Narco reclutaba a ecuatorianos para transportar droga en lanchas
El ecuatoriano Jefferson B. estaba radicado en Cali, Colombia, con un apellido diferente con el que era reconocido en el ámbito narcodelictivo. El individuo lideraba una red criminal que enviaba droga desde ese país hacia Centroamérica y Norteamérica y que en el último año habría traficado 50 toneladas de estupefacientes.
Un agente de la Unidad de Investigaciones Antinarcóticos (UIAN) de Ecuador precisó que Jefferson no solo era cabecilla de la agrupación, sino que también coordinaba a otros traficantes que usaban el océano Pacífico para transportar sustancias estupefacientes.
“Él adquiría lanchas ‘Go-fast’ equipadas con equipos de navegación (boyas con rastreo satelitales), motores, combustible. Además reclutaba lancheros y tripulantes, sobre todo de nacionalidad ecuatoriana para los viajes”, detalló el investigador que mantiene su anonimato.
Jefferson fue uno de los 16 capturados en el país cafetero durante el operativo ‘Mantarraya’ que también se ejecutó en Ecuador, donde hubo siete detenidos, y en Estados Unidos, donde los agentes de la DEA aprehendieron a dos personas. En total, 25 narcos fueron apresados. La investigación se realizó durante tres meses.
Modus operandi
Las embarcaciones que conseguía Jefferson salían desde Tumaco, en el departamento de Nariño, frontera sur de Colombia. Los reclutados navegaban con dirección hacia las islas Galápagos (Ecuador) y en el trayecto -sin llegar a ningún punto en tierra- las abastecían de combustible apegándose a los barcos pesqueros de Carlos M. y Fulton M. Luego los traficantes continuaban su ruta hacia el centro del continente. Omar G. tramitaba los zarpes de las naves.
Bolívar A., militar en servicio activo que pertenece a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y trabajaba en la Capitanía del Puerto de Manta, en Manabí, también está tras las rejas. José Serrano, ministro del Interior, explicó que “se dedicaba a dar información para que las embarcaciones no fueran detectadas; les especificaban las coordenadas para evitar los controles, con el fin de que en ciertos horarios pudieran realizar las transacciones ilícitas”. Agregó que en Ecuador el centro de operaciones era Manta, una de las ciudades más afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril.
Alfredo A. facilitaba las boyas con rastreo satelital que permitían recuperar la mercadería ilegal que debía ser lanzada por los tripulantes en caso de ser descubiertos. Así, con la nave sin peso, podían navegar más rápido y escapar, sin perder el cargamento. En otras embarcaciones viajaban para recuperarlo.
Los otros detenidos en Ecuador fueron identificados como Yuerguen M., Lorenzo Q. y Octavio A.
“No solo nos preocupamos por decomisar droga -en lo que va de 2016, se incautaron más de 69 toneladas- sino también por desarticular las estructuras criminales. Este año ya llevamos 10 agrupaciones desbaratadas”, detalló Serrano. Agregó que aproximadamente 7 toneladas han sido confiscadas en el mar. “Es un porcentaje menor, en relación a la gran cantidad decomisada en el continente. También la cantidad de droga sacada destinada al microtráfico supera a la decomisada en las aguas, ya llevamos 11 toneladas”, indicó.
Nelson Villegas Ubillús, director Nacional de Antinarcóticos, manifestó que las bandas de narcotraficantes buscan siempre nuevas formas para evadir los controles, pero “esta ha sido una modalidad frecuente en los últimos tiempos, así como la contaminación de contenedores. Recuerde que antes usaban más los semisumergibles”. (I)
