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El peor criminal en serie de china tuvo una muerte piadosa

Xinhai mató a 67 granjeros tras la ruptura con su novia

Xinhai mató a 67 granjeros tras la ruptura con su novia
21 de marzo de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

Yang Xinhai fue un asesino serial chino que confesó 65 crímenes y 23 violaciones, cometidos entre 1999 y 2003 empleando como armas el hacha, martillo y pala. El ‘Monstruo Asesino’ fue el más grande criminal en toda la historia de la República Popular de China.

Yang Xinhai nació el 29 de julio de 1968 en Zhumadian, provincia china de Henan. Su familia era una de las más pobres del pueblo y él fue el menor de cuatro hijos. Era un chico inteligente e introvertido y tenía lo necesario para terminar sus estudios, pero a los 17 años abandonó el colegio y su hogar, porque estaba cansado de las penurias que debía afrontar a causa de la pobreza de su familia.

Yang se dedicó a viajar y a subsistir como obrero ocasional, pero no permanecía mucho en sus empleos porque no era responsable y tenía por costumbre llevarse cosas que no eran suyas, lo que le trajo como consecuencia reprimendas de sus patrones y policías.

Posteriormente, empezó a robar en casas, como consecuencia de este delito, fue obligado a realizar trabajos forzados en el campo, entre 1988 y 1991. Lo que aumentó su resentimiento.

ASESINOS, CUANDO MATAR SE CONVIRTIÓ EN PLACER

Un asesino en serie es alguien que quita la vida a tres o más personas y cuya motivación se basa en la satisfacción psicológica que obtiene con el acto cometido.

Estos criminales responden a una serie de impulsos psicológicos, especialmente por ansias de poder y compulsión sexual.

Después de cumplir su castigo permaneció en relativa calma, no porque se hubiese reformado, sino por temor a ser sancionado otra vez, sin embargo; en 1996 sus bajos instintos lo dominaron e intentó violar a una niña en Zhumadian, delito por el cual volvió a ser encerrado. Después de 3 años recuperó la libertad por buen comportamiento.

Yang salió de prisión en 1999, cuando las autoridades creían que se había reformado, pero no era así, en realidad estaba peor que antes, tenía los bolsillos vacíos, rencor a flor de piel.

Pese a su condición, Yang consiguió una bicicleta y hasta entabló una relación amorosa con la mujer que después se convirtió en su novia, aunque lo dejó cuando se enteró de su pasado criminal, lo que fue el detonante para empezar con los crímenes.

El mismo año inició con los asesinatos y no se detuvo hasta 2003, dejando a su paso 67 muertes. Su modus operandi era el siguiente: iba de una provincia a otra en su bicicleta y por la noche entraba a los hogares de las víctimas, casi siempre granjeros o agricultores; una vez adentro empleaba un hacha, martillo o pala para golpearlas hasta matarlas. Algunas veces violaba a las mujeres y luego las liquidaba, finalmente robaba la ropa nueva, zapatos y dinero.

En uno de sus crímenes más despiadados, en 2002, Yang asesinó con una pala a un hombre y a su hijita de seis años. Después violó a la esposa (embarazada) del difunto, pero la dejó viva (gracias a lo cual testificaría contra él en el juicio).

El más horrendo de sus crímenes ocurrió el 6 de diciembre de 2002 en Liuzhuang. En una sola noche mató a cuatro personas de una misma familia. Las víctimas fueron el granjero Liu Zhangwei de 30 años, su madre, esposa e hija. El único sobreviviente del hogar fue el padre de Zhangwei, quien se salvó porque había dormido en otra casa.

El veterano encontró a su nieta muerta, con un hoyo en la cabeza y el rostro lleno de sangre. Los demás cuerpos también tenían las caras ensangrentadas, pero su esposa, una de las víctimas, agonizaba y murió 10 días después en el hospital.

“Habíamos planeado movernos a la nueva casa el 9 de diciembre. ¿Quién iba a imaginar que ellos sufrirían aquella tragedia apenas tres días antes?”, mencionó el anciano luego de la tragedia.

Yang usó un martillo y después lo enterró en una tumba cercana. Sus ropas ensangrentadas las arrojó a un río. Luego consiguió otro martillo, pues nunca usaba el mismo. Su comportamiento obligó a muchos comerciantes a cerrar sus negocios antes del anochecer, por temor.

Arresto, juicio y ejecución

Yang Xinhai fue detenido el 3 de noviembre de 2003, por comportarse de manera sospechosa durante un operativo policial en un centro de diversión nocturna en Cangzhou, Hebei. Los agentes le impusieron detención preventiva y durante el interrogatorio descubrieron que era el individuo al que se buscaba en varias provincias por los asesinatos.

Cuando la prensa se enteró, empezó a hablarse del ‘Monstruo Asesino’. Apareció en las portadas de todos los diarios más importantes de China.

Yang Xinhai solo tenía el deseo de matar y no pensaba si la gente merecía morir.

Yang había confesado 65 asesinatos y 23 violaciones, además de múltiples ataques: 49 de los crímenes y 17 de los abusos sexuales los cometió en Henan, por lo que fue también conocido como ‘El Monstruo de Henan’; mientras, 8 muertes y 3 ultrajes los efectuó en Hebei; 2 asesinatos y 2 ataques sexuales en Anhui; y, otros 2 homicidios y un abuso sexual en Shandong. En varias escenas de crimen, los forenses encontraron rastros de ADN.

El juicio de Yang inició el 1 de febrero de 2004. En la audiencia, el acusado reveló sus motivaciones para cometer los crímenes, por eso se ganó el desprecio de la sociedad y de su familia, ya que solo el abogado defensor lo acompañó.

Al final, lo hallaron culpable de 67 asesinatos y 23 violaciones, por lo que la corte de la ciudad de Luohe (provincia de Henan), en la que fue juzgado, le impuso pena capital.

El 14 de febrero de 2004, Yang murió de un tiro en la nuca, una muerte misericordiosamente rápida, si se tiene en cuenta la agonía que sus víctimas sufrieron cuando él les rompía la carne y los huesos con martillos de hierro.

Motivos según los expertos

Analistas sugirieron que el aumento de la delincuencia en China es producto de los rápidos cambios en el sistema socioeconómico, que pese a seguir siendo en teoría socialista ha adoptado cierta apertura al libre mercado, en virtud de la cual se han incrementado las diferencias sociales entre ricos y pobres.

Fue detenido por comportarse de manera sospechosa en un centro de diversión nocturna.

A lo que se sumaría que el Gobierno de China permitió mayor libertad de movimiento a los ciudadanos, a fin de incrementar el flujo de la mano de obra requerido para la modernización de la industria.

Según entendidos, Yang Xinhai deviene de la perfecta encarnación del crimen propulsado por ambos factores, ya que desde su infancia acumuló resentimiento social, principalmente a causa de su pobreza.

También, figura como un depredador que, gracias a la mayor libertad de circulación, podía ir de un lado a otro escapando después de dar rienda suelta a su impulso criminal. La Policía lo describía como “un vagabundo perturbado y de carácter introvertido, que disfrutaba matando”.

Con respecto a los ataques en contra de las mujeres, coincidieron en que estos provenían del rencor a su novia por el abandono. “Yo solo tenía el deseo de matar y no pensaba si la gente merecía morir. Nada de eso era de mi incumbencia… Nunca deseé ser parte de la sociedad. La sociedad no me importa”; o también: “Matar a la gente es muy normal, nada especial”, dijo durante su audiencia de juzgamiento.

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