'Pamela' enfrenta con su hija el dolor de una violación

‘Pamela’ sentía que no debería vivir y por eso intentó suicidarse. No hay un día que no recuerde cómo un hombre le robó las ganas de existir al violarla dentro de un bus de transporte público. Eran casi las 20:30 y la parroquia Chanduy, en la provincia de Santa Elena, estaba  oscura. El micro que la llevaría a la casa se acercaba levantando polvo de las calles sin pavimentar. Ella extendía su mano haciéndole señal al conductor de que se detuviera.

Al subir se da cuenta de que es la única pasajera. Aparte del chofer, solo estaba el controlador del vehículo, aquel que ayuda a cobrar el pasaje. Por un momento sintió nervios y caminó mecánicamente hacia uno de los asientos. Se convenció de que nada pasaría, pues en 4 minutos llegaba a casa.

De repente escucha el chillido de la puerta cerrándose y el golpe del seguro. No había salida, los nervios hicieron temblar su cuerpo.

El acompañante del chofer se le acercó y la atacó. ‘Pamela’ prefiere no recordarlo, pero las imágenes llegan continuamente a su mente. Fueron los 15 minutos más largos y terribles de su vida. Desde ese 7 de mayo de 2015 su cuerpo, su rostro, su corazón, nada es lo mismo.

La víctima es de baja estatura, aún parece una adolescente y no solo por el tamaño, sino también por su rostro y por su forma de expresarse que denotan inocencia. “Pido justicia por mí misma. Fui forzada, amenazada y golpeada. No quiero que ninguna chica pase por esto. No callen por favor y confíen en Dios”.

Hace un mes, ‘Pamela’ cumplió 18 años y aunque quedó embarazada producto del ataque continuó sus estudios y se graduó de bachiller. Su bebé, una niña que goza de salud, tiene 6 meses.

El dolor de la chica aumenta pues le ha tocado ver a su agresor bailando y bebiendo por el mismo sector, mientras que para ella aún es difícil conciliar el sueño.

“Los familiares de él llegaron a la puerta de mi casa a darnos mucho dinero, pero nosotros no queremos plata, queremos justicia”, enfatizó la joven que llegó con su padre, su hermana y su pequeña a los exteriores de la Unidad Judicial, ubicada en el Albanborja, en el norte de Guayaquil.

Aunque el caso se investiga en Santa Elena viajaron más de 2 horas en una furgoneta, color concho de vino, para que más personas se enteraran de la situación.

Cristina, su hermana mayor, indica que ‘Pamela’ calló la violación durante dos meses, pero que ella y su padre Milton notaron que algo se había apagado en la joven. Luego de un par de meses más se enteraron que estaba embarazada.

“Como padre sufro con mi hija. Siento como si fuera a mí mismo al que le hicieron esto. Nosotros la apoyamos para que estudie y tenga a su hija”, expresa Milton.

Reducción de casos

Según cifras del Ministerio Coordinador de Seguridad, en 2014 se presentaron 5.295 denuncias de violación. Además, en el primer semestre de 2015 hubo 2.403 casos y en el mismo período de este año, 2.006 sucesos. Esto significa una reducción de 16,52%.

La amenazaban con publicar video

Junto a ‘Pamela’ se encontraba la adolescente ‘Susana’ (nombre protegido). Ella fue ultrajada por cuatro hombres, dos menores de edad. Una noche caminaba hacia una tienda por atrás de su casa cuando dos de ellos se le acercaron y la forzaron a ir a un inmueble donde no había nadie. Ahí abusaron de ella uno por uno. Ese día, menciona, grababan mientras la agredían y luego, durante 5 meses, la coaccionaban para que saliera de su casa en las madrugadas, sino publicarían lo captado en redes sociales. Además, la asustaban con matar a sus hermanos o su madre. “Me decían que yo era de su propiedad por lo que habían hecho. Me violaron unas 5 veces más”.

Los victimarios también continúan libres. Solo uno de ellos está tras las rejas por un delito de drogas. ‘Susana’ los conocía, porque fueron compañeros de escuela de un hermano.

“Un día la encontré cerca de la playa. Estaba a punto de quitarse la vida, gracias a Dios llegué para evitarlo. No reaccionaba, solo temblaba y lloraba”, cuenta ‘Rocío’, su madre; quien ese día se enteró de todo. “Yo quería irme con mi dolor y que mi mami no sufriera”, expresa la adolescente.

Ayuda sicológica

Marjorie López, del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), dice que las víctimas reciben ayuda sicológica y terapias.

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, en una mesa de Justicia ejecutada en Santa Elena (mayo), con el propósito de evitar vulneraciones a la integridad de mujeres, niños y adolescentes, indica que en la localidad detectaron que cuatro de cada 10 menores fueron víctimas de violencia sexual. (I)