El premio de Una mujer fantástica como mejor película de habla no inglesa en la ceremonia del Óscar el pasado domingo confirma el buen momento del cine chileno que, en los últimos años, se ha destacado en las competiciones a escala regional (fue el país más ganador, por ejemplo, en los premios Fénix del cine latinoamericano). Sebastián Lelio logró concretar el primer Óscar para su país, un premio del que quedó muy cerca en 2013 otro cineasta chileno de peso, Pablo Larraín (productor de Una mujer fantástica), cuando compitió con su película No, sobre la campaña a favor del No en el plebiscito de 1990, en el que Augusto Pinochet buscaba perpetuar su dictadura. Las dos veces que una película chilena ha estado nominada al Óscar han sido por historias en las que sus protagonistas intentaban abrirse camino contra la dura presión del statu quo. Una mujer fantástica muestra las desventuras de Marina, una joven camarera y aspirante a cantante luego de la muerte repentina de su pareja, Orlando, un hombre veinte años mayor con el que planea un futuro. Desde entonces, Marina debe enfrentarse al rechazo de la sociedad: la policía sospecha de ella, y los hijos de Orlando, que la consideran una aberración por ser una mujer trans, le impiden asistir al velorio y la quieren echar de la casa en la que vivía. En el discurso de aceptación del premio, Lelio hizo un par de agradecimientos, pero se detuvo especialmente en Daniela Vega, la actriz transexual que interpreta el papel de Marina, y se refirió a ella como «la inspiración para esta película». Vega, quien se dedicaba a la peluquería y a la organización de eventos antes de empezar el proyecto de Una mujer fantástica, se convirtió el domingo en la primera mujer transexual en ser presentadora del Óscar. Ella fue la encargada de anunciar al ganador del premio a mejor banda sonora, que en este caso fue para la película Call Me by Your Name (Llámame por tu nombre). No parece coincidencia: tal como Lelio había recibido la estatuilla de manos de una consagrada actriz latinoamericana como Rita Moreno, Vega estuvo encargada de entregarle el premio a los creadores de la banda sonora de una película que celebra la diversidad del amor. Al día siguiente de que Una mujer fantástica ganara el Óscar, Daniela compartió en su cuenta de Instagram un mensaje en el que le dedicaba «este momento al amor y a las mujeres del mundo, a todas». Vega, que estuvo nominada por el papel de Marina al Oso de Plata en la Berlinale de 2017, es, según el diario español El Mundo, una de la trans más influyentes ante el público, al lado de mujeres como Laverne Cox, conocida por su papel de Sophia Burset en Orange is the New Black, o Carla Antonelli, la primera trans diputada a la Asamblea de Madrid. Daniela Vega es otra de esas mujeres que impulsan al mundo a ser más inclusivo, y además, hacerlo le divierte: «Me causa placer perturbar a los conservadores», le dijo al periódico inglés The Guardian. CP