con presencia humana en el espacio. A la propuesta se habían unido las agencias canadiense, japonesa y la europea. Sin embargo, el costoso diseño y la inmanejable administración hicieron que pronto el proyecto se suspendiera. En 1993 el gobierno de Clinton relanza la idea y la bautiza como Estación Alfa que posteriormente fue llamada Estación Espacial Internacional. Para entonces la Guerra Fría había terminado y Rusia es invitada a participar. Así, rusos y norteamericanos dejan de competir en el espacio y juntan esfuerzos para optimizar resultados.
Aunque la idea generó entusiasmo, los fondos escaseaban y los problemas técnicos abundaban, aún así en el año 2000 el módulo estuvo a punto para recibir a los primeros huéspedes humanos.
Hoy la estación es operada por 15 países del mundo, incluidos Brasil, Sudáfrica, Malasia y Corea del Sur. Y no solo son estatales las instituciones involucradas sino también hay compañías privadas operando naves de abastecimiento. En septiembre pasado la NASA firmó un convenio con las compañías privadas Boeing y Space X para que se encarguen del transporte de astronautas desde y hacia la estación. Esto permitiría abaratar costos y que las agencias espaciales se enfoquen en la experimentación.
El año pasado el gobierno de Barack Obama confirmó la financiación de la operación estadounidense en la Estación Espacial hasta -al menos- el año 2024, porque se considera que su labor será decisiva para el viaje tripulado a Marte que la NASA prevé para 2030. Sin embargo, el lado ruso tiene -hasta el momento- presupuesto confirmado solo hasta 2020. (continúa)