Al cumplir 2 años dirigiendo a la Policía Nacional, el comandante Rodrigo Suárez entregará el mando al sucesor que saldrá de una terna, que al momento es analizada por el Primer Mandatario.

El oficial designado posiblemente será anunciado luego de la rendición de cuentas del Comandante saliente, que se efectuará el 25 de septiembre en la Escuela Superior de Policía.

En medio de esta etapa de transición, el generalSuárez compartió unos minutos con diario EL TELÉGRAFO para hablar sobre los proyectos, los logros alcanzados y lo que queda pendiente.

¿Cuáles son los logros que destacaría de la institución?

La productividad de la Policía en los últimos años. Intervenimos en todas las áreas: narcotráfico, microtráfico, seguridad ciudadana, captura de bandas. Hay un acercamiento de la Policía con el ciudadano, lo que contribuye a que hoy sea visibilizada con mayor credibilidad y confianza, no solo dentro sino en el exterior. Estamos en el segundo lugar de confianza en Latinoamérica y una encuesta recientemente difundida ubica al país como el cuarto más seguro en la región.

El Gobierno ha invertido en seguridad más de $ 400 millones en los últimos 5 años,  ¿la Policía está mejor equipada?

La inversión del Gobierno es parte importante en el cambio de la institución, que cuenta con un nuevo modelo de gestión que establece que debe haber unidades de policía comunitaria, incremento de personal, patrulleros, armas, equipos de protección como chalecos antibalas. Además, el sistema de comunicaciones es de primera: con una radio se cruza el país sin perder contacto. Tenemos más laboratorios de investigación. Al momento se tiene un proyecto para construir otros en la Policía Judicial en Guayaquil, además de vivienda para los uniformados. En 2016 estaremos mejor posicionados de lo que estamos hoy con el apoyo del Gobierno Nacional.

¿Cómo funciona el modelo de gestión policial?

Es un sistema desconcentrado, a un número de oficiales y personal se le  entrega un espacio de territorio dividido en distritos, circuitos y subcircuitos. El policía está más cerca de los barrios y con la gente, ubicamos los problemas, analizamos el comportamiento delictivo para identificar dónde roban y de qué manera, con lo que establecemos  y aplicamos estrategias. Esto permitió conocer  que en muchos lugares la violencia no proviene de un hecho delictivo, sino del grupo social que comienza en una reunión de esquina a beber  licor; ese consumo excesivo hace que se produzcan grescas y muchas veces con heridos o muertes, lo cual no es solo responsabilidad de la Policía.

¿Y cuál es la ventaja de estar desconcentrados?

Con este nuevo sistema podemos llegar  a esos lugares con  mayor facilidad porque el tiempo de reacción para atender un auxilio es menor. Al estar en un sector reducido de territorio, el policía puede llegar de manera inmediata, estamos hablando de un promedio de 5 minutos, claro que eso dependería también de la complejidad del territorio. Tenemos el botón de seguridad, de manera que con apretar una sola tecla del celular la señal llega a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y a los teléfonos móviles de los uniformados, entonces tenemos auxilios atendidos en ese periodo.

¿Qué pasó con el plan de reemplazar con trabajadores civiles las áreas administrativas?

Llegar a la meta de reemplazar 5 mil empleados administrativos es muy complejo, sin embargo hay que tomar en cuenta que existen áreas donde necesitamos tener policías, así sean administrativos. El Ministerio del Interior ha contratado personal civil, esto permitirá sacar a muchos policías de las oficinas a tareas operativas, seguimos en esta lógica. Solo en Quito ya han ingresado alrededor de 200 empleados civiles.

¿Qué medidas están tomando al respecto sobre el narcotráfico y microtráfico?

Orientamos nuestros esfuerzos de diferente manera para enfrentar el microtráfico; hay una parte preventiva llegando a los colegios, haciendo conciencia del peligro del consumo o la venta. Al mismo tiempo hay un trabajo de inteligencia para ubicar a los expendedores, y a su vez se efectúan constantes operativos de captura de droga.   
 
¿Hay presencia de carteles de la droga en el país?

Años atrás se identificaban los carteles, pero ahora, con el poder económico que manejan, es más difícil. Cuando capturamos se identifica la organización, pero funciona como grupos pequeños que forman sus bases en varios  países, con lo cual no importa que un grupo caiga porque el otro ya está listo. En esta línea se realiza el trabajo de inteligencia, por eso lo importante es seguir fortaleciendo esas unidades que son básicas para luchar contra estas organizaciones. Ecuador no solo captura droga sino que la información que generamos es fundamental para descubrir los cargamentos.

¿Qué opina del Código de Entidades de Seguridad  que está en la Asamblea?

Podríamos decir que la Policía subsidia a otras entidades que al momento no tienen capacidad operativa por falta de personal  o estructura orgánica, como los guías penitenciarios, por eso estamos en varios de los centros del país.

Si se crean esos cuerpos de guías penitenciarios, de guardabosques de protectores de autoridades,  toda esa gente que destinamos a esos servicios, tendríamos que fortalecer  a los nuestros.

¿Qué problema interno se debería remediar y qué no pudo hacer?

El de mejorar en algún momento la carga horaria que tiene el policía. Muchas veces, en ciertos lugares, trabajan hasta 16 horas al día, eso ojalá podamos reducir. Es lo justo.