Londres, Reino Unido.-

Karl Marx describió a la revista The Economist como “el órgano europeo de la aristocracia financiera” en su libro El 18 Brumario de Luis Bonaparte, publicado en 1852. El medio fue fundado en 1843 por James Wilson, un fabricante escocés de sombreros que quería defender la causa del libre mercado frente a las leyes del maíz, unas medidas agrícolas para beneficiar a los pequeños productores de la época. Publicada todos los viernes, tiene una difusión de más de 1,6 millones de ejemplares, la mayoría fuera del Reino Unido, en particular en Estados Unidos, donde se vende la mitad.

Si bien varios han sido los desafíos para la prensa escrita, como la incursión de internet, las redes sociales y la falta de publicidad, parecería que The Economist se mantiene al margen. Para muestra están sus ingresos de $ 93 millones en el año fiscal, que terminó para ellos el 31 de marzo. Según el reporte anual, esto implica ganancias por $ 500 millones. La revista cubre la actualidad política y económica de los continentes con artículos, nunca firmados, que se ajustan a la línea editorial del liberalismo clásico.

Desde la venta del periódico Financial Times (FT) al grupo nipón Nikkei por $ 1,3 billones, los analistas estuvieron pendientes si The Economist sería el siguiente ‘producto’ que el grupo Pearson vendería. Así fue, la familia británica negoció el 50% de acciones que tenía a un grupo de compradores por nada menos que $ 780 millones.

Del total, el grupo Exor es el mayor socio, y canceló $ 446 millones. Es decir, la revista pasará a manos italianas.

Este conglomerado le pertenece a la familia italiana Agnelli, el mayor capitalista de la marca Fiat-Chrysler y dueños también del periódico de Turín La Stampa y el de RomaCorriere della Sera. Además, los Agnelli ya tenían el 5% de acciones del medio. “Al incrementar nuestra inversión en The Economist reafirmamos nuestro papel como uno de los accionistas que mayor apoyo brindan al grupo, junto a las familias Cadbuty, Layton, Rothschild y Schroder, además de otros inversores individuales y estables”, dijo John Elkan, director ejecutivo de Exor y miembro del clan Agnelli.

El grupo The Economist es propietario de la revista semanal económica, fundada en 1843, y también de The Economist Intelligence Unit, un gabinete de análisis, y otras filiales como CQ Roll Call (informaciones sobre el Congreso estadounidense) o TVC (agencia de marketing digital).

¿Por qué el cambio de dueños? El analista Ian Whittaker, consultado por el New York Times, indicó que iba a ser difícil para la familia Pearson controlar la revista una vez que se desligó del Financial Times (FT). Para otros especialistas, la venta de The Economist demuestra que los medios siguen controlados por grandes conglomerados, con lazos comerciales en la banca y el comercio, y que en los últimos años los canales y la prensa solo han cambiado de manos.

Según los Pearson, la transacción no afectaría a la calidad editorial de la revista, pues seguirá supervisada por responsables independientes. Solo ellos pueden nombrar al redactor jefe y destituirlo, lo que garantiza cierta libertad en la redacción respecto a los accionistas. Los empleados del medio podrán comprar acciones libres para participar del negocio.  

Con esta cesión, la empresa británica prosigue con su estrategia de concentrarse en la edición de contenidos educativos y en las inversiones de otros bienes.

El grupo Pearson aún tiene el 74% de acciones de la editorial  Penguin Random House, creada en 2012, y la siguiente venta podría ser esta firma. (I)