Ecuador, 28 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

A partir de la infidelidad de su esposa empezó a matar

Kiss conservó en bidones con alcohol a sus víctimas

Kiss conservó en bidones con alcohol a sus víctimas
31 de julio de 2015 - 00:00 - Redacción Justicia

Cuando los soldados bajaron al sótano de la casa del húngaro Bela Kiss se llevaron un gran susto al abrir los bidones de metal y no hallar la gasolina que buscaban, sino los cadáveres conservados en alcohol de por los menos 30 mujeres.

Era 1877 cuando Bela Kiss nació en Hungría. Recibió la educación de sus padres. En 1900, a sus 23 años, se instaló en el pequeño pueblo de Czinkota, cercano a Budapest, junto con su esposa María, de 15 años de edad. Kiss y María se ganaron el aprecio de sus vecinos por su forma de actuar con ellos.

Kiss, propietario de una fábrica de hojalata en Czinkota, tenía dinero, de modo que cuando llegó al pueblo alquiló una casa y empleó a dos criados que pasaban la noche en sus propios hogares por deseo expreso del húngaro.

Ambos empleados hablaban maravillas de su atención, pero coincidían en que tenía gustos raros y era poco comunicativo. En general, la gente del pueblo lo tenía por un hombre respetable y educado.

Kiss con frecuencia viajaba para atender sus diversos negocios. En esas largas temporadas fuera de casa, su esposa María empezó una relación amorosa con el artista Paul Bihari. Los habitantes del pueblo se percataron de que la mujer se veía con su amante en la casa.

Un día llegó Bela y solo encontró una carta de su esposa que le avisaba de su abandono. Los criados lo hallaron llorando con la carta en la mano. A partir de este incidente los despidió y pasó la mayor parte de su tiempo en soledad.

Su nueva etapa de vida

En 1912 Kiss contrató a la señora Jakubec como ama de llaves. Y empieza a frecuentar una serie de mujeres de excelente posición económica y sin parentesco.

Un día le dio vacaciones a la ama de llaves, porque quería estar a solas con una antigua amiga, la distinguida mujer llegó a la casa. Días después Bela llamó a la señora Jakubec para que volviese al trabajo.

Nuevamente viajó a Budapest y volvió con otra mujer a la casa. En esta ocasión era una chica más alta que la anterior y el ama de llaves tuvo órdenes, otra vez, de no volver a la residencia hasta nuevo aviso.

En esa época se publicaba en los periódicos las desapariciones de varias mujeres adineradas. La Policía sospechaba de un hombre identificado como Hoffman, el cual también acabó desapareciendo.

Un día Kiss se reunió con el Condestable (oficial del ejército y representante del rey en el pueblo), con quien trataron el tema de la anunciada guerra y las deficiencias en combustible que tenían.

Así fue como el húngaro lo invitó a ver sus instalaciones en el sótano, que consistían en unos depósitos cilíndricos en los que había ahorrado gasolina. Con el estallido de la primera guerra europea, Kiss disminuyó sus viajes y citas con féminas.

Reclutamiento y finge su muerte

Kiss alegó no poder enrolarse en el ejército porque padecía del corazón, pero luego de un chequeo médico comprobaron que la enfermedad era falsa y lo reclutaron.

Antes de ir al campo de batalla le confía la llave del sótano al Condestable, para que hiciera uso del combustible en caso de que él muriera.

La noticia de la muerte de Bela Kiss en un hospital de Belgrado se recibió 5 meses después de su partida, en 1916. En ese momento el Condestable hace pública la donación de los bidones de combustible de Kiss.

Un día pasó por allí un camión militar que necesitaba gasolina y el Condestable manifestó que podían usar el combustible de los bidones de Kiss.

Así, el oficial del pueblo les ofreció que cogieran uno de los bidones y los soldados bajaron al sótano, donde trataron de mover uno de los bidones, pero se quejaron de que algo sólido parecía moverse dentro del líquido y pesaba demasiado.

Los hombres abrieron el bidón y gritaron al unísono al descubrir a una joven desnuda, estrangulada con una bufanda de seda y conservada en litros de alcohol.

Los soldados tomaron valor y abrieron el resto de los bidones y en cada uno de ellos descubrieron cuerpos jóvenes, desnudos y asesinados del mismo modo, conservados en alcohol. Solo un bidón contenía gasolina.

Ante este macabro hallazgo, la Policía de Czinkota inició una indagación y en los días siguientes se hallaron 10 cuerpos más enterrados en el jardín y 12 en un bosque cercano. También aparecieron, en el sótano de la casa, los cuerpos de María (su exesposa) y su amante, estrangulados.

Eran 24 cadáveres; 23 mujeres y un hombre. Cada fémina que llegó a casa de Kiss fue poseída y estrangulada.

La Policía halló que los cadáveres tenían marcas de agujas en el cuello y sus cuerpos habían sido desangrados. Una de las víctimas fue identificada como Katherine Vargas.

Atraía a mujeres millonarias

Durante la investigación, los agentes confirmaron que el principal sospechoso de las desapariciones de mujeres, Hoffman, era en realidad Bela Kiss.

Él había mantenido correspondencia con más de 20 mujeres gracias a los anuncios matrimoniales de un periódico, los cuales le permitieron conocer la posición económica de las candidatas.

Las autoridades descubrieron que Kiss, bajo el apellido Hoffman, seducía a mujeres con promesas de matrimonio convenciéndolas de visitarlo en su casa y entregarle su dinero, escogiendo a sus víctimas entre las que carecían de familia o no serían echadas de menos.

No lograron atraparlo

El jefe de policía local, Charles Nagy, ordenó la detención de la ama de llaves, a quien Kiss le había dejado su dinero.

Ella llevó al oficial a una habitación secreta que le había prohibido abrir, en ese lugar hallaron cartas dirigidas a 74 mujeres, firmadas bajo la identidad falsa de Hoffman; así como libros sobre envenenamiento y técnicas de estrangulamiento. La correspondencia más antigua era de 1903.

Un día llegó a Budapest la noticia de que Bela Kiss no estaba muerto, sino que había desertado y cambiado su identidad por la de un militar fallecido.

Varios relatos se difundieron sobre los lugares donde estaría el húngaro, como Sudamérica, donde pasaría desapercibido; pero no se supo más de él, desapareció por completo. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media