Roberto Caldas: "La CorteIDH es la más pobre del mundo"
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ha dictado importantes fallos sobre graves violaciones ocurridas en las dictaduras a lo largo del continente, como tortura, secuestro, muerte, desaparición forzada, esclavitud, violación y violencia contra la mujer”, afirmó Roberto de Figueiredo Caldas, presidente de este organismo de justicia internacional.
Entre los delitos más recurrentes también se registran los problemas carcelarios, demandas contra policías, militares y paramilitares; además de la discriminación contra diversos grupos: LGBTI, indígenas y afrodescendientes, al igual que sobre libertad de expresión.
La CorteIDH no es un tribunal penal, sino un organismo internacional que juzga al Estado. Cuando hay un error en el campo judicial, esta entidad señala en dónde se registra esa equivocación, para rehacer el proceso mediante el sistema de investigar, procesar y pulir, manifestó Caldas, quien destacó que “más de 60 criminales fueron considerados culpables por sus propios países”.
Citó el caso ‘González y otras’ ocurrido en México referente a la desaparición y muerte de las jóvenes Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez. Sus cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero de Ciudad Juárez el 6 de noviembre de 2001.
La CorteIDH responsabilizó al Estado por la falta de medidas de protección a las víctimas, la falta de prevención de estos crímenes, pese al pleno conocimiento de la existencia de un patrón de violencia de género que había dejado centenares de mujeres y niñas asesinadas.
$ 2,7 millones de presupuesto
Caldas afirmó que la CorteIDH “es la más pobre del mundo”. “Es el tribunal internacional con menos presupuesto de todos, incluso que la joven Corte Africana de Derechos Humanos, que tiene un presupuesto de $ 9 millones anuales. Nosotros tenemos un presupuesto de $ 2,7 millones”.
Por ello, existe una propuesta de México para doblar el presupuesto de la CorteIDH y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Con ese ofrecimiento -dijo- se pasaría de $ 2,7 a $ 7 millones, con lo cual se mejorarían las condiciones de trabajo de esa institución, que requiere una nueva sede, mayor espacio y una serie de cambios para facilitar su labor.
A fines de este mes, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) decidirá sobre un posible incremento de presupuesto para los dos organismos mencionados. En caso de no concretarse esa aspiración, los 20 países que ratificaron el Pacto de San José deberán buscar otra alternativa.
Sobre la posición del presidente Rafael Correa de crear un Sistema Interamericano de Derechos Humanos, Caldas prefiere no opinar porque dice que es una propuesta política. “Al ser parte de una institución ya creada soy juez; lo que decidan, nosotros estamos listos a trabajar”.
Sesiones extraordinarias
Las sesiones extraordinarias de la CorteIDH pueden realizarse en cualquiera de los 20 países que firmaron el Pacto de San José.
No se analiza un caso en el mismo país demandado para evitar movilizaciones, intranquilidad o afectar al Estado. “Son cuidados diplomáticos que todo tribunal debe tener”. (I)
