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En 1944 rodaron una película sobre el asesino de Berlín

Al ‘Bruto’ le atribuyen el asesinato de 51 mujeres

Al ‘Bruto’ le atribuyen el asesinato de 51 mujeres
10 de julio de 2015 - 00:00 - Redacción Justicia

El hallazgo de un cuerpo femenino en un terreno baldío en las afueras de Berlín, el 29 de enero de 1943, dio inicio a una saga que, según la Policía, permitió descubrir al asesino en serie más sanguinario de Alemania, lo cual distrajo por varias semanas a la población que vivía el apogeo de la Segunda Guerra Mundial.

Los primeros indicios recogidos alrededor del cadáver de Frieda Rössener, una viuda de 59 años que había sido estrangulada y violada, condujeron a los detectives hasta Bruno Lüdke, un hombre alto, fuerte, musculoso, de una presencia avasalladora, pero que sufría de retraso mental, por lo que era conocido en la comarca como el ‘Bruto’.

Una vez detenido el hombre, que tenía 35 años, confesó que mató a la mujer porque se negó a tener relaciones sexuales, por eso la tomó a la fuerza y la ahorcó con sus manos luego la abandonó en el mismo sitio donde la ultrajó.

El caso fue indagado por un trío de investigadores, encabezados por Heinz Franz, quienes el mismo día llegaron a la escena del crimen y tras hacer preguntas a los lugareños descubrieron que un hombre con retraso mental y ropas de obrero merodeaba por el lugar frecuentemente.

Los oficiales de Berlín pronto comprendieron que se trataba del gigante bonachón del pueblo y el detective Franz arrestó a Bruno el 19 de marzo de 1943, cuando se percataron que aún guardaba ropas que tenían manchas de sangre, al preguntarle sobre esto, el gigante dijo que era de una gallina. El investigador recordó que en la escena del crimen había plumas de dicho animal.

Una vez que el sospechoso fue trasladado a los calabozos policiales la noticia se difundió rápidamente por la nación, que seguía atenta a los avances de las indagaciones, ya que empezaron a vincular al ‘Bruto’ con otros asesinatos de mujeres de la región.

Ayudaba en negocio familiar

Bruno nació el 3 de abril de 1908 en Köpenick, un pueblo cerca de Berlín siendo el cuarto hijo de Otto y Emma Lüdke. De pequeño sufrió un traumatismo craneal que limitó sus facultades mentales.

Ingresó en la escuela pública de Köpenick en 1914, pero en 1919 los profesores de Lüdke se percataron de las dificultades de aprendizaje que presentaba, razón por la que fue enviado a una escuela para jóvenes con problemas de aprendizaje. Sin embargo, en 1922 el adolescente se retiró de clases para trabajar en la lavandería de su familia.

Tras el fallecimiento de su padre a causa de un cáncer de laringe, en 1937, Bruno se vio obligado a encargarse del trabajo pesado del negocio familiar.

A partir de 1938 el joven Lüdke comienza a tener problemas con la Policía local, varias personas se quejaron del maltrato que le propinaba al caballo que tiraba la carreta de la lavandería.

Al parecer ‘Bruto’ azotaba al animal con fuerza causándole heridas graves que impresionaron a los vecinos, la Policía intervino y tras demostrar que podía manejar el vehículo sin problemas, a pesar de no saber ubicarse en el espacio y tiempo, le advirtió sobre su conducta violenta con los animales.

Luego de la detención de ‘Bruto’, la Policía concluyó que sería el responsable de estrangular y violar a 51 mujeres en un período que se extendía entre 1928 y 1943.

Durante el largo período de interrogación aparecieron los nombres de algunas víctimas, como Käthe Mundt, Bertha Schulz y la familia Umann. Esos datos llamaron la atención del detective Franz porque en ninguno de esos lugares se señalaba a Bruno como el asesino y no había reportes de las muertes.

Solo se comprobó un crimen

Sin embargo, la verdad de estos crímenes cambió cuando se leyeron los registros policiales de Berlín, en los que se descubrió que el detective Heinz Franz ya sabía de los asesinatos de Mundt, Schulz y los Umann antes del arresto de ‘Bruto’.

Eso generó un cambio en la opinión de la gente que seguía las noticias que publicaban los periódicos sobre el supuesto criminal que posiblemente confesaba lo que el detective quería escuchar, ya que cuando se le mencionaba el nombre de una de las víctimas enseguida recordaba que la había asesinado.

Pero, Bruno no podía dar información correcta de donde lo había hecho. En ocasiones Lüdke afirmó que mató en Múnich, Hamburgo y Berlín, pero cuando lo llevaban a los lugares el hombre no sabía dónde estaba.

Cuando el informe de los asesinatos cometidos por Lüdke llegó al escritorio de Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS, ordenó investigar profundamente el caso porque era imposible que una persona pueda cometer tales atrocidades, además de esto la población alemana vivía un régimen que estaba en guerra.

Finalmente para apaciguar a la prensa y las agencias gubernamentales llevaron a Bruno a los lugares de los crímenes.

En una de las reconstrucciones de los hechos se adentraron en el bosque de Köpenich cuando, de pronto, el acusado dijo: “los señores se han pasado de sitio”. El conductor dio marcha atrás, los oficiales le quitaron las esposas a Bruno y le pidieron que indicara el lugar donde habían ocurrido los hechos.

Sin dudarlo un instante, caminó entre los árboles y señaló un lugar. Después, dijo: “aquí la encontré, aquí la golpeé, aquí la estrangulé, aquí la violé”.

Pero, este era el crimen de la viuda, por el que fue detenido en primera instancia y que se convirtió en el único hecho que pudo detallar con precisión. Y creció su fama de ser uno de los asesinos más sanguinarios de la historia alemana.

Incluso se filmó una película años más tarde, que lo retrataron como un hombre frío que mataba sin compasión, lo cual alimentó aún más el mito.

Ejecución por inyección letal

Bruno no pudo ser enjuiciado por estrangular y violar a sus víctimas, por una cláusula de la ley que decía que una persona con deficiencias mentales no era responsable de sus actos.

Sin embargo, fue usado como conejillo de indias en varias instituciones mentales y hospitales. Como castigo final fue castrado y ejecutado por inyección letal en una prisión policial de Viena, en la que pasó los 2 últimos años de su vida, el 8 de abril de 1944. (I)

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