El abogado Juan Bravo, con 70 años de edad y 35 de experiencia laboral, afirmó que jamás pensó que la Corte de Justicia del Guayas cambiaría su apariencia de una manera tan radical, pues hace un poco más de 12 meses el edificio parecía que se venía abajo.

Bravo fue uno de los primeros visitantes del edificio conocido como ‘Palacio de Justicia’, que ayer reabrió sus puertas tras un proceso de restauración y donde ahora están situadas todas las salas de la provincia en las materias: Civil y Mercantil; Laboral, Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia; Contencioso Administrativo, Contencioso Tributario y Penal (Militar, Policial, Tránsito y Colusorios).

“Vine a ver la modernización, esto es una verdadera elegancia, pero ahora tenemos que ver cómo será la administración de justicia”, manifestó el profesional en libre ejercicio.

Al tiempo que Bravo recorría las instalaciones situadas en las avenidas Nueve de Octubre y Quito, las partes procesales de la primera audiencia en materia penal solicitaban información en la recepción, donde funcionarias del Consejo de la Judicatura les dieron indicaciones sobre cómo llegar al estrado.

De esta manera, a las 08:15 arrancó la primera diligencia en el edificio renovado, en la Primera Sala de lo Penal, causa número 740-2013. Para ayer estaban previstos, solo en esta materia, 17 juicios, mientras que en lo Laboral fueron convocados 7; con respecto a lo Civil, Contencioso Administrativo y demás, no había programación.

No faltaron los usuarios que llegaron con la idea de realizar diligencias que no correspondían al sitio, por lo que las operadoras les indicaron que ahí nada más pueden ingresar requerimientos o escritos, revisar expedientes, presentarse a audiencias, pero solo relacionadas con las salas, y solicitar entrevistas con el presidente de la Corte provincial, Francisco Morales.

Los que estaban en el lugar indicado pasaban a la tiquetera virtual para tomar su turno; los que no, recibían instrucciones sobre cómo llegar a la unidad judicial de su interés.

Bravo, quien solo fue a conocer porque no tenía ningún trámite pendiente, siguió con su inspección por la Corte, que en la planta baja posee amplio sitio de espera y nueve ventanillas para entregar y solicitar documentos.

En los dos primeros pisos quedan las 21 salas de audiencia. En el segundo también está el auditorio; el tercer piso alberga una central de información; desde el cuarto hasta el octavo se ubican las oficinas de los funcionarios judiciales y en el noveno se aloja el despacho de Francisco Morales.

A favor y en contra del modelo de gestión
Otro de los visitantes fue el abogado Jaime Damerval, quien al requerir información sobre cómo llegar al despacho de un amigo magistrado, en la recepción le explicaron que el actual modelo de gestión solo permite el contacto con los árbitros al momento de la audiencia, con el fin de evitar presiones de cualquier tipo en los procesos.

Frente a ello, Damerval expresó su disconformidad, pues a su criterio esto convierte a los jueces en ‘seres sin rostro’, lo que ‘obstaculiza la administración de justicia’.

Pero para Félix Intriago, presidente de la Segunda Sala de lo Laboral, el sistema no tiene otro fin que modernizar y asegurar un servicio equitativo de manera ordenada, por lo que pide a la ciudadanía comprensión. “El principal objetivo es brindar justicia y que el ecuatoriano se sienta servido en este aspecto”, dijo.

Bravo, quien continuaba su exploración por los pasillos, finalmente mencionó el hecho de que no se pueda ver a los ministros y aunque resulte incómodo, no debería afectar en la atención de los usuarios. “Ojalá despachen pronto los procesos, porque las cosas no solo deben ser elegantes, deben caminar”.