Un total de 260 toneladas 394 kilos 6 gramos de droga ha sido decomisado por la Policía Antinarcóticos entre el 15 de enero de 2007 y el 5 de noviembre de este año, período de ejercicio del presidente de la República, Rafael Correa.

Esta cantidad de droga, según estadísticas procesadas por la Policía, supera enormemente las 143 toneladas 609 kilos 9 gramos de alcaloide incautadas durante los 3 períodos presidenciales anteriores (Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio).

El trabajo realizado por los agentes es reconocido a escala internacional, puesto que el Informe Mundial sobre las Drogas 2013 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), incluye a Ecuador en el listado de los 10 primeros países que mayor éxito registran en la lucha contra este problema mundial, ubicándolo en el cuarto puesto en incautación de estupefacientes por vía marítima.

Asimismo, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en su informe publicado el 5 de marzo de 2013, reconoce los éxitos y logros del Gobierno Nacional en su continua lucha contra las drogas.

Como en ocasiones anteriores, el reporte afirma que Ecuador no es productor de drogas y que se han tomado las medidas inmediatas y necesarias para erradicar cualquier cultivo a pequeña escala, una vez que se identifica.

También reconoce legítimamente los retos de Ecuador frente al hecho de estar situado entre Perú y Colombia, dos de los territorios de mayor producción de sustancias ilícitas en el mundo.

Estos reconocimientos coinciden con la política del Gobierno de cero tolerancia a la delincuencia organizada transnacional, lo que, según refirió en días pasados el ministro del Interior, José Serrano, demuestra que se va por el camino correcto y ratifica que la Policía Nacional es una de las más efectivas en la región en la lucha contra las organizaciones narcodelictivas.

Al referirse a este tema, Jorge Solórzano Ferrando, quien hasta mayo de 2011 se desempeñó como fiscal antinarcóticos, indicó que el resultado de estas incautaciones se debe a un efectivo trabajo de la Policía que debe lidiar con un negocio ilícito que ha progresado.

“Hay cosas que me han sorprendido en mi ejercicio como fiscal, que duró 11 años. Por ejemplo, cuando encontré a un ciudadano colombiano que podía mezclar la heroína con agua y recuperar el 70% de la sustancia bajo un sistema parecido al baño María. Eso es lo más sorprendente que he visto”, indicó.

Agregó que la ubicación estratégica del Ecuador, junto al océano Pacífico y en medio de los dos principales productores de droga, hace que todos los caminos se dirijan a Guayaquil y Manta, en cuyos puertos se ha registrado el mayor número de incautaciones (tráfico de droga por vía marítima).

Como resultado de estas operaciones policiales se han logrado varias capturas importantes.

Con relación al microtráfico (expendio de droga al menudeo), dijo que es difícil de controlar, a pesar de la vigencia del reglamento habilitante que emitió el Consep y que resulta beneficioso, puesto que fija medidas. Cita como ejemplo que si una persona es detenida con una cantidad determinada de marihuana, ahora se la puede calificar como traficante, salvo que demuestre que la consume. Antes de entrar en vigencia este reglamento no se podía estipular eso.

“Recuerdo que en una ocasión, un juez, que ahora está jubilado como yo, determinó que un ciudadano italiano, que fue detenido en el aeropuerto en poder de un kilo y medio de droga, la llevaba para consumo personal; esa situación quedaba a discrecionalidad de los jueces”, relató el exfiscal, quien añadió que, para optimizar resultados, se debería implementar el sistema utilizado en otros países, como Colombia o Estados Unidos; es decir, que los años de la pena se relacionen con el peso de la droga que transporte.

El Ministerio del Interior destacó el trabajo que identificó y desarticuló redes de organizaciones criminales que insertan sus células para coordinar tráfico de drogas.

En las investigaciones policiales, bajo la dirección de la Fiscalía y en otros casos mediante intercambio de información con nuestros similares de otros países, se determinó que los carteles y bandas criminales de Colombia y México han organizado grupos que están bajo su dependencia y colaboran en diferentes actividades ilegales.