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La base de cocaína se incrementa raspando paredes pintadas de blanco

Las drogas, a más de sustancias mortales, tienen heces de animales (Infografía)

Las drogas, a más de sustancias mortales, tienen heces de animales (Infografía)
14 de agosto de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

No es un secreto que los microtraficantes para aumentar el volumen de la marihuana la mezclan con excrementos de burro, caballo o vaca; sin embargo la gente ‘sigue fumando’, mencionó ‘Alejandro’, quien fue consumidor muchos años de varias sustancias prohibidas.

Lo que sí causa alarma es que a la droga conocida como ‘h’, que proviene de la heroína, le añadan heces de gato. Para Alejandro, eso no es imposible de creer, porque sabe que ‘meten cualquier cosa’ para hacer rendir más el producto.

El coronel Omar Paredes, jefe Antinarcóticos de Guayas, confirmó que los expendedores combinan la marihuana con estiércol u otras yerbas, pero sobre lo que sucede con la ‘h’ manifestó que hasta ahora no ha visto los resultados de un estudio que sustente dicha hipótesis.

Pero hay diversos testimonios que lo consideran algo real, por ejemplo, un agente del orden informó que semanas atrás encontraron heroína dentro de una vivienda y excremento de gato en el patio. Agregó que todo indica que lo tenían secando con el fin de revolverlo con la droga, para aumentar la masa.

Mientras que el doctor Ricardo Loor, líder de Prevención del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), comunicó que es cierta la presencia de materias residuales de felinos en la ‘h’.

La doctora Julieta Sagnay, directora de la Clínica Conducta, detalló que esto sucede con una variedad de heroína color marrón, pues hay otra de color gris que es más potente y contiene menos aditamentos, así como con la de color blanco.

Ingerir ese excremento podría afectar al cerebro, ojos y pulmones, pero la ‘h’ contiene otros elementos más peligrosos. La heroína proviene de la sintetización de la morfina, esta se obtiene al extraer una resina del opio que se cocina con cal. El producto pasa por un proceso químico y se le añade elementos como cloruro de amonio, acetona, bicarbonato de sodio y ácido clorhídrico.

Sagnay mencionó que los análisis a las dosis individuales de la ‘h’ demostraron que también le agregan sal, yeso, medicamentos para dormir, insecticidas, ceniza de incienso, máchica y harina de trigo. “A ellos (los microtraficantes) no les importa nada, con tal de vender más no les interesa que la gente muera”, dijo Alejandro.

El examen efectuado a uno de los pacientes de Sagnay reveló que la ‘h’ ingerida contenía fenciclidina, un anestésico que provoca descensos en la presión arterial, respiración y frecuencia cardiaca; también produce convulsiones, vómito y hasta puede generar estado de coma y la muerte.

Alejandro, quien por un tiempo fue microtraficante para solventar su vicio, explicó que compran a los distribuidores alcaloides supuestamente puros y quienes venden al menudeo añaden polvos con similar color y contextura.

Loor ilustró que a la cocaína le agregan tiza, harina, bicarbonato de sodio, entre otras partículas. “O raspan una pared pintada de blanco”, acotó.

Sin embargo, aclaró que no se puede asegurar que todos utilicen los mismos elementos para abultar el producto, pues cada uno busca la forma de hacerlo más potente o de elevar sus ganancias; debido a esto no se pueden elaborar listas específicas de componentes.

Un policía antinarcóticos declaró que el consumidor no sabe y no le importa qué contiene el estupefaciente, pues le basta con percibir una sensación mínima para calmar su ansiedad, sobre todo las personas de bajos recursos económicos. “El adicto de clase alta compra droga más pura, pero el que no tiene dinero compra lo que sea”, añadió.

Esto no sucede en todos los casos, declaró Loor y puso un ejemplo: “Un fumador viejo de marihuana nota la diferencia entre la yerba de mayor pureza y la rebajada, porque antes sí había la más potente, pero los muchachos de ahora están acostumbrados a ingerir la degradada, seguramente no conocieron la otra”.

Reacciones y consecuencias

La ‘h’ que expenden en el país es inhalada o fumada, pero si tiene mayor grado de pureza se aplica con una inyección (uso poco común).

Esta droga genera un estado de tranquilidad, pero no todos reaccionan igual, ya que pueden volverse eufóricos. Con las 2 primeras formas de consumo los efectos aparecen en 3 o 5 minutos, con la tercera de inmediato. El médico legista José Rodríguez explicó que la sustancia es altamente adictiva y al producir placer crea una dependencia física y psicológica difícil de revertir.

Horas después de ingerir, el adicto sufre de vómitos, diarrea y dolores en los huesos, y solo con otra dosis calma tales sensaciones.

La heroína crea gránulos en el cerebro y laceraciones neurológicas que lesionan la parte que tiene funciones de razonamiento, juicio y voluntad. Otros perjuicios son infecciones bacterianas o de las válvulas del corazón, artritis y abscesos, no obstante, algo que Sagnay considera más peligroso es la alteración de la personalidad.

ESFUERZOS PARA EVITAR EL CONSUMO EN LOS JÓVENES

Ricardo Loor, líder de Prevención del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), expresó que para prevenir el uso de drogas tan peligrosas como las descritas, una de las tareas más importantes es atender los problemas que tienen las familias en sus hogares o fuera de ellos, pues para escapar de su realidad podrían consumir cualquier droga.

Rodríguez mencionó que un tratamiento que incluya orar (centros religiosos) puede ser una alternativa en ciertos casos, pues explicó que el consumo de drogas eleva la dopamina, una hormona que surge en instantes de felicidad o placer, pero ésta también se incrementa en momentos de espiritualidad sincera.

Mientras que la doctora Julieta Sagnay manifestó que, sobre todo en al caso de los heroinómanos, es necesario un proceso de desintoxicación a base de medicamentos, ligado a un tratamiento que dependerá del tiempo de consumo, de la clase de estupefaciente ingerido y de la predisposición del paciente.

Lo importante es que el paciente esté consciente del problema y que debe superarlo. Eso hace mucho más fácil el tratamiento.

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