El rating es un látigo de presión, ¡ja! y de represión según el caso. No cuestiono los argumentos que se tejen para elevarlos, o mantenerlos. “¡Estamos liderando!”, gritan eufóricas algunas animadoras en la noche, a veces lo cierto es que quien lidera es una novela carioca cuya actriz no tiene en el libreto esa frase. Además su historia es pregrabada. Por eso, contrario a lo que ciertos columnistas escribieron cuestionando a los programas televisivos que mencionaron con afán el tema de la trágica muerte de la joven modelo, la ‘China’ Ruiz (olvidando que sus diarios publicaron en portada completa la tragedia), más bien les enumero y califico (permítanmelo) los homenajes que le brindaron, todos merecidos, todos hechos indudablemente con amor, solidaridad y compañerismo.

La ‘China’ Ruiz, Denisse era su nombre, no es para nada una estrella magnificada, como una columnista escribió por allí, ni tampoco una recién llegada a la TV. Ya en 2008 era una de las hermanitas de Flor María Palomeque en la exitosa telenovela El Cholito, fue la finalista de “Reto de Valientes”, y sin duda, una de las 3 figuras femeninas más recordadas de Combate, reality que en su época alcanzó increíbles nivelas de audiencia. 

¿Desconocida? ¿Sobredimensionada? Si bien es cierto, el programa que a diario copratogonizaba en Gama no es un gran éxito de audiencia, ella estaba en la palestra, ella era sin duda el atractivo principal, y parece que el gancho comercial de ese espacio.

¿Desconocida? Su muerte tan prematura, como dolorosa, desnudó además la real fortaleza de los programas realitys, donde desconocidos pero carismáticos guerreros juveniles luchan cada noche no por unos miles de dólares, sino por permanecer en la retina del gran público que los encumbra cual divos, cual reinas, cual ídolos.

Por eso la desaparición de la chinita Ruiz cayó como malhadado balde de agua fría que inmoviliza, que genera tendencias en Twitter, que paraliza a miles. ¿Exagerado? Todos los programas que hablaron de las penosas circunstancias cuatriplicaron sus niveles de audiencia, rating disparado. Los productores debieron correr para recuperar imágenes, videos, fotos, circunstancias. Que más de uno sin conocerla se declaró amigo, que más de uno fue al funeral para ser captado por las cámaras, es parte de la TV criolla.

Sin duda, el programa nocturno que realizó una producción novedosa, sentimental, amorosa, fue Combate, de RTS. Y que además eran quienes en verdad la conocían.  Muchos meses compartiendo a diario, muchas anécdotas e historias vividas. Un escenario blanco e impecable. Doménica Saporitti que contrario a otras, sigue luciendo real, tan conmovida como sincera. En su justa medida. Que la TV no perdona aspavientos (ojo con esos compañeros de Gamatv que en el programa de la noche estuvieron vocalizando pésimo y golpeando con su voz las delicadas diademas micrófonos con sus sollozos). Doménica dio una cátedra de verticalidad y prudencia más allá del dolor. Porque así es la TV. Combate mostró también a los amigos de la ‘China’ Ruiz. Todos reales, todos honestos con el dolor.

No fueron lacrimógenos con la tragedia más fueron humanos con el dolor. Un punto de oro para un programa cuyos productores sabían muy bien que la delgada línea entre el sentimental homenaje, y el dolor telenovelesco era fácil de cruzar, y cual jenga compuesta de dolor y amor lograron armar la torre y ganar más adeptos. Así es la TV.  No se puede decir lo mismo del programa nocturno de Gama, no se puede ser actor y luego coanimador.

Léxico, destreza, dominio escénico, son cosas que cuentan, aunque hagamos que no nos importa El especial funeral televisivo que pretendieron hacer ha sido eterno.

Empero y más allá de quienes si supieron hacer producción de TV y quienes no, homenajes justos y necesarios, la ‘China’ Ruiz estará siempre en la mente de un público que ella logró atraer, aun sin el apoyo de la prensa rosa que siempre habla y escribe de los mismos.
Aún cuando ciertos columnistas creen que las manifestaciones de dolor fueron sobredimensionadas.