En CDP capacitan a reos en inglés, DD.HH. e informática

Las personas que son detenidas por apremio, contravenciones o por cometer delitos cuya sanción es menor a 5 años de prisión, cumplen sus penas en un Centro de Detención Provisional (CDP). En Guayaquil, esta semana fue inaugurada una nueva edificación para este fin.

Wilfrido V. conoció el antiguo recinto ubicado en el mismo lugar,  cerca de los pabellones del Centro de Rehabilitación Social de Varones Guayas N° 1, conocido como la Penitenciaría del Litoral, en el km 17 de la vía a Daule, en Guayaquil.

El joven relató que fue detenido porque él y 4 amigos se negó a obedecer a unos uniformados, quienes les pidieron que dejen de beber en la vía pública. Lo que el grupo hizo fue juntarse al cerramiento de la vivienda y continuar bebiendo. Los agentes volvieron y ante la desobediencia los detuvieron.

Wilfrido y sus amigos fueron llevados al CDP y al llegar se sintieron como ‘carne fresca’. Los internos desde las rejas empezaron a ‘rifarse’ sus zapatos, camisetas, pantalonetas. Después de unos minutos quedaron solo en calzoncillos.

“Nos amenazaban que cuando vinieran nuestros familiares le pidiéramos $ 5 para darles a ellos. No podíamos comer porque también nos quitaban la comida, ni dormir porque en ‘la lagartera’ cualquier cosa podía ocurrir”, relató.

Talleres de rehabilitación

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, mencionó que el antiguo recinto tenía aforo para 200 ciudadanos, pero llegó a tener hasta 1.200. En el nuevo edificio hay espacio para 500 en pabellones diferenciados para hombres y mujeres. Las habitaciones tienen espacio para 2 y hasta 6 personas.

Paolo Cedeño, coordinador de las actividades educativas, deportivas y culturales del CDP de Guayas, señaló que cerca del 40% de internos (unos 150) participa en los talleres y explicó que no todos acceden debido a que algunos solo deben estar 3 o 5 días y el proceso quedaría incompleto. “Asisten quienes deban pasar al menos 30 días”, añadió.

Cedeño detalló que de 09:00 a 10:00 los privados de la libertad acuden a clases de inglés básico; de 10:00 a 11:00 aprenden derechos humanos y resolución alternativa de conflictos; y de 14:00 a 16:00 son capacitados en computación básica y mantenimiento de hardware.

Al ingresar en el CDP hay un área para el registro de visitantes y junto a ésta una sala de espera rodeada de un centenar de casilleros en los que los asistentes pueden dejar los objetos cuyo ingreso no está permitido. Cada cubículo cuenta con una contraseña para abrir y cerrar. En la parte externa de la edificación se encuentra publicada la lista de todos los artículos prohibidos: sombreros, gafas, tacos, maquillaje, bolos, armas, celulares, cámaras, piercings (aretes), bisutería, medicinas, fósforos, drogas y estupefacientes, cigarrillo, dinero y alimentos. Además, las mujeres no deben vestirse con minifaldas o escotes.

Zúñiga manifestó que con la implementación de casilleros se evita la proliferación de negocios clandestinos afuera del complejo penitenciario, donde familiares de internos dejaban sus bienes sin garantía de seguridad.

Si un pariente, abogado o funcionario pretende ingresar algún artículo prohibido, puede ser detectado por los escáneres ubicados cerca de la sala de espera, o por las cámaras de seguridad distribuidas en el recinto.

En el CDP hay consultorio médico, sala de odontología, locutorio jurídico, 4 patios de recreación, además dormitorios para el personal de seguridad y vigilancia penitenciaria.

Entrega de bus blindado

La ministra Zúñiga entregó un nuevo bus blindado para el traslado de los internos cuando deban comparecer a alguna audiencia fuera de las instalaciones. El micro cuenta con cámaras de vigilancia y mallas de protección en ventanas. Además de una división en la parte interna.