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La incidencia delictiva disminuyó el 14% en la capital en marzo

La Policía identifica 4 zonas conflictivas en Quito

La avenida La Michelena es considerada peligrosa por la venta de droga al por menor, pese a los controles.
La avenida La Michelena es considerada peligrosa por la venta de droga al por menor, pese a los controles.
Álvaro Pérez / El Telégrafo
04 de abril de 2016 - 00:00 - Redacción Justicia

Hace 15 años Carmen Ramírez arma una mesita antes de las 10:00, en la avenida Michelena, en el sur de Quito, donde coloca ropa interior de mujer para vender. “Al principio había días que hacía hasta $ 300, ahora cuando está bueno saco $ 40. La gente dejó de venir, porque esta zona se volvió peligrosa”, mencionó la comerciante, de 67 años.

“Antes las personas caminaban a altas horas de la noche atraídas por las comidas típicas, pero ahora ya no, porque hay venta de droga, gente alcoholizada que sale de las discotecas. Pasadas las 18:00 ya es complicado”, contó Carmen mientras suspiraba.

Una visión similar tiene Fernando Porter, quien es dueño de una tienda de instrumentos musicales hace 38 años en la avenida. “El barrio era tranquilo, los vecinos salían para consumir los platos típicos, eso le dio fama a la calle y se convirtió en comercial, yo cerraba el negocio a las 23:00, ahora no me quedo más de las 20:00, la gente ya no sale, tiene miedo a la delincuencia”.

En los últimos 10 años, aproximadamente 70 viviendas que ocupan las 7 cuadras de la calle, se convirtieron en locales comerciales por la cantidad de personas que circulan. Un estudio del Municipio de 2007 señala que por ahí pasan diariamente 70.000 vehículos. Así también, muchos ciudadanos cruzan por esta arteria atraídos por las ventas ambulantes o la comida, incluso por las discotecas y bares, “Solo en la casa de la esquina hay 4 discotecas”, indicó Porter al mismo tiempo que señalaba una vivienda de 2 pisos en la esquina de la calle Orellana. El morador aseguró que por lo menos hay 80 locales dedicados solo a la diversión nocturna.

El éxito comercial de la Michelena también atrajo a la delincuencia, los cerca de 15.000 moradores que residen en las calles aledañas evitan pasar por allí. “Mucha droga venden, continuamente hay asaltos, peleas, la Policía detiene a los expendedores, pero al rato hay otros”, contó Marvin A., quien reside desde que nació, hace 22 años, a 2 cuadras de la avenida. Este sitio es uno de los 4 sectores de la capital considerados por la Policía como altamente conflictivos. Los otros 3 son: calle J en Solanda, Las Cuadras en Chillogallo e Iñaquito. En todos se realizará una intervención integral para erradicar la delincuencia y el microtráfico.

El jefe del Distrito Metropolitano de Quito, coronel Carlos Alulema, dijo que levantan la información para determinar qué tipo de intervención habrá en la Michelena en coordinación con las demás unidades policiales, como se ha hecho en otras ciudades, como Guayaquil, donde ya se han recuperado 4 barrios de la delincuencia.

El ministro del Interior, José Serrano, indicó, en declaraciones anteriores, que se trabajará en 58 sitios de diferentes ciudades del país considerados peligrosos, a los que denomina ‘mitos de la inseguridad’. También se analiza el trabajo a realizarse en la calle J en Solanda y Las Cuadras en Chillogallo.

Alulema explicó que la Policía labora en base a la georreferenciación del delito, que se define según las denuncias de los delitos. Por ejemplo, la zona de Iñaquito tiene más incidencia de robo a personas, ya que en el sector funcionan 80 entidades bancarias y 4 centros comerciales. “En cambio, la Michelena es el tema del microtráfico por tanto la planificación es diferente en cada zona”, dijo Alulema.

Según el director nacional de Operaciones de la Policía, Ramiro Mantilla Andrade, en Quito se registraron hasta marzo 4.131 delitos relacionados con robo a personas, domicilios, locales comerciales, carros, motos, accesorios de vehículos, considerados de mayor connotación ya que generan percepción de inseguridad, lo cual significa que ha disminuido más del 14% la incidencia delictiva, pues en 2015 en el mismo período hubo 4.819 denuncias. Mantilla explicó que por las varias modalidades delictivas es necesaria una intervención con todos los servicios policiales en las zonas afectadas.

Las intervenciones se realizan desde este año en 3 etapas: la primera de organización, donde el policía primero obtiene información sobre lugares de incidencia delictiva, levanta un reporte sobre perfiles fijos, dinámicos, presencia de bares, discotecas, negocios, es decir, se elabora un diagnóstico del delito y la violencia del sector. También la Policía Judicial, con la Fiscalía, trabaja en investigaciones previas.

La segunda fase de intervención consiste en la ejecución de acciones como clausura de bares y discotecas que están al margen de la ley, así como operativos antinarcóticos. “En esta fase se rompen todas las estructuras criminales que hay en determinados sectores”.

La tercera es la más importante, pues se refiere a la recuperación del control social. En esta etapa la Policía permanece en el lugar por un tiempo prudencial y se generará la cultura de la seguridad entre los residentes. (I)

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