En democracia y libertad

Estimados lectores y amigos hoy haré un breve análisis del por qué toda nación que vive en libertad como la nuestra, es necesario defender la Democracia y, por ende, defender la capacidad para elegir y ser elegidos.

Etimológicamente democracia quiere decir “poder del pueblo”, pero democracia es mucho más que tan importante expresión. Democracia significa que los hombres y mujeres somos libres e iguales, no solo ante la ley sino en todas y cada una de las actividades de la vida cotidiana. El ejercicio de la democracia nos conduce en un diario y duro trajinar para el cumplimiento de uno de los ideales más sublimes que todo ser humano anhela consolidar: el buscar más que la igualdad la equidad.

La historia de la humanidad está plagada de luchas populares por conseguir esa meta. Algo se ha avanzado pero falta mucho camino por recorrer. Necio sería el negar que en la última década nuestro país, en lo que se refiere a la democracia, ha tenido un gran avance, pero todavía nos encontramos con una serie de limitaciones de orden ideológico, político y cultural, para que puedan ponerse en práctica aquellos beneficios derivados de la democracia.

En otras palabras faltan nuevas revoluciones, nuevos cambios, para que pueda concretarse el ideal de una sociedad justa integrada por hombres libres e iguales que alcancen la Justicia Social.

El artículo 1 de la Constitución de la República señala a Ecuador como un Estado constitucional de derechos y justicia, lo destaca como un Estado democrático, es decir, un Estado en el cual el soberano (nosotros: el pueblo), somos quienes escogemos mediante proceso de elección a los administradores de nuestro territorio y recursos.

Pero … democracia no es solo elección sino también participación, por ende, dentro de la normativa jurídica ecuatoriana se la conceptualiza como el derecho constitucional de participación, y es este derecho el que fundamentalmente nos permite no solo escoger a nuestros administradores, sino incluso participar en la vida administrativa del Estado, postulando nuestros proyectos de recuperación y mejoramiento del país, llegando a ser elegidos por nuestros ciudadanos.

Si bien es cierto que la capacidad de elección es la principal fuente de la democracia, sin embargo, hay quienes históricamente han confundido esta libertad con el libertinaje, pretendiendo desorientar al ciudadano de a pie, ya sea, deslegitimando el accionar del gobierno de turno o engañándolos y guiándolos hacia falsos redentores.

Por todo ello es necesario que todos tengamos una participación activa en la defensa y construcción diaria de nuestra democracia, sin descuidar la igualdad, el derecho de las minorías y con especial prioridad la equidad.

Simón Bolívar afirmaba que: “Solo la democracia... es susceptible de una absoluta libertad, libertad que se define como el poder que tiene cada hombre de hacer cuanto no esté prohibido por la ley”.

Es hora de que todos aquellos ciudadanos que buscamos un mejor mañana y desarrollo integral de los sectores de la patria, nos involucremos más y más en este derecho de participación, mirando el futuro con libertad, esperanza y con la firme convicción de que juntos somos invencibles y que juntos alcanzaremos la tan anhelada ¡Justicia Social!

¡Juntos somos invencibles! (O)