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El Telégrafo
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“Sé de un talibán en una organización americana”

“Sé de un talibán en una organización americana”
16 de octubre de 2011 - 00:00

De entre los volúmenes de la vastísima biblioteca familiar  recuerda, sobre todo, el impacto de los de Chéjov y el de un enorme libro de Historia Nacional escrito en dari -persa afgano- antiguo.  “Era interesante ver cómo a mí me costaba mucho entenderlo, pero a mi madre no... Creo que eso marcó mi relación con la lengua. Leyendo, me entrenaba... Y era algo que no tenía que ver con la escuela... Mis notas eran bajísimas”... Su familia, de etnia hazara, había tenido que refugiarse a finales de los setenta en Irán, debido al permanente hostigamiento que dicha minoría ha sufrido a lo largo de la historia afgana.

Kamran Mir Hazar empezó, entonces, dado el influjo familiar, a escribir poesía y teatro, hasta ganarse un nombre... Hoy es muy duro con lo que ocurre en la literatura de su país (de la cual por estos lares no tenemos, obviamente, ni idea): “No pagaría un afgani por esa literatura que recicla de manera previsible formas de la poesía persa clásica”.

Pero más allá de su trabajo literario, es conocido a nivel internacional, sobre todo como periodista y activista de derechos humanos. Ha trabajado en radio y prensa escrita, siendo su aporte más relevante la creación, hace siete años, del sitio web Kabul press, el más leído de Afganistán, que comenzó como una célula de “guerrilla informativa”... Había mucho que decir en un país en conflicto...

¿De qué manera comenzó su trabajo periodístico en Internet?

En los países del tercer mundo el escritor se ve forzado a ser periodista. Eso te pone en una circunstancia compleja, sobre todo en Medio Oriente... Mi carrera cambió cuando creé un espacio abierto en la web para hablar de la realidad nacional de un país en guerra... Esto, que suena sencillo, representó toda una odisea... La idea era  que se expresaran incluso muchos de aquellos quienes tuvieron que dejar la nación... Hoy, estoy realmente cansado.

Quisiera enfocarme solo en mi escritura literaria... Pero no puedo, porque los espacios son muy escasos. En el mío (Kabul press) trabajan cinco mil contribuyentes con sus opiniones...

El sitio nació en 2004 -cuando aún vivía en Irán- a pesar de las dificultades. No tenía plata para el registro; tuve que aprender diseño de web, ¡no tenía ni siquiera computadora!... Pero debía hacerlo... el Internet es el único sitio en Afganistán en que puedes evadir la censura; y eso que han tratado de bloquear mucha información... Iba de computadora en computadora; subía una foto aquí, un texto allá... Hasta que todo fue organizándose: soy un diseñador web profesional ahora, y he registrado la compañía en Noruega...

Ha tenido, sin embargo, alguna relación con el poder gubernamental, así como varios encontrones...

Durante las elecciones parlamentarias y presidenciales en Afganistán, el presidente Karzai -a quien considero “fraudulento”- y la oposición trataron de comprarme Kabul press, pero no acepté. Comencé a publicar los casos de corrupción de la élite política afgana, perpetrados por los ministros, y propuse otro acercamiento a los hechos... Por ejemplo, cuando murió Mohammed Zahir Shah, quien fue rey de Afganistán durante cuarenta años, todos los medios se refirieron a él como “su alteza, el gran Mohammed Zahir... blablablá”. En mi titular puse lo que era, y lo que todo el mundo sabía que era: un dictador, a quien no pudimos traer de su exilio para juzgarlo por sus crímenes sistemáticos.

El presidente Hamid Karzai invitó alguna vez a un grupo de escritores al palacio presidencial... Cosa rara, estuve entre los invitados.... Eso fue interesante, quería ver qué estaba pasando allí... Apenas pude, me puse a hablar de la necesidad de una comisión de la verdad. Porque déjame decirte que alrededor de él trabajaba una verdadera “colección” de criminales, conectada a los talibanes (a pesar de que Karzai está allí, supuestamente, para defender intereses norteamericanos, antitalibanes, pero la cosa es más compleja de lo que parece).

Hemos sido muy críticos. El único medio que publica diariamente caricatura política es Kabul press. Me han atacado varias veces cuando he estado tomando fotos. He sido en más de una ocasión retenido por el servicio de seguridad del palacio presidencial... recibí amenazas de muerte... Muchas veces me han dicho: “No es momento para que un hazara, que es la minoría étnica a la que pertenezco, critique lo que está pasando...”.

Vamos por partes; antes de referirse a su activismo por los derechos de los hazaras,  quisiera su visión acerca del “problema talibán”, a nivel nacional, y cómo los norteamericanos han tratado, a su criterio, de resolverlo...

Hamid Karzai cada vez se esfuerza menos en esconder sus relaciones con los talibanes; les ha tendido la mano. Sin embargo, son varios los analistas políticos y los activistas que han dicho, con claridad, que con los talibanes no hay que hablar, sino que debemos reducirlos a la justicia. ¡Por favor!, conozco a un talibán trabajando en una organización americana, además de que, como ya he dicho, estoy al tanto de los colaboradores cercanos de Karzai que mantienen sostenidas relaciones con ellos, pensando que se puede negociar. Es una dinámica hipócrita: los americanos dicen, por un lado, estar luchando contra los talibanes, pero  por otro, apoyan a un gobierno que mantiene estrecha comunicación con ellos.

Es un gran juego lo que ocurre en Afganistán... Pero antes de criticar a los Estados Unidos creo que debemos criticar al Reino Unido. Y aquí ya podemos empezar a hablar de los problemas de las minorías y, específicamente, de los hazaras... Fueron las armas británicas las que mataron a la mitad de la población hazara a finales de 1800. El sistemático abuso, el desplazamiento forzoso, el genocidio, todo se hizo con el soporte británico, y hay que recordar que ellos siguen allí, hasta hoy. Son “críticos” en el discurso, pero les gusta mantener a los grupos fundamentalistas como potenciales interlocutores políticos, quién sabe por qué, aunque no quieran reconocerlo...

Ha habido un hostigamiento directo de los talibanes al pueblo hazara, ¿no?

Eso responde a una suerte de estúpido nacionalismo, evidentemente deformado... Los detractores de los hazaras dicen que no hemos vivido en el país desde siempre, que somos mongoles y llegamos con las tropas de Gengis Kan; lo cual, desde luego, no es cierto.

Cada año se registran ataques de pashtunes nómadas que queman las casas de los hazaras. He publicado videos y fotos en donde se ve que llevan la bandera talibán. Iniciamos una campaña en Facebook con la siguiente pregunta: “Si el asunto es luchar contra los talibanes, ¿por qué no luchan contra estos grupos?”... ¿Sabes lo que me contestaron?: “Ese es un asunto interno de ustedes”. Solo recuerda que Bush decía: “Llevaremos la democracia a Afganistán”, mientras a su lado estaban los criminales afganos...

El futuro del país estará determinado por  la predisposición de romper paulatinamente un tabú: la “partición” del país. Hay que pensar en las posibilidades de que las etnias se separen geopolíticamente. No estoy diciendo necesariamente, como hazara, que debemos asumir un discurso y menos una acción separatista; simplemente he comenzado la discusión en Kabul press... Mi idea ha sido generar un espacio para el acceso de todas las opiniones...

El exilio sigue siendo una opción forzosa para los intelectuales de Medio Oriente... Hace poco, la psicoanalista francesa de origen sirio Rafah Nached fue detenida por agentes de seguridad en el aeropuerto de Damasco, cuando intentaba volver a Europa... Usted también está afuera...

El exilio no es algo nuevo para mí. Como ya te dije, nací en Afganistán, pero desde niño viví en Irán, donde se exilió mi familia dada su condición de hazara... Regresé en 2004, aunque ellos permanecen en Irán... Como ya te comenté, cuando comencé con el periodismo me detuvieron más de una vez, y estuve en una celda de 2 por 2... La presión de los organismos de derechos humanos forzó mi liberación, y varias personas me sugirieron dejar el país. Me fui a India, pero el Gobierno afgano pidió mi deportación, así que partí hacia Noruega, con mi esposa y mi hija...  Allí vivo actualmente...

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