En 2011, cuando ‘Polo’ llegó a la Penitenciaría del Litoral, presentó 2 molestias que alteraban su tranquilidad. Tenía una hernia umbilical y un tumor en el brazo izquierdo. A pesar de solicitar atención, aseguró que no tuvo una respuesta favorable por lo que resistió con su malestar durante 3 años.

En febrero de este año, ‘Polo’ y otras 139 personas privadas de libertad (ppl) fueron intervenidos en procesos quirúrgicos de pequeña y mediana complejidad, luego de su traslado al Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional Guayas Nº 8, en la vía a Daule.

El coordinador zonal de Salud de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), José Palau, explicó que en la primera fase se realizaron 140 cirugías en la Unidad Móvil Quirúrgica. De ellas el 80% fue para resolver hernias inguinoescrotales y el 20% para extraer proyectiles, tumores benignos y casos similares.

Para la segunda fase están previstas 150 intervenciones, informó el martes Paula Cisneros, directora nacional de Primer Nivel de Atención en Salud, durante la firma del traspaso de competencias entre los ministerios de Justicia y Salud, por Ledy Zúñiga y Carina Vance, titulares de las carteras de Estado (en ese orden), que tiene como fin garantizar el derecho a la salud de los privados de libertad. Por ello establece la adecuación de unidades médicas para los 61 centros de privación de libertad del país, de los cuales 30 son de rehabilitación social, 18 de detención provisional, 11 de adolescentes infractores y 3 casas de confianza (prelibertad).

Las características de los departamentos hospitalarios dependerán de la población carcelaria de cada edificio, es decir, los que albergan hasta 1.000 reos tendrán consultorios ambulantes (52) y el horario de atención se regirá por una programación; los que acogen entre 1.000 y 2.000 contarán con un centro de salud permanente (6), con 12 horas de atención en 5 días; y los que asilan más de 2.000 también atenderán en unidades estables (3) las 24 horas durante la semana.

Los equipos médicos estarán conformados por un galeno, un odontólogo, una enfermera, un voluntario de salud y un psicólogo clínico; pero de acuerdo con las necesidades de la unidad también colaborarán un químico farmacéutico, un laboratorista, un licenciado en imagenología y un auxiliar en rehabilitación física.

Con esto, los traslados de reos a casas de salud externas se efectuarán solo en casos absolutamente necesarios, pero bajo estricto control, con ello mejorará el nivel de seguridad, manifestó Ledy Zúñiga.

El nuevo modelo de gestión de servicios de salud de tratamiento penitenciario brindará atención prioritaria a personas con trastornos mentales y otras dolencias.

El trabajo precautelará la salud mental de las ppl y se pondrá énfasis en el tratamiento del síndrome de abstinencia (reacción de una persona adicta a las drogas y que deja de consumirlas).

Los trabajos entre las carteras de Estado iniciaron en junio de 2013 con la transferencia de 100 profesionales del Ministerio de Justicia al de Salud para formalizar la atención médica en los centros de privación de libertad, detalló Vance.

Desde diciembre, luego de la mudanza de cerca de 4.000 ppl desde la Penitenciaría hasta el CRS Guayas, el Ministerio de Salud efectuó 28.788 consultas ambulatorias y con dicho servicio evitó 3.500 traslados a casas asistenciales.

Zúñiga dijo que durante la transferencia se detectó que en el antiguo sistema se utilizaban las fichas médicas como una ‘tarjeta para salir de los centros de privación de libertad’, una muestra de ello es que había 22.000 fichas médicas que correspondían a 5.000 personas.