Publicidad

Ecuador, 06 de Junio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Comparte

Un mapa es un susurro de la historia

-

El gran río Marañón, o Amazonas, tal como lo retrató Samuel Fritz.

En el centro de la exposición, reposa un cuaderno abierto. El canciller Guillaume Long tomó una pluma y escribió en él: «¡Sin memoria no hay identidad, y sin identidad no hay futuro con soberanía y autoestima para los pueblos!». En este mensaje se puede resumir el espíritu de lo que fue la primera muestra organizada en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana por historiadores, restauradores, curadores y técnicos del Archivo Histórico y del área de la Mapoteca, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Archivos, el pasado 9 de junio.

María Elena Porras, directora del proyecto de recuperación del patrimonio cultural de esta cartera de Estado, planteó una muestra, que a manera de recorrido, revisara los principales hitos de la cartografía histórica de este repositorio documental. Ninguno de estos mapas, tratados, entre otros documentos, había sido expuesto con anterioridad. Se prevé, además, que en unos meses más, la Mapoteca histórica remodelada se ponga a disposición del público en general, así como para investigadores y estudiantes de áreas sociales.

Entre las piezas más valiosas que allí se atesoran se encuentran: el mapa de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla que describía el perfil meridional de América y el del Río Amazonas del Padre Samuel Fritz, cuyo trabajo delineó la desembocadura del gran río y sus afluentes.

La muestra tuvo cinco estaciones ordenadas de forma cronológica a partir del siglo XVII. Allí estuvieron expuestos facsímiles del famoso mapa del río Marañón del sacerdote jesuita Samuel Fritz; mapas de La Condamine y Juan Magnin; los protocolos y tratados con Colombia y Perú de 1916 y 1942, respectivamente y el Acuerdo de Brasilia de 1988; la Declaración de Santiago de 1952 en cuanto a soberanía marítima; el documento de adhesión a la Convemar y una maqueta de la plataforma submarina. Finalmente se hizo una breve referencia al patrimonio mueble de orden neoclásico de la Cancillería.

Esta muestra fue apenas un abrebocas de lo que alista el proyecto de recuperación del patrimonio cultural de la Cancillería. Estuvo apenas dos días montada, sin embargo, la calidad y la importancia de las piezas, instalaron el deseo de conocer más sobre la historia que estas bellas cartas y tratados encierran.

Samuel Fritz, retratista del Marañón

La gesta del padre jesuita Samuel Fritz no solo fue trazar el mapa más preciso sobre el gran río Amazonas con sus centenares de afluentes, sino que fue uno de los primeros en retratar la silueta de lo que un siglo después llamaríamos Ecuador, Colombia, Perú, Brasil y Venezuela. Además tuvo la sagacidad de anotarlo todo en un diario, que permitió reconstruir sus hazañas con infinidad de detalles.

Fritz nació en Bohemia (actual República Checa). Pronto cumplió su deseo de partir hacia América en misión evangelizadora. Fue y volvió de la Amazonía, para revisar el estado de las misiones y sobre todo reportar el peligroso avance de los portugueses, que hacían comercio mientras esclavizaban a los indígenas omaguas y yurimaguas. En el trayecto, Fritz preparaba las cartillas, a partir de la observación astronómica y redactaba su bitácora.

Según el diario de Samuel Fritz, editado por Hernán Rodríguez Castelo (1997), a partir de la publicación del explorador Marco Jiménez de la Espada, el monje llegó por primera vez a Quito en 1701. Retornó en 1707, tras un nuevo periplo evangelizador en las riberas de los ríos Napo y Archidona. Ese año se puso en contacto con el grabador Juan de Narváez, quien prácticamente fundó la historia quiteña del grabado con su trabajo. El grabador puso todo el empeño en la tarea, pues le habían dicho que ese mapa iba a pasar a conocimiento de la corona española. La intensidad del trazo en el Marañón, alimentado por cientos de caudales, quería dejar sentada la exuberancia de las tierras en las que ya estaban instaladas misiones, junto a las novísimas ciudades de Quito, Bogotá, Guayaquil y Cuenca.

El grabado, una vez listo, fue trasladado a Cartagena-Colombia, para, desde ahí zarpar en galeón hacia España, sin embargo, la embarcación fue hundida por la marina inglesa, por lo que el mapa terminó como parte del botín en el palacio de un Lord inglés. Se desconoce cómo el grabado fue trasladado posteriormente, a España. Rodríguez Castelo señala que una copia del mapa impreso se encuentra en París, una segunda copia, en la Academia de Historia de la Península Ibérica, y la última permanece en Quito hasta la actualidad.

Una versión previa, pero manuscrita de este mapa —que data de 1690—, fue dibujada en Lima, durante una prolongada estancia de Fritz en la capital peruana. Al parecer, esta versión también terminó en París, por obra del sabio francés La Condamine, quien lo habría utilizado de base para sus propios trabajos.

El talento y rigor científico de Fritz es tal, que se puede decir que se trata del primer mapa científicamente trazado por su absoluta precisión hidrográfica.

Henry Godard

Catedrático y Director del Instituto Francés de Estudios Andinos

«La cartografía es un instrumento de poder»

Los mapas trasladan una mirada del poder sobre los territorios, ¿es posible pensar una cartografía que exprese el punto de vista de los países del sur?

Por supuesto, pero esa mirada no puede estar ajena al poder. La cartografía nació como una herramienta de guerra. Por intermedio de mapas, los imperios buscaban soldados para la guerra y los ejércitos ajustaban sus estrategias de infantería. Es gracias a ella que los reyes pudieron definir la carga tributaría de sus súbditos.

¿El GPS y otras tecnologías democratizaron ese poder?

No. Las tecnologías son complementarias. Por ejemplo gracias a las imágenes satelitales se está trabajando en la reconstrucción de la infraestructura física afectada por el terremoto del 16 de abril; sin embargo, los mapas impresos nos permiten trabajar en cualquier escala.

¿Por qué es importante que una Cancillería tenga una mapoteca?

Porque este es el espacio, el Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre todo con todos los problemas de límites que hubo en América, es lógico que haya división de mapas, pues aquí está el conocimiento del territorio. Las cosas han cambiado mucho en el continente, apenas subsisten algunos conflictos, pero es importante recordar la historia territorial, entre Ecuador y Perú, por ejemplo. Esa información es vital para un joven de 15 o 16 años, que, probablemente, desconoce que hubo guerras entre ambos países. Sin ese antecedente no comprenderá la importancia de que ambos países tracen en conjunto un mapa de sus fronteras.

¿Cómo se imagina la Mapoteca una vez remodelada?

Me gustaría ver muchos mapas expuestos con leyendas claras y comentarios que actualicen la información y a muchos visitantes e investigadores. Es importante que esta mapoteca tenga influencia en los círculos de conocimiento. Por ejemplo para Hábitat III, estamos preparando una exposición para mostrar la ciudad hace ochenta años y cómo ha evolucionado.

Noticias relacionadas

Publicidad Externa

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Social media