Las telenovelas colombianas nos llevan la delantera en una forma espectacular que da francamente miedo. Sus productoras y canales producen teleseries en seguidilla. Y para colmo, de excelente calidad. Le siguen los pasos a las brasileras. Hay distancia aún, pro créanme que no mucha. Acá seguimos haciendo “los compadritos “ ( …).

Colombia y Ecuador empezaron juntos más o menos en el tema de producir teleseries. En ocasiones nos adelantábamos incluso. Ya en el cerro hacían telenovelas en la década de los 60, con un joven Alfonso Espinoza de los Monteros haciendo de galán. Y en el hoy RTS, que en realidad se llamaba Telecuatro, y eran otros  los propietarios del canal, se hacían telenovelas muy bien estructuradas, incluso con locaciones en exteriores.  Toda esta información la obtengo gracias al insigne historiador y primer gran camarógrafo del país don Vicente Bowen… Quien por cierto hace poco editó un libro con respecto a la historia de la Tv criolla, una historia llena de altibajos con míticas frases como aquello que “la Tv ecuatoriana era la mejor de Sudamérica “. ( ...) .

A lo que íbamos : Pero... en qué momento Colombia arranca con fuerza y nos deja atrás de la jugada. ¿? Al parecer fue con ‘Escalona’ y ‘Gallito Ramírez’, dos teleseries musicales que juntaban a figuras tales como Carlos Vives y Margarita Rosa de Francisco, todo esto a finales de los ‘80, pero que en Ecuador se exhibieron a inicios de los 90.  Nosotros (nuestra Tv) no hacíamos nada en el rublo de producción dramática. Perdón, si hacíamos y era notable: Paco Cuesta lideraba un escuadrón de talentos que grabaron un par de mini telenovelas, en donde el corazón y las ganas superaban a la técnica. Gran labor que forma parte de la historia de la Tv ecuatoriana de los ‘80.  Ya en el ‘95 y aún dubitativos en producción gigante, igualamos en esfuerzos, mientras Colombia hacía ‘Café con aroma de mujer’, un clásico amoroso y de hacienda aún no superado, nosotros (nuestra Tv quiero decir)  en el cerro producíamos -y bastante bien- historias como ‘A la Costa’, ‘Los Sangurimas’, ‘La baronesa’, y muchas más producciones de primer nivel, for export. En Guayaquil Enrique Arosemena produce con éxito María Soledad (1996), una larga y bien lograda telenovela que nada tendría que envidiarle a las producciones venezolanas. Marcelo del Pozo llega a las grandes ligas telenoveleras con ‘Isabela’, una producción gigante muy bien lograda.

Pero luego de eso… la nada. Y en cambio Colombia le daba duro con sus telenovelas que ya empiezan a inundar el mercado latino, con historias de todo tipo: ‘Aguas mansas’. ‘Momposina’ , ‘Las Juanas’… uff¡… se fueron de largo. Y la Tv de acá no pasaba de la Feria de la Alegría y A todo dar… La distancia se hizo insuperable.

Colombia se gradúa como gran productor  y exportador de telenovelas con ‘Betty La Fea’ y acá entramos a un letargo en producción que es levemente interrumpido por telenovelas no muy largas, localistas y de excesivo corte comercial como ‘Yo vendo unos ojos negros’, luego la nada.

Es la hora de producir , de crear, no nos conformemos con el gastado recurso de transmitir chismes mal intencionados solo por dañar a otros, o la también gastada Tv mañanera que de malos chistes y realitys apurados no pasa. Tenemos los talentos para hacer dramatizados, si antes pudimos, con mayor razón ahora. Creamos en nosotros. Que los productores sean ecuatorianos, que conozcan a nuestra gente. Que renovemos personal, que profesionalicemos a quienes ya están. Si Colombia pudo, ¡nosotros también!