Juntos lo haremos posible

Nos encontramos a pocos días de llevar a cabo la Asamblea Nacional de Abogados que elegirá en la ciudad de Guayaquil el 8 de octubre de 2015 los nuevos representantes y defensores de los derechos de nuestra clase profesional, es decir, a la directiva de la Federación Nacional de Abogados, liderada por el Dr. Italo Bedrán Riofrío, legalmente constituida.

Junto con una nutrida delegación de profesionales de las diferentes provincias del país, representando a la Costa, Sierra y Amazonía, he visitado a cada uno de los directivos de los 24 Colegios de Abogados de nuestra Patria, llevando la propuesta seria y responsable de integración, mostrando lo alcanzado en Guayas y cómo puede ser replicado a nivel nacional. He escuchado sus problemas, nos identificamos con algunos de ellos, que golpean nuestro ejercicio profesional, que en definitiva son recurrentes en todas las provincias.

Una Ley de Federación Nacional de Abogados del Ecuador, que junto con sus Estatutos, no reflejan la realidad actual de nuestro gremio. La actitud de ciertos Defensores Públicos, que no filtran y valoran la condición socioeconómica de los ciudadanos que a ellos acuden, tal como es su obligación, y patrocinan a personas con capacidad económica para contratar a un abogado, restando ese cliente a un colega que ve en la Defensoría Pública su mayor competencia.

De igual manera, existen los pedidos de que el Consejo de la Judicatura implemente mecanismos idóneos para contar con mayor celeridad en la atención y despacho de las causas, quejas ante el Ministerio de Justicia para que se implemente un ágil procedimiento para el acceso de los profesionales del Derecho a los centros penitenciarios. Que la Corte Constitucional dé la debida atención a las demandas de inconstitucionalidad parcial sobre el Código Orgánico de la Función Judicial, en lo referente a las disposiciones que atentan contra nuestros Colegios de Abogados del país y contra el ejercicio de la profesión de parte de abogados independientes, que no poseemos relación de dependencia con el Consejo de la Judicatura. Me piden capacitación y defensa gremial, rubros en los que hemos demostrado ser altamente efectivos.

Las necesidades y malestares son varios, sin embargo destaco nuevamente el gran esfuerzo que cada representación provincial de los abogados ha hecho desde su circunscripción territorial, gestiones que sin duda han sido escuchadas y analizadas, pero cuya concreción no se ha logrado por la falta de unidad de nuestra gente.

Siempre lo he dicho y hoy más que nunca es una realidad: la unidad hace la fuerza. Es distinta la presentación individual de todos estos nudos críticos, frente al planteamiento al unísono y sostenido de la necesidad de cambio, de modificación de la normativa que hoy ha estrangulado el ejercicio de nuestra profesión.

Señalo a ustedes que desde el Colegio de Abogados del Guayas, todos los profesionales que respaldamos el respeto de nuestros derechos nos hemos constituido en sesión permanente, con el fin de llegar a la Asamblea Nacional de Abogados unidos y consolidados en busca de un mismo objetivo. Agradezco profundamente el respaldo mayoritario presentado de forma expresa por mis pares de Chimborazo, Tungurahua, Bolívar, Cañar, Pastaza, Napo, Zamora Chinchipe, Santa Elena, El Oro, Los Ríos, Manabí, Galápagos, Esmeraldas, entre otros. Los que queremos la unión de nuestro gremio y mejores días para el ejercicio de la profesión que con tanto esfuerzo hemos aprendido y que de ella hemos hecho nuestro diario accionar y el sustento de nuestros hogares.

Por lo expuesto, hago un llamado a la unidad y al rescate de los valores de nuestra profesión, para que este jueves 8 de octubre vivamos la fiesta nacional de los abogados, que por medio de su Asamblea Nacional escoja a nuestros nuevos representantes, quienes tendrán una ardua labor y responsabilidad en sus manos, la del rescate y la dignificación de la clase profesional en todo el territorio nacional. (O)