Algunas razones que justifican el cambio de la matriz productiva son que el Ecuador se tornó más dependiente de las importaciones, que sus exportaciones han perdido participación en las exportaciones mundiales y que la intensidad tecnológica de sus exportaciones es baja.

Entre 1990 y 2006, el peso de las importaciones en la oferta agregada real de la economía aumentó de 15,4% a 22,6%, llegando a un máximo de 25,1% en 2010, tendencia que se revirtió levemente en los últimos dos años al pasar a 23,8% en 2012, nivel cercano al del año 2007 (23,5%).

Esta mayor dependencia de las importaciones implicó una menor producción interna relativa y menores encadenamientos productivos (gráfico 1).

En términos reales, el peso de las exportaciones ecuatorianas en las exportaciones mundiales de bienes y servicios pasó de 0,128% en 1993 a 0,103% en 2006 y a 0,089% en 2012.

Por otra parte, en términos reales, el peso de las exportaciones ecuatorianas en las exportaciones mundiales de bienes y servicios pasó de 0,128% en 1993 a 0,103% en 2006 y a 0,089% en 2012, con unos breves lapsos en que aumentó y que coinciden con los primeros años post apertura comercial (1993-1995), la entrada en operación del oleoducto de crudos pesados (2003-2004) y las crisis externas de finales de la década del noventa y de 2009 (gráfico 2).

Finalmente, siguiendo la clasificación de intensidad tecnológica de las exportaciones, realizada por Sanjaya Lall en el año 2000, las exportaciones de mediana y alta tecnología representan apenas el 4,5% de las exportaciones totales de bienes del país, mientras que las exportaciones de productos primarios el 66,1%, las manufacturas basadas en recursos naturales el 26,4% y las manufacturas de baja tecnología el 3,0%.

Los países del Asia en desarrollo (Filipinas, Hong-Kong, Indonesia, Malasia, Corea del Sur, Singapur y Tailandia) en los últimos 30 años aumentaron la participación de las exportaciones tecnológicas en sus exportaciones totales e incrementaron su participación en el comercio mundial, mientras que América Latina, al igual que Ecuador, tuvo un magro desempeño en ese mismo periodo.

En América del Sur el peso de las exportaciones de mediana y alta tecnología en el total de exportaciones es de 18,4% y en el Asia en desarrollo es de 64,3%.

Los países que han innovado y se han especializado en bienes y servicios de alta tecnología y conocimiento han mejorado sostenidamente su productividad y las condiciones de empleo y vida para su sociedad.

En Ecuador hay 3.255 cooperativas, de las cuales, 945 son de ahorro y crédito, y 2.310 pertenecen al sector no financiero.

Para lograr estos resultados, en estas experiencias de desarrollo, en mayor o menor medida, y con distintos instrumentos de política industrial, el Estado ha jugado un rol importante.

Este es el caso, por ejemplo, de Corea del Sur y Taiwán, que promovieron parques científicos y tecnológicos y una mayor inversión en investigación y desarrollo. 

En Corea del Sur el gasto total (público y privado) en investigación y desarrollo es de 3% del PIB. Por ende, el cambio de la matriz productiva demanda el retorno de la política industrial, la complementariedad del Estado y el sector privado, y una mayor intensidad tecnológica en la estructura productiva y las exportaciones.