Jóvenes se convierten en guías de canes

“Dejando Huella” se denomina el programa social que vincula a jóvenes de entre 12 y 17 años de edad que están en situación de riesgo y que carecen de un hogar funcional. El plan es impulsado por el Ministerio del Interior y la Comandancia General de la Policía.

El programa, que cuenta con el apoyo del Centro de Orientación Juvenil Virgilio Guerrero, según informó Yuri Narváez, entrenador del Centro Regional de Adiestramiento Canino (CAC) de la Policía, tiene como objetivo reorientar esfuerzos para que los adolescentes no incurran en actividades delictivas que los perjudiquen en el futuro y sean castigados por la justicia cuando sean adultos.

El oficial indicó, además, que el programa es el inicio de una orientación dentro del concepto de buenas prácticas que ha implementado la institución policial en varias provincias del país y está básicamente dirigido a los adolescentes en conflicto con la ley, que provienen de hogares con una gran carga de violencia intrafamiliar, drogas y malos ejemplos de sus padres debido al consumo de alcohol y drogas.

Los instructores perfilaron actividades para que los jóvenes se inicien en la instrucción básica de canes que duró alrededor de tres meses, tiempo en el cual los adolescentes se familiarizaron con sus animales asignados, cuidándolos de forma permanente, para después pasar a la siguiente etapa de instrucción y que los perros obedezcan las señales indicadas por sus guías.

“Los chicos respondieron positivamente en este primer curso de capacitación en adiestramiento básico de canes, se integraron en una aventura nueva y desconocida para ellos, pero con el esfuerzo y la constancia que pusieron, los resultados están a la vista, puesto que, pese a su inexperiencia en lo que concierne a manejo de mascotas, tuvieron la sensibilidad necesaria para ganarse el cariño y la obediencia de los perros que estaban bajo su custodia”, relató Narváez.

A futuro, acotó el oficial, “se les abre la posibilidad de realizar actividades de entrenamiento canino y de instrucción con mayor capacitación, lo que les permitirá cambiar sustancialmente sus condiciones de vida y su visión de lo que necesitan y de lo que pueden hacer”.

“Hemos visto a jóvenes adolescentes con mucha condición, afinidad y predisposición para tratar y entender a las mascotas”, indicó.