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Hijo de desaparecido en escena

"La lucha la empezó mi madre, ahora la sigo yo"

"La lucha la empezó mi madre, ahora la sigo yo"
Foto: William Orellana/El Telégrafo
25 de agosto de 2016 - 00:00 - Redacción Justicia

Pisar el viejo muelle donde su padre, Johnny Gómez Balda, supuestamente estuvo por última vez antes de ser arrojado al estero y asesinado a tiros por la Policía, entristeció mucho a Johnny Gómez Guerra, pese a que él particularmente no cree en la versión del testigo Erwin Vivar. “Todo esto es muy difícil. Estar aquí sabiendo que mi padre no está vivo”.

Sin embargo para él, significaría mucho hallar aunque sea un zapato o una prenda de su progenitor, al cual dejó de ver cuando tenía 5 años de edad. “Encontrar su cuerpo no lo creo posible. Este año ya son 14 años de su desaparición y necesito una respuesta y por eso estoy aquí acompañando a mi mamá. Ya soy mayor de edad y necesito saber la verdad. Me siento muy mal, pero tengo  fuerzas para ayudar a mi madre. No puedo dejarla decaer”.

El joven, abrazado a Dolores Guerra Tábara, continuó mirando al horizonte y luego caminó aferrado a ella hasta el filo del atracadero cuyas estructuras se caen a pedazos por la falta de mantenimiento. Después, fijó su mirada en el trabajo de los buzos que se sumergían y salían sin nada en sus manos y volvía su rostro al pecho u hombro de su mamá, quien lloraba desconsolada.

Guerra lamenta, tras una conversación con una funcionaria de la Fiscalía, que la posibilidad de dragar el estero sea muy difícil porque ese trabajo costaría al Estado un millón de dólares. Gómez Guerra dijo que no se dará por vencido en la búsqueda de la verdad de lo que le pasó a su padre; las respuestas están en manos de la Policía.

“No fue un animal el que se llevaron, no fue un animal el que desaparecieron. Fue una persona, un ser humano que tenía derecho a la vida. Voy a estudiar Jurisprudencia, porque la lucha continúa. Esto se va de largo, no se detiene aquí. Yo lo he dicho y lo vuelvo a repetir. Podrán apagar la voz de mi madre, pero la mía no. Tengo 18 años y esto recién empieza, pese a los 13 años que han pasado. No voy a descansar en descubrir la verdad”. Johnny y su progenitora seguirán las diligencias hasta el final. (I)

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