Mijaín López es un gigante bonachón de casi dos metros que devora comida y rivales. En Río de Janeiro, este cubano podría colgarse su tercer oro consecutivo y convertirse en la nueva leyenda de la lucha olímpica. López no está excedido en expectativas. A sus 33 años es bicampeón olímpico y pentacampeón mundial. ¿Qué le falta? Ir a Río por la gloria: convertirse en el séptimo gladiador con tres títulos en más de 100 años de lucha olímpica.  

“La tercera medalla es lo que me pide el pueblo”, declaró ayer López a medios cubanos, poco antes de partir a Río de Janeiro como abanderado, por tercera vez consecutiva, de la delegación olímpica cubana.

López, quien luchó contra su voraz apetito para no perder ante la báscula, mide 1,96 metros y pesa 130 kilos. Una mole de músculo que ya conquistó las coronas en Pekín-2008 y Londres-2012.

En Río tendrá la oportunidad de desquitarse del turco Riza Kayaalp, el único que ha podido derrotarlo en dos ocasiones en los últimos 9 años. Ambos se enfrentaron cinco veces, con ventaja para el cubano de tres a dos, pero López aún sangra por la derrota que tuvo con Kayaalp en el Mundial de Las Vegas-2015 (ya lo había vencido en el Mundial de Estambul-2011).

De formidable potencia física y técnica, e inusual velocidad para un luchador de pesos pesados, López tuvo una preparación de lujo para Río, que incluyó su participación por primera vez en el circuito profesional Bundesliga (Alemania), donde ganó todos los combates (4).

Se impuso en el Gran Prix de España y en el torneo Granma-Cerro Pelado (Cuba), y cumplió una base de entrenamiento en Azerbaiyán.

Con el peso, un problema que lo  ha perseguido a lo largo de su carrera y exigido grandes sacrificios en la dieta, tampoco habrá problemas. “Se ha estabilizado”, explicó el entrenador Pedro Val, quien lo guía desde que se incorporó al equipo cubano a los 17 años, en 1999.  

En Pekín y Londres, López combatió en la división de 120 kilos, pero ahora lo hará en los 130 kilos, categoría creada en 2013 en la lucha grecorromana y que le ha venido como anillo al dedo.

En Herradura, un poblado a 114 km al oeste de La Habana, donde nació y aún vive con su esposa, la bicampeona panamericana de esgrima Maylín González (retirada) y sus dos hijos, López practicó deportes desde niño.

Primero fue béisbol y más tarde sus dos hermanos mayores, que eran boxeadores, lo animaron a subir al ring, pero el deporte de los puños “nunca me llamó la atención”, contó a la prensa cubana.  

A los 10 años, López descubrió su pasión por la lucha. “Un entrenador me vio en Herradura y me dijo que tenía condiciones para ser un buen luchador” y “desde que llegué a ella sentí que ahí iba a hacer mi carrera”, agregó. Fuera de las colchonetas, López es un campesino “muy familiar”, que disfruta por igual la comida, “toda la música que le haga menear las caderas” y beber uno que otro trago, declaró su madre, Leonor Núnez. (I)

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Bylon, la mujer policía que subirá al ring de Río   

La agente de Policía panameña Atheyna Bylon, campeona del mundo de boxeo, buscará en Río de Janeiro-2016 la gloria que no consiguieron en unos Juegos Olímpicos leyendas de su país, como Roberto ‘Manos de Piedra’ Durán.

Bylon, medalla de oro en la categoría de 69 kilos en el Mundial de boxeo femenino de 2014 en Jeju (Corea del Sur), será la primera mujer policía que representará a Panamá en unos Juegos Olímpicos.

A sus 27 años, esta amante de la cocina acudirá a Río de Janeiro con el objetivo de lograr el oro, pese a que competirá en los 75 kilos. Para ello entrena dos veces al día en las instalaciones centrales de la Policía Nacional de Panamá, de la que es agente   hace siete años. En un pequeño gimnasio equipado con máquinas para hacer ejercicios, Bylon se prepara ante la mirada de algunos de sus compañeros.

A un lado, un viejo y destartalado ring sirve para entrenamientos con sparrings.“En el momento de subir al ring somos dos mujeres con dos manos. No le temo a ninguna boxeadora, pero sí respeto a todas las rivales”, argumenta Bylon.  

Cuenta que en 2012 tuvo su primer contacto con el boxeo después de que sus compañeros le insistieran para que participara en una competencia interna de la Policía.

“No quería participar ya que no me llamaba la atención el boxeo, solamente ver las peleas”, afirma Bylon. Esta deportista es una de las 10 atletas que en Río representarán a Panamá, un país cuyo historial olímpico se reduce a una medalla de oro (Irving Saladino en salto largo en Pekín-2008) y dos de bronce (Lloyd LaBeach en los 100 y 200 metros planos en Londres-1948). (I)