Lleva 33 años en la institución policial y su trabajo se ha enfocado en la prevención de la población vulnerable. Ahora su función estará centrada en la Dirección Nacional de la Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), donde elaborará las estrategias necesarias para erradicar la violencia de género e intrafamiliar en el país.

En los 6 meses del año fueron capacitadas 290.000 personas en violencia de género e intrafamiliar, consumo, uso, abuso de drogas, empleo de internet, y pornografía infantil. La general Ivonne Daza Anchundia se propone hasta fines de 2016 llegar a 600.000 capacitados. De estos y otros temas dialogó con diario EL TELÉGRAFO, la oficial.

¿Qué la motivó a seguir la carrera policial?

Siempre quise ser policía, pero cuando estaba a punto de graduarme del colegio no sabía qué hacer. Incluso pensaba viajar a Estados Unidos y entrar a una academia de Policía. Mi sueño era hacerlo en otro país porque en Ecuador no había esta carrera para nosotras. Justo en el año que me gradué, en 1983, se abrió la Escuela de Policía para mujeres y no lo pensé dos veces para ingresar.

Al inicio de su carrera ¿qué cambios tuvo que experimentar?

De mi vida civil a una vida disciplinada, organizada e intensa, porque prepararse para policía conlleva una formación exigente, donde se cumplen horarios extensos desde las 05:00 hasta las 22:00. Hacíamos guardia y teníamos muchas actividades en los campos físico e intelectual.  

¿Cómo fue su vida de cadete?

La formación era fuerte y dura, por el encierro, la disciplina y los horarios. Ya no era Ivonne Daza sino la cadete 63, porque así nos identificábamos. Para mí fue un shock el estar interna los tres primeros meses, ya que ingresamos en octubre y salimos en diciembre a las fiestas de Quito. Fue muy agradable salir otra vez a ver a mi familia.
 
Usted es una de las dos primeras generales de Policía, ¿cómo se siente?

Muy orgullosa de haber alcanzado este grado y de representar a las mujeres de mi institución y de mi patria. Para mí son importantes mis compañeras. Siempre nos hemos apoyado, así como crecido personal y profesionalmente. Hemos logrado posicionarnos en la institución y conformamos un equipo de trabajo. Es una satisfacción representarlas.

¿Qué opinión le merece el ingreso de las mujeres a las unidades especiales?

Me parece bien, porque no todas las mujeres contamos con las mismas habilidades. Hay quienes son aptas para tareas investigativas y otras para estas unidades especiales, donde se necesitan emprendedoras y perspicaces porque esos servicios demandan un sacrificio mayor y una preparación fuerte. En el GOE están 4 de 6 chicas y en el GIR quedan 3 de 15 mujeres, ojalá logren terminar, porque es muy importante que haya féminas en estas unidades.

¿Cuál es la gestión que emprendió al frente de la Dinapen?

Desde 1998, que estuve en esta institución como jefe del Servicio de Intervención, teníamos un equipo de capacitadores que instruía en las escuelas, colegios y otras instituciones sobre los procedimientos policiales del Código de Menores de aquel entonces, y realizábamos servicio preventivo en temas de niñez. Posteriormente, la Dinapen se extendió a nivel nacional y, actualmente, la capacitación continúa de manera más intensa en temas de prevención.

¿Cuáles son los resultados de la capacitación en especial en establecimientos educativos?

Más de 290.000 personas se capacitaron en lo que va del año. La meta es duplicar esa cantidad, llegar a 600.000 personas. En escuelas y colegios hemos desarrollado una gran actividad en prevención de violencia intrafamiliar, violencia de género niñez y adolescencia; derechos y obligaciones; consumo, uso y abuso de drogas; empleo del internet; pornografía infantil, para que los chicos aprendan a cuidarse y ser más responsables.

¿Sus compañeros policías se capacitaron en violencia de género?

Sí, 47.000 policías se instruyeron en violencia de género, lo que dio resultados positivos, porque en una encuesta se determinó que ellos conocían el tema un 15% y en otra evaluación final se logró llegar a un conocimiento de 80%. Eso es muy bueno, porque muchos compañeros están al día sobre la violencia de género, las causas y los diferentes tipos. La capacitación se desarrolló con el aporte del Ministerio del Interior.

¿Los policías actúan según la ley en caso de maltrato familiar?

Ellos están preparados para amparar y brindar auxilio a las víctimas de violencia intrafamiliar, especialmente en delito flagrante, porque son instruidos en lo que disponen las leyes.

Por su experiencia en el trato de menores y la familia, ¿tiene un plan para recuperar los valores en el hogar?

Sí, trabajar por la niñez y adolescencia, tratando de profundizar en la prevención, porque ellos son vulnerables y están en constante riesgo de ser convertidos en víctimas por su misma inocencia y su falta de malicia. Ellos confían en la gente y alguno les puede hacer daño, por lo que es necesario desarrollar una actividad de prevención y seguir investigando los casos que nos deleguen las autoridades para tratar de resolverlos y que se identifique a los responsables de victimizar a los menores.

¿Cuáles son los casos recurrentes de delitos contra niños y adolescentes?  

El maltrato físico y psicológico, pero también existe un porcentaje considerable de abuso sexual. Además realizamos operativos de prevención en trabajo infantil, porque hay explotación de los padres. Este es un tema cultural, porque los progenitores se acostumbraron que sus hijos los ayuden a trabajar a pesar de los riesgos y los privan de actividades propias de su edad, como educarse y tener momentos de recreación. Por ello, hay que acentuar la prevención al capacitar a padres y estudiantes para que esa situación cultural cambie y así eliminar el maltrato infantil y el abuso sexual.

En este campo, ¿qué quisiera erradicar?

Se registran muchos casos de incesto, especialmente en el campo y en el sector indígena, donde las madres permiten que los padres estén con sus hijas, incluso que tengan hijos, esa parte es la que debemos cambiar. Queremos erradicar esta situación mediante la capacitación en las unidades educativas.

¿La Comandancia General de Policía sería su siguiente meta dentro de sus aspiraciones?

Considero que todos, hombres y mujeres, estamos en condiciones de llegar a ese cargo. No pienso que eso sea un obstáculo, pero serán las circunstancias las que definirán que una mujer llegue a la Comandancia General. Creo que sí es viable llegar a esa función, no  sé si sea yo, pero en caso de conseguirlo, ese sería el mayor logro para todas las mujeres policías.

¿Cómo comparte el tiempo entre sus hijos, su esposo y el trabajo?

A veces hay que ser malabarista, pero gracias a Dios nos hemos organizado. Mi esposo trabajó 15 años en el oleoducto y viajaba  frecuentemente; yo me quedaba con mis hijos, y llamaba a mi mamá para que me auxiliara y se quedara con ellos. A veces tenía que contratar empleadas. Esa es la parte más difícil de la profesión, pero nos hemos dividido las responsabilidades. En ningún momento descuidé a mis hijos, siempre estuve pendiente de ellos. He tenido el respaldo de mi esposo, mi madre, mis hijos, mis hermanas, mi hermano. Ellos me apoyan. (I)