La Fiscalía solicitará asistencia panameña para tomar versión al ex dictador de Panamá, Manuel Antonio N., de 82 años de edad y recluido aún en un centro de privación de libertad.

En audiencia realizada la tarde de ayer en la Corte Nacional de Justicia, el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, solicitó la vinculación del general panameño y de 4 ecuatorianos, a la instrucción fiscal en el caso de secuestro y ejecución extrajudicial de Arturo Jarrín, ocurrida en octubre de 1986.

La jueza Silvia Sánchez calificó de procedente la solicitud y en la diligencia judicial dispuso la vinculación de Manuel Antonio N., Fausto Rubén P.,, José Antonio V., Oswaldo Enrique M. y Pedro Antonio C. al caso Arturo Jarrín. A los 3 últimos les dictaron prisión preventiva.

Chiriboga manifestó que la “Fiscalía ha recabado a través de varios testimonios anticipados que en dos o tres audiencias hemos presentado ante la jueza que conoce el caso, algunos elementos de convicción, para la vinculación de varias personas al proceso”.

Insistió en que la persona que rindió su testimonio anticipado dijo que quien ordenó la detención de Jarrín fue el general Noriega y que él fue entregado sano y salvo a las autoridades ecuatorianas en la embajada. Además presenció que lo drogaron con una inyección.

El funcionario pidió la presencia de un representante de la embajada de Panamá en Ecuador, ya que Noriega cumple una condena en su país. “De la investigación  que tenemos salen algunos elementos en contra del asociado al caso, vamos a pedir una asistencia a ese país para informar de este hecho a las autoridades judiciales panameñas”.

Informe de Comisión de la Verdad

Según un resumen ejecutivo de los relatos de la excomisión de la Verdad, el líder máximo del movimiento Alfaro Vive Carajo, (AVC), fue apresado en la ciudad de Panamá y trasladado a Quito por autoridades ecuatorianas que no respetaron los procesos de extradición.

De acuerdo con el reporte, en Ecuador Jarrín fue torturado, violentado sexualmente y finalmente  apareció asesinado en el barrio de Carcelén. La Policía argumentó que se trató de un enfrentamiento y que no estuvo en Panamá.

Sin embargo, un exagente de las Fuerzas de defensa del país centroamericano, en un documento entregado a Chiriboga, señala que el general Noriega, exgobernante de Panamá, dispuso la detención de Jarrín a pedido del extinto presidente de Ecuador, León Febres-Cordero. La orden fue impartida al jefe del G-2,  coronel Bernardo Barrera, quien a su vez dispuso al exagente la localización y posterior captura de Jarrín.

En su declaración anticipada el exagente de Inteligencia panameño del G2, Bernardo N., quien capturó a Arturo Jarrín, señaló que por disposición del presidente de ese entonces Manuel Antonio N., el 24 de octubre de 1986 lo entregaron con vida a 3 policías ecuatorianos, los que trasladaron al detenido en un avión ambulancia contratado hacia el Ecuador. Al llegar a Quito, Jarrín fue llevado a Tambillo, al lugar conocido como ‘La Remonta’, en donde se encuentran las caballerizas de la Policía Nacional. Allí fue torturado, según lo reveló la autopsia.

Según las investigaciones de Fiscalía, Jarrín  fue ejecutado extrajudicialmente en Carcelén, norte de la capital, el 26 de octubre de 1986. (I)