60% de las llamadas al 911 son malintencionadas

A pesar de que en julio del presente año el Servicio Integrado de Seguridad ECU-911 reportó una significativa disminución -con respecto al mes anterior- de las llamadas malintencionadas a escala nacional, su uso aún prevalece sobre las llamadas normales o efectivas, lo que ocasiona una reducción del nivel de efectividad, pues motiva que el operador pierda tiempo cumpliendo algunos procedimientos para verificar su real  motivación y origen.

Según el registro en alusión, en junio, a escala nacional, se reportaron 606.808 llamadas falsas, mientras que el mes siguiente la cifra bajó a 534.448, es decir, 72.360 llamadas falsas menos, equivalente a una reducción del 11,92%.

En total, de enero a julio de este año se han registrado 4’931.329 llamadas malintencionadas  al ECU-911 a nivel nacional, lo que ha motivado que se gestione ante la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) la sanción de 264.742 líneas telefónicas.

El castigo es la suspensión por 30 días de la línea, en la que únicamente se pueden recibir llamadas. En el caso de reincidencia, la pena es de 90 días y, si insisten en utilizar mal el servicio, se contempla la suspensión definitiva.

Una llamada malintencionada, según funcionarios del ECU-911, es aquella que se hace con el ánimo de burla al sistema, al servicio y a los operadores. Por el timbre de voz que registran las llamadas, se presume que son niños quienes las realizan en mayor cantidad.

Según  explicó en días pasados el coordinador zonal Austro del ECU-911, Fernando Figueroa, se consideran  llamadas mal intencionadas a todas las alertas en las que hay insultos, burlas, acosos y agresiones contra el servicio. Dentro de éstas se encuentran también las llamadas de gente que no habla.

Uno de los problemas para las llamadas es que hay teléfonos celulares que se marcan solos, porque las personas acostumbran llevarlos en sus bolsillos o carteras y las teclas se activan al mezclarse con las cosas o por presión del mismo portador.

Algo similar sucede con presionar la tecla con el numeral 5 en los teléfonos celulares, que emite un mensaje de alarma en la Unidad de Policía Comunitara más cercana al domicilio o local comercial afectado, explicó María Gabriela Pilacuán, miembro de la Policía encargada de socializar el buen uso de los botones de seguridad como instrumentos de prevención y atención de emergencias en Guayaquil.

Figueroa comentó que algunos equipos cuentan con teclas programadas que al momento de presionarlas, así sea por error, direccionan la llamada al ECU-911.

También hay llamadas realizadas por grupos de personas que llaman a burlarse, solicitando recargas de celulares, ordenando comida rápida, entre otras supuestas bromas.

“La presencia de llamadas falsas, muchas de las veces, obliga a que los operadores deban ceñirse a un protocolo de preguntas cuando se hace una llamada de emergencia, de ahí el pedido a la ciudadanía, a los niños, a los jóvenes, que el servicio del ECU-911 es para salvar vidas, atender emergencias, no para gastar bromas, pues más hay una pérdida de tiempo que bien puede ser utilizado en salvar  vidas, resaltó Homero Arellano, ministro coordinador de Seguridad, el pasado 13 de octubre en su visita al ECU-911 de Machala.

En la dependencia de Samborondón (Guayas) se recibe un promedio de 1.200 llamadas al díaCésar Navas, coordinador de esta dependencia, informó que gracias a la tecnología con que cuenta el ECU-911 se puede detectar el número y ubicación de las llamadas malintencionadas. Agregó que es mejor decir que se equivocó al llamar al 911 que simplemente cortar la llamada, porque queda registrada. “En una llamada falsa al 911, una persona podría movilizar una ambulancia a una emergencia que no existe. Esa misma herramienta se necesitaría para una urgencia real”.

Según estadísticas internas, el turno más “suave” es de 24:00 a 08:00, mientras que en el que hay mayor cantidad de emergencias es el de la tarde-noche. En los fines de semana, el horario de 16:00 a 24:00 recibe un promedio de 1.200 llamadas. Entre semana, esta misma jornada recepta cerca de 700.

En procura de solucionar esta problemática, el ECU-911 firmó un convenio con el Ministerio de Educación para incorporar en la malla curricular de educación básica no solo lo que es el 911, sino temas vinculados a seguridad ciudadana.

El plan contempla la difusión de pequeñas pastillas, un programa que sea básico, pero que permita cambiar la conducta de nuestros niños y jóvenes en este campo.

Actualmente hay 2 centros nacionales ubicados en Quito y Guayaquil; 4 zonales: Portoviejo, Cuenca, Machala  y Ambato; y 2 locales en Esmeraldas y Santo Domingo.