En San Miguel del Morro, comuna aledaña al cantón Playas, 520 habitantes participan en un proyecto de agro-producción que tiene como fin impedir que en la zona se desarrollen actividades relacionadas con el narcotráfico.

En el 2011 la Policía detectó un centro de acopio de cocaína oculto entre sembríos de maracuyá. La droga presumiblemente venía desde Perú y tenía como destino final los países europeos.

Justo Figueroa, habitante del sector, comentó que el hallazgo sorprendió a los comuneros, pues nunca imaginaron que en el sitio se efectuaban tareas ilícitas. “En esa hacienda criaban ganado, pollos y chanchos, hasta que llegaron unos extraños y le ofrecieron al dueño un buen precio por las tierras, él se ilusionó y negociaron”, relató Figueroa.

Para evitar que esto se repita, el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) ejecutó el plan de desarrollo alternativo y preventivo, con el respaldo del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).

El plan contempla la siembra de maíz en 300 hectáreas y la instalación de un centro de transferencia de conocimientos en la comuna.

Los moradores también se capacitan en técnicas de cultivo, cosecha, poscosecha y comercialización.La primera etapa abarca 160 hectáreas de cultivo de maíz, pero están previstos otros productos a futuro, por ejemplo, fréjol negro, que podría exportarse a Centroamérica.

Fernando Goya, otro de los moradores, explicó que tienen lotes asignados para realizar el cultivo y que el agua proviene del canal de Chongón. “Hay 3 kilómetros de distancia hasta donde el agua llega por gravedad y en ese punto ya hay estaciones de bombeo”.

Blanca Figueroa, también habitante, comentó que antes solo sembraban en el invierno, porque no tenían agua; pero eso cambiará una vez que culminen de instalar el sistema de riego, que según lo planificado estaría listo en mayo.

Justo Figueroa espera que cada hectárea rinda 120 quintales de maíz. “Recuerdo que cuando el invierno ha sido malo (falta de lluvias) he sacado solo 20 quintales”.

Esteban Yépez, director nacional de Desarrollo Alternativo y Preventivo del Consep, explicó que los trabajos iniciaron apenas se detectó el caso de droga, para evitar su proliferación. “Esta es una zona muy vulnerable al narcotráfico (...) Nos interesa que la gente recupere sus capacidades de agricultura, que ellos aprendan el manejo de la tierra y puedan vivir de eso”, dijo Yépez.

Con respecto al financiamiento, detalló que el Ministerio de Agricultura instala el sistema de riego, les da las semillas, brinda capacitación técnica, provee de insumos y compra las primeras cosechas. “El mercado está asegurado, no corren riesgos los agricultores, con esto ya pueden iniciar un ciclo de generación de ingresos lícitos constantes, la infraestructura queda en sus predios y el beneficio es para toda la comunidad”, detalló.

Entre los resultados en San Miguel del Morro constan 160 hectáreas de maíz sembrado, 25.600 quintales de cosecha (2 por año) y la capacitación de 50 personas en técnicas de cultivo y comercialización.

Proyectos en otras provincias

Yépez informó que a nivel nacional se desarrollan 7 proyectos en Sucumbíos, Esmeraldas, Chimborazo, Santa Elena, Guayas, Manabí y Loja, estos iniciaron en 2013. Indicó que el trabajo depende de la zona, no siempre es agricultura.

Asimismo, dijo que tienen identificadas las zonas vulnerables y saben dónde deben actuar, no obstante están en planificación.

Ecuador lanzó un sello de Desarrollo Alternativo Preventivo para llegar a Europa con los productos que salgan de estos proyectos que combaten el narcotráfico, agregó.

“Es una parte de la responsabilidad compartida que tenemos todos los países, pero en especial con los europeos, porque siempre nos han dividido en países productores (Ecuador es considerado de tránsito) y consumidores; los 2 tenemos responsabilidad en el problema de las drogas, entonces nosotros debemos disminuir la producción y ellos también tienen que aportar, en este caso nos abren el mercado para nuestros productos”, comunicó.