‘El sembrador de bebés’ prefería mujeres afros

El entrenamiento policial que recibió el sargento Frank McClosky junto con otros uniformados no fue suficiente para soportar la espeluznante escena que verían al ingresar, el 25 de marzo de 1987, a las 16:30, en el sótano del domicilio de Gary Michael Heidnik, ubicado en el número 3.520 de North Marshall Street, de Filadelfia, Estados Unidos (EE.UU.).

Los gendarmes apenas tenían una idea de lo que iban a ver, en base al testimonio nervioso de Josefina Rivera, una de las víctimas que logró escapar y lo denunció.

La escena, que era realmente inhumana, hizo pensar a los policías que habían ingresado a un cuento de Edgar Allan Poe: mujeres desnudas, flácidas, encadenadas, con infecciones y estiércol en la piel; basura y desperdicios biológicos por todas partes, desorden y una sucia cocina llena de partes cercenadas de cuerpos humanos.

Gary Michael Heidnik esclavizó, torturó y asesinó a mujeres, lo llamaron ‘El sembrador de bebés’.

Inicio

El 22 de noviembre de 1943, en los suburbios de Eastlake, Cleveland, Ohio (EE.UU.), vino al mundo Gary Michael Heidnik.

Su niñez la marcó el nacimiento de su hermano Terry, apenas 17 meses después, lo que generaría que sus padres se divorcien. En el vaivén, ambos hermanos vivieron con su progenitor, al que describirían como un ‘hombre muy severo’.

Con el tiempo, Gary, un adolescente de 14 años, desarrolló un gusto por la vida militar. Le pidió a su padre ir a un colegio castrense. El accedió y lo matriculó en la Academia Militar de Staunton, Virginia. El estudiante Gary obtuvo excelentes calificaciones. Sin embargo, regresó a vivir a su casa y a su antiguo colegio.

En ese tiempo comenzó a recibir tratamiento psiquiátrico, al igual que su hermano Terry, ambos sufrían de instintos suicidas.

Apenas cumplió 18 años, Gary se enlistó en el Ejército de Estados Unidos y fue enviado a una base en Landsthul, Alemania.

Su estadía fue provechosa, continuó recibiendo tratamiento psiquiátrico con medicaciones, pues, el militar Gary tenía espasmos involuntarios y sacudía la cabeza.

El tratamiento médico y su buen desempeño lograron que al regresar a Estados Unidos se licencie con honores y el ejército le otorgue una pensión vitalicia de $2.000 al mes.

Nivel de inteligencia

Fue diagnosticado de sufrir ‘discapacidad mental’, lo cual el veterano de guerra Gary supo aprovechar. Su discapacidad no era sinónimo de falta de inteligencia.

En las pruebas, Gary Michael Heidnik obtenía un coeficiente intelectual de 130 a 148, un “nivel próximo al de un genio”, según los psicólogos de esa época.

Lo demostró al leer la sección económica de los diarios para invertir en el mercado bursátil, y se convirtió en un hombre adinerado. Con suficientes fondos, adquirió vehículos como un Rolls Royce de 1871, un lujoso Cadillac, entre otros. Así, a la casa de Filadelfia comenzó a llevar prostitutas de raza negra, su principal debilidad.

En general, le gustaba rodearse de personas con 2 rasgos: de piel oscura, y con bajo coeficiente intelectual. Aquello denotaba un afán de sentirse superior.

En 1977 Gary embarazó a Jeanette Davidson, una mujer negra, analfabeta y con un coeficiente intelectual de 49 puntos. Al nacer la custodia del bebé la asumió el Estado. Luego tuvo 3 hijos más con 3 prostitutas negras distintas, y con discapacidad mental. También, fundó y dirigió por un tiempo la Iglesia Unida de los ministros de Dios. Era obvio, que los feligreses serían personas de raza negra y con discapacidad mental, a quienes invitaba hamburguesas en McDonald’s, su sitio favorito.

El inicio de ‘la granja’

En una fría noche de noviembre de 1986, cuando Gary circulaba en su Cadillac encontró a Josefina Rivera, una prostituta de 25 años que se hacía llamar ‘Nicole’. La llevó a su casa y luego de tener relaciones sexuales la encadenó en el sótano.

Al día siguiente se le ocurrió buscar a una exnovia llamada Sandra Lindsay, quería vengarse porque había abortado un hijo suyo.

La encontró y también la llevó al sótano de su casa. Ella halló a Josefina en un foso que él había cavado, incluso se la presentó: “Sandra, ella es Nicole”. Luego las violó y les dijo que tendrían la compañía de otras mujeres.

Así lo hizo, llevó a Lisa Thomas, el 22 de diciembre de 1986; Deborah Dudley, el 1 de enero de 1987; Jacquelyn Askins, el 9 de enero de 1987; y Agnes Adams.

Según Gary, ellas representaban el inicio de lo que sería una ‘granja humana’, un lugar donde las mujeres le darían descendencia.

Un día Sandra Lindsay intentó rebelarse y Gary la castigó colgándola de una viga del techo y atada de sus muñecas. En esa posición estuvo desnuda, sin ir al baño, y solo la alimentaba con trozos de pan que él le obligaba a ingerir. Una semana después murió por asfixia al comer.

Gary descolgó el cadáver y sin inmutarse alimentó al resto de prisioneras con helado. Luego escucharon el sonido de una sierra eléctrica y las cautivas intuyeron lo peor, Sandy estaba siendo descuartizada en pedazos por Gary, y luego la cocinó.

Debora también intentó revelarse y la asesinó con electricidad.

En ese tiempo Josefina se había ganado la confianza de Gary, puesto que no ofrecía resistencia a sus impulsos sexuales. Así, Josefina le pidió que la deje visitar a sus hijos.

Sorprendentemente él accedió y le prestó su Cadillac el 24 de marzo de 1987. El plan de Josefina era acudir a un exnovio, Vincent Nelson. Él le creyó y llamó a la policía.

Los uniformados lo aprehendieron y fue llevado a la Brigada de Delitos Sexuales. Cuando al día siguiente ingresaron en su casa, la escena de las 3 mujeres encadenadas en el sótano lo inculparía.

Se le imputaron los cargos de asesinato, rapto, violación, retención ilegal, atentado contra el pudor, inducción criminal y abuso de un cadáver, entre otros. En enero de 1990 fue condenado a 2 cadenas perpetuas y más de 120 años de prisión. En enero de 1999 intentó suicidarse con sobredosis de thorazina, pero los médicos lo salvaron. El 6 de julio de ese mismo año fue ejecutado con inyección letal.