‘Rakata 4’, la fiesta que no contaba con los permisos respectivos y que por esa razón fue clausurada en un operativo policial de la Dirección Nacional de Niñez y Adolescencia (Dinapen), en la tarde del sábado último en el Valle de Los Chillos, en Quito, era promovida a través de las redes sociales entre los menores.

En la página de promoción ‘Rakata-4 Evento’ en la red (Facebook) se la publicita como la ‘Fiesta más grande del país’.

En ciertos comentarios de la página, los seguidores de ‘Rakata 4’ culpan a los organizadores por la falta de previsión y se preguntan quién les devolverá el dinero invertido, pues la entrada costaba $ 6 y hubo más de 1.000 asistentes.

El operativo de la Dinapen terminó con dos detenidos y un patrullero con los vidrios rotos, mientras cientos de adolescentes se alarmaron con la presencia de los uniformados cuando disfrutaban del evento.

Los jóvenes, la mayoría menores, fueron transportados desde diversos puntos de la ciudad (sur, El Condado y Naciones Unidas) en más de una docena de buses contratados.

El trabajo de inteligencia de la Dinapen busca la reducción de  riesgos para los adolescentes.Una de las conductoras, que trasladó un promedio de 60 jóvenes en 10 colectivos y que prefirió no identificarse, comentó que nunca le dijeron que era para una fiesta, sino una convivencia.

Entre los asistentes estaban ‘Toby’ y ‘Tita’ (nombres protegidos), quienes compraron las entradas en la reventa, por eso pagaron $ 9, aunque el valor era de $ 6. “El primer punto de encuentro fue en El Recreo, luego en el colegio Amazonas, nos prometieron música, comida y piscina, pero no alcohol”, afirmaron.

Unos 50 uniformados participaron en el operativo, quienes procedieron a evacuar a los asistentes  de la fiesta que se realizaba en un complejo deportivo de una entidad bancaria de Los Chillos, sector suroriental de la capital.  

Washington Martínez, jefe del distrito Los Chillos, indicó que se realizó el operativo porque, además de la falta de permisos, encontraron sustancias ilícitas en el local  y no menos de 50 jabas de cerveza.

Explicó que se inició el trabajo de inteligencia siguiendo a los buses que salieron del sur de Quito. También hubo otra fiesta para adolescentes en el cantón Rumiñahui.

Añadió que es muy peligroso organizar eventos en sectores apartados de la ciudad. Lo que se busca es salvaguardar la integridad de los jóvenes y evitar riesgos.