Unas cortas palabras plasmadas en el artículo 1 de la Constitución de 2008 marcan una ruptura con 516 años de historia: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico”.

Dos palabras radicalizan esa ruptura, pues hablar de interculturalidad y de plurinacionalidad echa abajo la idea de aquel Estado monocultural que comenzó a forjarse con la llegada española a América y que tomó forma con el nacimiento de la república en 1830. En este Estado se constituyó un entorno en el que se intentó agrupar a todos y todas, a veces por la fuerza, dentro de una sola visión cultural, excluyendo y explotando a quienes no coincidían por su condición económica, étnica, cultural o social.

Sin embargo, este texto constitucional no es el punto de llegada de esos 516 años que culminaron en 2008, sino que representan más bien una ruptura y el punto de inicio de un proceso que llevará mucho tiempo y al que se ve abocado Ecuador: la construcción del Estado Plurinacional e Intercultural. En ese transitar, la elaboración de la Agenda Nacional para la Igualdad de Nacionalidades y Pueblos (Aninp) constituye un paso clave.

El país atraviesa por un momento de inflexión respecto a un proyecto de dominación que ciertos sectores de la sociedad impulsaron directa o indirectamente a costa de la pobreza, la desigualdad y la discriminación de la mayoría de la población, particularmente de los pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios.

Según el Censo de 2010, estos constituyen el 21,9% de la población: el 7,4% se autoidentifica como montubio, el 7,3% como indígena y el 7,2% como afroecuatoriano.

En las últimas décadas y tras un proceso de visibilización y autoorganización política de los pueblos y nacionalidades, se consiguió que la propia Constitución, en su artículo 10, afirme y garantice el cumplimiento de derechos como un proceso progresivo para la igualdad y no discriminación, y para la transformación económica, política, social y cultural del país.

En este contexto, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), el Consejo de Desarrollo del Pueblo Montubio de la Costa Ecuatoriana y Zonas Subtropicales de la Región Litoral (Codepmoc) y el Consejo Nacional de Desarrollo de Nacionalidades y Pueblos (Codenpe) elaboraron la Agenda Nacional para la Igualdad de Nacionalidades y Pueblos 2013-2017 (Aninp).

Las políticas, lineamientos y contenidos del documento fueron elaborados en reuniones técnicas y talleres con expertos. También se realizaron procesos de participación ciudadana, sobre todo con líderes y dirigentes de comunidades, pueblos y nacionalidades del país, para la construcción colectiva de la Aninp.

La Agenda es una herramienta de planificación participativa, cuyo objetivo es la inclusión y transversalización de las temáticas de igualdad de derechos de nacionalidades y pueblos en las políticas públicas sectoriales (ministerios) y de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD), para disminuir las brechas de desigualdad y formas de exclusión y discriminación racial, económica, cultural y social.

No en vano, de los 12 objetivos del Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, en diez objetivos, 65 políticas y 146 lineamientos se hace referencia a los derechos de nacionalidades y pueblos, los mismos que se vinculan con las políticas y lineamientos de igualdad contenidos en la Aninp.

Con la Agenda y su ejecución a través del Ejecutivo, se constituye una instancia de construcción democrática del reconocimiento a la diversidad étnica y la plurinacionalidad del Estado ecuatoriano, condición necesaria para la práctica de una democracia intercultural.