La voz de Luis Vaca trastabilla cada vez que rememora cómo una patrulla militar lo detuvo, junto a Susana Cajas y Javier Jarrín, el 10 de noviembre de 1985, en la ciudad de Esmeraldas, cuando acudían a una convención de  Alfaro Vive Carajo (AVC), grupo al que el gobierno de León Febres-Cordero consideraba subversivo, enemigo del Estado.

A diferencia de sus compañeros que fueron liberados días después, Vaca permaneció más de 2 años en  una de las celdas del Agrupamiento de Entrenamiento e Inteligencia Militar (AEIM), en Conocoto.

El coronel Apolo, implicado en el juicio como autor de desaparición forzada, dice que el anterior jefe del AEIM, Juan Viteri, le informó que usted no quiso ser liberado por temor a que sus compañeros tomen represalias en su contra, supuestamente porque en AVC existía un tribunal de disciplina.

¿Cómo se inventarían todo eso? Posiblemente digan eso en el juicio. En AVC yo no sabía qué hacía mi compañero de al lado, es decir, éramos compartimentados.

La finalidad de esto era que si caían y les tocaba hablar, digan lo que saben para que no sufran.

En las versiones de los militares implicados se dice que un compañero suyo, de apellido Flores, habría sido sancionado por ese tribunal...

En el asalto al Banco del Pacífico, uno de ellos habló y esa fue la causa por la que cayó Ricardo Jarrín en una casa de seguridad y no en el operativo. No pasó nada. Igual en el caso Nahím Isaías, alguien debió delatar pero tampoco pasó nada y ahora se inventan eso. El justificativo para mi retención.

¿En algún momento, usted se negó a dejar su celda?

Salir y que eso me signifique la ley de fuga, como dicen los militares (ejecución extrajudicial),cómo voy a decir que sí. Pero nunca me negué a salir, ni he hablado con esos militares. Eso lo inventan para que no les pase nada.

Existen generales que lo liberaron. De alguna forma, ¿cree usted que habría personas inocentes que han sido implicadas  en este caso?

No sé, ni los conozco. Es una investigación de la Fiscalía. El problema es que nosotros no tenemos cómo identificar a los que nos pegaban y torturaban. Por la orden de mando es lo que están implicados estos generales, porque deben haber dicho saquen esta información y los otros lo hacían a como dé lugar. Los generales sentados en sus escritorios y nosotros en sufrimiento.

No sé de leyes. Todo lo dejo a la justicia, si ésta los libera es que no han tenido la culpa, y si no, son culpables.

¿Durante su detención tuvo contacto con el jefe de la AEIM, el coronel Mario Apolo Williams?

No. Primero estuve un mes en un sótano y después me subieron al primer piso, a un cuarto con baño. Cuando ya tenían ganas de liberarme, ahí venía, no sé si era un oficial, para preguntarme si voy a avisar a los Derechos Humanos. Sí avisé, para protegerme de que no me vayan a matar.

¿Cómo fueron sus últimos meses en el AEIM?

Cuando subí al primer piso, fueron unos 6 meses que ya no me pegaban, pero solo el hecho de que golpearan la puerta era... uno estaba traumado. Una vez me dio ganas de matarme. Hice una soga con una toalla y me colgué, pero para mala suerte se rompió el palo.

¿Lo amenazaron al momento de liberarlo?

No, un hombre encapuchado hasta me abrazó y deseó que me vaya bien.