Tras 2 años del incendio, no se determinan responsabilidades

Luego de que el Tribunal Décimo de Garantías Penales de Guayas ratificó el estado de inocencia de los 7 procesados por el incendio en el edificio Las Cámaras, una de las afectadas, Paola Flores Millán, siente indignación por haber esperado 2 años para que la justicia determine responsabilidades, sin resultados.

Paola saltó del 4 piso del inmueble el 2 de julio de 2012, cuando se produjo el siniestro al parecer por un cortocircuito, y pese a que salvó su vida debido a que se deslizó por una cuerda, perdió a su bebé porque tenía 8 meses de embarazo. También fallecieron 3 adultos y otros 15 resultaron heridos.

Además, por el golpe, Paola sufrió una grave fractura en la cadera y fue sometida a varias cirugías para colocarle tornillos y placas. Todavía no se recupera, incluso los médicos no descartan que en algún momento deba regresar al quirófano.

Por ello, la Fiscalía inició una investigación y posteriormente acusó de homicidio inintencional a 7 personas pertenecientes a 2 compañías de asistencia técnica externa que prestaban servicios (trabajos de cableado) en Las Cámaras, entre ellos, el gerente general y comercial, los  encargados del mantenimiento.

La fiscal Ana Ramos presentó pruebas documentales, testimoniales (sobrevivientes y agentes del orden) e informes periciales (experticias realizadas en las áreas contaminadas) para determinar la supuesta responsabilidad de quienes, a su criterio, no impidieron el hecho cuando tenían la obligación de hacerlo.

El representante legal de los afectados y de la Cámara de Industrias de Guayaquil, Marcelo Bodero, sostuvo durante el juicio que las personas que trabajaron en el ducto eléctrico y quienes les asignaron la tarea (contratista y subcontratista) son los responsables porque no tenían la capacidad para hacer tal trabajo. “Hubo heridos y muertos. Esto se debe en esencia a que una compañía subcontrató a otra para ahorrarse dinero”, manifestó.

Pero el defensor de los imputados, Ramiro García, afirmó que “el edificio era una bomba de tiempo”, pues, según ellos, demostraron que tenía sobrecarga eléctrica y carecía de una ruta de evacuación adecuada. “Se quiere endosar esta responsabilidad a una empresa que coincidencialmente hacía una instalación de cableado sin energía (cable a tierra)”.

Henry Kronfle, presidente de la Cámara de Industrias, cuestionó eso y aseveró que la compañía les prestó servicios por varios años, sin embargo no advirtió sobre la presunta anomalía con la electricidad. “¿Cómo un contratista certificado mete mano en un edificio cuando supuestamente está sobrecargado, es responsabilidad de ellos porque fue contratista del edificio por mucho tiempo?”.

Finalmente, el tribunal valoró las pruebas aportadas, pero con respecto a las presentadas por la parte acusadora señaló que no fueron claras para determinar las circunstancias del origen del cortocircuito y este desencadenó en el incendio. La fiscal Ramos anunció que apelarán la sentencia.

Ante esto Paola espera que tarde o temprano alguien se haga responsable por los daños físicos y psicológicos que sufren ella y los demás afectados. “No sé quiénes son los culpables, lo único que sé es que ese día no sonó ninguna alarma, no se abrieron las puertas con facilidad, si eso hubiera funcionado tal vez nada malo hubiera ocurrido”.