La economía popular y solidaria (EPS) desafía al capitalismo neoliberal en América Latina, principalmente en los países del área andina donde se ejecuta el sistema y que se ha convertido en un tema político, económico y cultural importante en el escenario actual de las naciones. “Yo desafío a quien quiera demostrar lo contrario”, afirmó Paúl Singer, secretario Nacional de Economía Social del Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil, quien sostuvo que el único propósito que tiene “futuro, pies, cabeza y práctica”, es dicha organización, al tiempo de señalar al capitalismo como “el padrastro” de la EPS.

Singer, junto a José Luis Coraggio, Director de la Maestría en Economía Social del Instituto del Conurbano-UGS de Argentina, participó en el Seminario Internacional sobre el Rol de la Economía Popular y Solidaria y su aporte en el Sistema Económico Social y Solidario, que organizó el Gobierno ecuatoriano la semana anterior en Quito.

Coraggio advirtió que la medida en que esa solidaridad no se desarrolla, la capacidad de la
economía popular de resolver necesidades, se obstaculiza’.El experto brasileño responsabilizó al capitalismo y al neoliberalismo como los causantes de “las tragedias sociales, sufrimiento, empobrecimiento e infelicidad” de una gran parte de la humanidad, que eliminó al mismo tiempo una gran parte de la intervención económica del Estado. No por ello dejó de destacar el papel que debe jugar el Estado en el contexto económico, político y social de los países, principalmente en la economía popular y solidaria, como una organización que necesita su asistencia y dirección.

Manifestó que la esencia del capitalismo es la especulación, la misma que desencadena en crisis sin solución, como las registradas el siglo anterior y la de 2008 que aún persiste, y cuya única defensa de las naciones se encuentra en la aplicación de medidas anticíclicas, que exigen un gasto público creciente.

En la era actual de las revoluciones democráticas, Singer destacó que la EPS surge en los países como producto de la crisis, “sin dueño ni profeta único”, con características heterogéneas en cada municipio, provincia y país, pero sobre todo, destacó el lado democrático que debe caracterizar la norma.

Explicó que los emprendimientos, cooperativas u organizaciones no se rigen por jerarquías, sino que toman decisiones colectivas con base en discusiones entre sus miembros o integrantes.

Asimismo, dijo que la EPS se caracteriza por la diversidad. Ahí, hombres, mujeres, jóvenes y viejos que conforman el sistema tienen la posibilidad de usar su inteligencia, imaginación y la experiencia vivida para presentar novedades.

Para Singer, la imaginación es más importante que el conocimiento. Es por eso que el gobierno de Ignacio Lula da Silva impulsó la economía popular’.Dijo que hay que tener presente que la consolidación, crecimiento, desarrollo y complejización de la EPS implican no solo trabajar sobre las cooperativas, asociaciones y comunidades ya existentes, sino propiciar la asociación, la cooperación y formas no destructivas de competencia entre los actores para superar la brecha entre políticas “sociales” y “económicas”. Pero esto no puede decidirse en una mesa de debate de élites profesionales, sino que requiere –enfatizó–de la activa participación de los actores populares, en particular, de los colectivos que tienen propuestas culturales y societales alternativas.

Para Singer, la imaginación es más importante que el conocimiento. Es por eso que el gobierno del presidente Ignacio Lula da Silva dio impulso a la economía popular y solidaria con la creación de la mencionada Secretaría y bajo el slogan “Hambre cero” 2003-2008.

El programa dio paso a una batalla política y económica en Brasil. Pese a ello, los cursos que empezó realizando la Secretaría para capacitar a las personas involucradas en el proceso, se multiplicaron por parte de las otras entidades del Estado y al momento existen acuerdos de cooperación con 22 ministerios.

Así, el especialista indicó que la política se inspira en la sociedad civil, como la principal protagonista de la EPS.

De ese modo, Brasil ha logrado un empleo pleno desde 2008, con un Producto Interno Bruto (PIB) que crece en menos del 1% anual, sin haberse sumido en la depresión económica.

Según el experto, la economía carioca no se expande por la clase capitalista que “no tiene confianza en el futuro y no quiere invertir”. “La manera de mantener la economía creciendo sería por la distribución de ingresos y políticas sociales, porque si hay una expansión únicamente por la demanda, se desencadena la inflación”, añadió.

Se refirió a la solidaridad como un derecho que los Estados deben garantizar, “un Estado que redistribuye recursos a través de la educación, la salud, los bonos de desarrollo humano, desde los más ricos a los más pobres”. En eso “hay avances inmensos en Ecuador, que está a la cabeza de muchos procesos de este tipo”.

PAÚL SINGER

En breve
Nacido en Viena, Austria, se radicó en Brasil en 1940 y hoy desempeña las funciones de Secretario Nacional de Economía Solidaria del Ministerio del Trabajo y Empleo. Tiene un Doctorado en Sociología, hizo estudios de Demografía en Princeton, Estados Unidos.La redistribución

Coraggio afirmó que la redistribución no realimenta, necesariamente, la economía popular por los efectos secundarios que tiene.

Se refirió a miles de unidades domésticas que deciden en su estrategia incluir la emigración para vender la fuerza de trabajo a empresas que se encuentran en otros países y pagan más. Esas decisiones dan lugar a remesas que son, en muchos de los países de América Latina, el principal rubro de entrada de divisas, como Ecuador que tiene una economía dolarizada y esa inyección le beneficia, precisó.

En ese sentido, dijo que la macroeconomía de los países funcionaría muy distinta si no tendría los ingresos provenientes del capital solidario, “que están perdidos en los registros económicos”.

Coraggio cree que una de las maneras de ser solidario, agruparse, organizarse con otros, sea en el barrio o bajo un modelo de organización, es porque existe el interés de las personas en mejorar las condiciones de vida y participar con ventaja en la economía.

Advirtió que la medida en que esa solidaridad no se desarrolla, la capacidad de la economía popular para resolver necesidades, se obstaculiza. Entre tanto, hizo notar que el éxito de la estructura se encuentra en la participación de una red global de comercio justo, antes que en el uso de otras tecnologías o el acceso a créditos.

Por lo tanto, el sistema económico social y solidario apunta a toda una sociedad y esto implica la corresponsabilidad con las otras personas que no forman parte del sistema. Es así que el experto aseguró que el Estado impone aquí la redistribución de los ingresos, como parte de una solidaridad estructural, que “en la medida que hay conciencia y un proyecto compartido, se extiende a todos los niveles”.

También sostuvo que hay quienes piensan que la economía solidaria se puede construir desde la base y la sociedad, pero aseguró que sin la intervención del Estado, eso es prácticamente imposible. En ese marco, hizo un llamado a que el Estado, la sociedad y las comunidades “se encuentren periódicamente” para gestionar las políticas y avanzar en la organización y desarrollo de la EPS.

Además, agregó que se requiere que los representantes del esquema sean realmente democráticos y tengan un proyecto popular y solidario. En consecuencia, añadió que el Plan del Buen Vivir se relaciona con las condiciones de vida de todos, la cultura que van a tener y no necesariamente apunta al crecimiento económico de un país.

“La economía popular y su lado solidario son fundamentales cuantitativa y cualitativamente porque reproduce la vida y no solo sirve para ganar; juega un papel importante en la medida en que la gente se organiza con una visión de conjunto y es reconocida por el Estado”, aseguró el experto, quien destacó que de ese punto de vista “tenemos mucho que aprender de Ecuador”.

JOSÉ LUIS CORAGGIO

En breve
Es un Economista argentino formado en
la Universidad de Buenos Aires (UBA)
y Magíster Artium en Ciencia Regional
en el Wharton Business School de la
Universidad de Pensilvania.
Efectivamente, el Instituto de Economía Popular y Solidaria de Ecuador, destacó que este esquema, históricamente invisibilizado como fuerza productiva y reproductiva, constituye un piso socioeconómico que aporta de forma sustancial al sistema económico.Su papel fundamental se destaca en la generación de empleo e ingresos, en la producción de alimentos, en la contribución de la soberanía alimentaria, en sus iniciativas de producción de bienes y servicios para la industria del turismo, así como en la producción de vivienda urbana y rural, y en sus iniciativas de producción de bienes para la industria manufacturera nacional.

Al mismo tiempo influye en el sistema de ahorro y crédito, que ha sido una alternativa de servicios para aquellas áreas que fueron relegadas de este sector privado y que pueden extender y orientar el crédito hacia la producción.

La EPS genera el 60% del total del empleo a escala nacional y el 55% del empleo en el área urbana, según los datos oficiales. El 71% de este empleo se concentra en el sector de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura; el 14%, en el sector de la manufactura; el 9%, en vivienda y el 6%, en turismo. De igual manera, las unidades que se ubican en esta organización proveen el 65% de alimentos de consumo básico.

Precisamente en la Constitución Ecuatoriana se asume una definición sustantiva de economía. Singer la resume como el sistema de instituciones, valores, normas y prácticas que organizan los procesos de producción, distribución, circulación y consumo dentro de una malla de relaciones de cooperación de los trabajos humanos entre sí y con la naturaleza, y cuyo sentido es la reproducción y desarrollo de la vida. Es decir, la generación de las condiciones materiales para el sustento o la subsistencia de todos, y la reproducción intergeneracional ampliada de la vida.

Para el expositor brasileño, se trata del Sumak Kawsay como la forma que asume esa reproducción ampliada de la vida en la Constitución ecuatoriana. Esto implica –señala– orientar el sistema económico de manera que permita lograr cuatro equilibrios: de los seres humanos consigo mismos; entre los seres humanos; de los seres humanos con la naturaleza; y entre las comunidades de seres humanos.

Para hacer efectivos estos equilibrios, Singer considera que se requiere una adecuada institucionalización de lo económico.

El artículo 383 de la Constitución establece que el sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como sujeto y fin; y propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la naturaleza.

Entre los objetivos está garantizar la produccióny reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el Buen Vivir. De hecho, el sistema económico se integrará por las formas de organización económica pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución determine.