Delia (nombre protegido) tiene 27 años, es madre de una niña de 8, a la que no ve desde hace cuatro meses. Ella era el sustento económico de la menor, hasta que fue detenida el pasado 9 de enero, mientras consumía drogas en una cancha cerca a su casa. Los amigos con quienes estaba corrieron cuando vieron a los policías. El parte policial dice que tenía en su poder 50 gramos de marihuana.

Cuando una persona es detenida con algún tipo de droga, inmediatamente se le debe tomar una muestra de orina para determinar si en su cuerpo hay restos de alguna sustancia. Sin embargo, a Delia no le hicieron ese examen. Posteriormente su defensa pidió que se le realice un test psicológico, que consiste en una entrevista a cargo de un perito, el mismo que indaga sobre algunos factores ambientales, personales,  familiares y situaciones relacionadas a por qué consume drogas.     

DATOS

Según lo aprobado en sesión  del Consejo Directivo del Consejo de Sustancias Estupefacientes (Consep), las dosis máximas de consumo, tal como lo propuso el Ejecutivo a la Asamblea Nacional en octubre de 2011, serían de:  marihuana o hachís (la droga más consumida según las últimas encuestas del Consep), 10 gramos; opio, hasta 4 gramos; diacetilmorfina o heroína, hasta 100 miligramos; cocaína, hasta 5 gramos.

La extinción penal de la causa para que una persona salga libre puede demorar 60 días. Luego, las personas se encuentran con situaciones complejas, con pérdidas de trabajos y problemas en el hogar.
Su abogada defensora, Soraya Mora, solicitó un registro del trabajo de Delia e incluso se adjuntaron los aportes que realiza al Seguro Social, para comprobar que no era comercializadora de droga. Pero la prisión preventiva no le fue revocada.

El diagnóstico del médico que la revisó fue que Delia es consumidora de estupefacientes desde los 11 años y que incluso estuvo varios meses internada en el hospital Pablo Arturo Suárez por abuso peligroso de sustancias. “La mujer es dependiente de marihuana y base de cocaína”, indicó el informe.

Según el Art. 30 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, “ninguna persona será privada de su libertad por el hecho de parecer encontrarse bajo los efectos de sustancias sujetas a fiscalización”.

El perito ratificó que la imputabilidad a esta persona la debía determinar el juez, tomando en consideración lo que señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece que la farmacodependencia es una enfermedad; sin embargo, también se señaló que la cantidad de droga encontrada a Delia es excesiva para el consumo inmediato de una persona. Entonces, ratificaron la prisión.    

“El perito siempre hace referencia al consumo inmediato, lo que se puede acabar ese día, pero no toma en cuenta que los farmacodependientes compran la droga para consumo permanente”, indica Mora. Añade que este es uno de los pasos donde los procesos judiciales en temas de drogas empieza a trabarse.

Los abogados defensores de personas consumidoras critican el hecho de que a los policías les suban puntos en sus cursos de ascenso por cada detención que hagan, sin una verdadera evaluación  de si esta fue legal o no y del proceso que tuvo.   

Es un drama social y  económico la falta de proporcionalidad en las penas por los casos de drogasEl mismo problema señala Patricio Yanchapaxi, quien durante el seminario “Proporcionalidad de las Penas”, realizado por el Ministerio de Justicia, manifestó que la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas debe ser modificada, pues debido a las demoras, únicamente se genera carga procesal y falta de garantías para quienes son detenidos bajo presunto delito de tenencia de drogas.

Otra de las diligencias que se ordena en estos casos es la denominada “destrucción de la droga”, cuando, mediante orden de un juez, esta se saca del empaque, ya sea plástico o papel, y se obtiene el peso neto de la sustancia. Sin embargo, según Mora, en la Ley de Sustancias Psicotrópicas y Estupefacientes no existe un tiempo determinado para este procedimiento. En el caso de Delia, el juez demoró meses en ordenar esta acción.

El proceso no concluye ahí, pues si la persona es llamada a juicio, aún se debe contabilizar el tiempo de las audiencias preliminares hasta llegar a la sentencia.     

Mora agrega que los cargos bajo los que se acusa en temas de drogas son muy amplios, siendo difícil determinar o separar los delitos de tenencia, comercialización o transporte de sustancias. “Da lo mismo que alguien sea encontrado con un gramo o con cien gramos, pues todos están dentro del mismo sistema y las penas son  duras”. A Delia le pueden dar más de 4 años de prisión.

Otra de las diligencias que se ordena es la  denominada “destrucción de la droga”Otro caso es el de Álex T., quien fue detenido con 13 gramos de peso bruto de droga, pero luego de la destrucción el peso quedó en 7 gramos. Aunque se determinó que era consumidor, fue acusado de expendio y sentenciado a 4 años.  

Enrique S. fue detenido desde el 18 de enero hasta el 23 de mayo, “el juez tardó cinco meses en determinar que por ser consumidor no se le puede sancionar”, dice la abogada Soraya  Mora, a quien constantemente le llegan casos de este tipo, que incluyen pérdidas de trabajo de los consumidores y una marca en sus antecedentes penales.

César S. y Daniel M. tenían en su poder cinco gramos de marihuana al momento de su detención hace dos meses y aunque el fiscal no pidió prisión preventiva, la jueza la ordenó. Según los defensores, esto fue arbitrario, pues una magistrada no puede agravar la situación del detenido. Luego, en el recurso de apelación,  sin audiencia ni presencia de las partes, ratificaron la prisión.  

Los magistrados se demoraron dos meses en resolver el proceso, aunque la ley señala un plazo de 10 días.