El ejercicio es parte importante en todas las etapas del ser humano, pero sobre todo en la niñez, porque permite mejorar el desarrollo y fortalecimiento de los huesos y los músculos, su agilidad y sus reflejos. Los ejercicios más recomendados para ellos son los básicos: atletismo, ciclismo, natación, artes marciales y otras que desarrollan las cualidades motoras. La gimnasia olímpica y el ballet también son aconsejables hasta los 12 años porque al estirar los músculos se logra que no pierdan su flexibilidad y su elasticidad. El ejercicio debe ser inculcado como juego, para que los niños no sientan que es una obligación. Deben probar varios deportes para que al llegar a la adolescencia reconozcan que actividad es la que más gusta y aprendan la técnica. Un viejo mito dice que hay deportes como el básquetbol que ayudan a que los chicos crezcan. Pero es al revés: lo juegan esencialmente los chicos que ya son altos por naturaleza. No existe un deporte que haga crecer más o menos a un niño. Cualquier ejercicio ayuda a la producción de la hormona del crecimiento por lo tanto a crecer. Para los adolescentes, en cambio, se recomienda casi cualquier actividad, sobre todo aquellas que impliquen resistencia y trabajo en equipo: fútbol, básquet, voley, y algunas individuales como natación, tenis, ciclismo y patinaje. En la edad adulta los horarios dificultan los deportes en equipo, por ello se recomiendan ejercicios que no exijan demasiado esfuerzo y se puedan realizar con constancia: caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta.Para el adulto mayor se recomiendan ejercicios de bajo impacto: caminar, trotar, algo de bicicleta, nadar, bailar y levantar pequeños pesos.