En lo que va del año, alrededor de 480 menores de edad han sido atendidos por consumo de drogas en el hospital Francisco de Ycaza Bustamante, en el sur de Guayaquil. De esa cifra, el 91% tenía intoxicación por el estupefaciente conocido como ‘H’ (residuo de heroína mezclado con productos nocivos como excremento de animales y químicos).

Entre los enfermos ahí tratados se encuentran 4 de los 5 hijos de Geoconda, cuyo esposo se suicidó la semana anterior, quienes cumplen un proceso de abstinencia y recuperación. El mayor, de 20 años, está en otra casa de salud.

Javier Chacón, gerente del hospital, indicó que ha disminuido en 55% el número de casos en comparación al año anterior, cuando se reportaron 1.590. En ambos períodos la mayoría de atenciones fue por el mismo estupefaciente.

“Tenemos pacientes que son ingresados directamente a terapia intensiva y con ventilación mecánica. Algunos han terminado con un 50%, 60% y hasta 80% de discapacidad cerebral. El órgano queda totalmente afectado y no es necesario que pase mucho tiempo de consumo, puede ser instantáneo”, explicó el especialista.

El mayor porcentaje de usuarios tiene más de 15 años, pero han sido recibidos hasta niños de entre 1 y 4 años. “Algunos padres detectan el problema después de meses de consumo cuando llevan a sus hijos al hospital, porque notan cambios emocionales, de salud, que no comen o vomitan”, sostuvo Chacón.

Además, destacó que para cualquier emergencia por intoxicación, no solo de drogas, sino también por venenos o químicos, las personas pueden llamar al 2597575.

Personal del Ministerio de Salud Pública (MSP) explicó que en el caso de la ‘H’ el síndrome de abstinencia puede durar hasta 15 días, dependiendo del grado de consumo y de la pureza de la droga.

Ricardo Loor, líder de Prevención de la Dirección Regional del Litoral del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), reveló que en un sondeo realizado hace 2 meses a unos 4 mil ciudadanos en ferias realizadas en Guayaquil, el 30% manifestó tener un familiar que consume ‘H’. Además, el 51% sabía que en su barrio comercializan esa sustancia y el 59% consideró que es fácil de conseguir.

Humberto Dapelo, director regional del Litoral del Consep, indicó que los menores generalmente consumen esa sustancia por el bajo costo y el fácil acceso. “Por eso se están ejecutando estrategias de prevención”.

Paola Tama, funcionaria del Consep, precisó que se analizaron los puntos más conflictivos en la urbe porteña, en los que se aplica el Plan Nacional de Prevención de Drogas, en el que intervienen los ministerios de Educación, Interior, Salud Pública, Inclusión Económica y Social, Deportes y Justicia. También se activó la línea 1800- Consep (266737) para consultas y asesoría por uso y consumo de estupefacientes y para denunciar el microtráfico.

Édison Gallardo, jefe de Policía de la Zona 8, que incluye los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón, indicó que una de las acciones ha sido la conformación de asambleas comunitarias, sobre todo, en las áreas priorizadas. En éstas han participado 8.218 personas. “El microtráfico produce delitos conexos como el robo simple, robo agravado, disputa de territorios, ajustes de cuentas y venganzas, eso afecta a la seguridad integral de los sectores”, enfatizó.

¿Cómo era el consumo de droga hace 2 años? De acuerdo con la Cuarta Encuesta Nacional sobre el uso de drogas, en estudiantes de 12 a 17 años, y que fue elaborada en 2012, la marihuana era la droga más consumida.

En ese estudio se determinó que el 0,22% de los estudiantes presentaba un uso experimental de heroína; el 0,19% un consumo ocasional y el 0,31% un uso frecuente. Fueron 514.962 los entrevistados.

“Existe un bajo porcentaje de estudiantes que podría presentar un uso intenso de heroína, prácticamente es nulo el uso regular de heroína en menores a los 13 años, al igual que el uso intenso, en el cual la mayor proporción supera los 16 años”, consta en el documento.

En cuánto a los inhalantes, el 1,79% de la población encuestada presentó un uso experimental, principalmente alumnos entre los 14 y 15 años.

Entre otros detalles se determinó que la mayoría percibía como un gran riesgo el uso frecuente de inhalantes. Sobre todo en Cuenca (58,6%), Santo Domingo de los Tsáchilas (57,7%) y Riobamba (57,2%). En Guayaquil el porcentaje que lo consideraba como un gran riesgo era de 50,4%, y el 5,8% opinó que no representaba peligro.

En cuánto a la facilidad para conseguirlos, la mayor proporción de estudiantes que dijo que no era complicado fue de Quito (9,91%) y la menor cantidad estuvo en Guaranda (2,46%). La capital de la provincia de Bolívar también registró el porcentaje más bajo de encuestados a los que habían ofrecido drogas inhalantes. (I)