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1.400 personas perdieron la vida en accidentes de tránsito en siete meses

Los buses que salen de la Terminal Terrestre de Guayaquil pasan por la revisión de los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
Los buses que salen de la Terminal Terrestre de Guayaquil pasan por la revisión de los agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
Foto: José Morán / El Telégrafo
02 de octubre de 2017 - 00:00 - Redacción Justicia

Luis Ilbay está listo para manejar desde Guayaquil hasta Quito, un trayecto que se recorre en 8 horas. Él no conducirá todo ese tiempo, pues el auxiliar que lo acompaña tomará el volante a mitad del camino.

Este apoyo durante la jornada no es una cortesía de la empresa en la que trabaja, sino una norma establecida en el ‘Reglamento de Transporte Terrestre Público Intraprovincial de Pasajeros’. En el artículo 31 consta que: Los conductores de vehículos del servicio de transporte intraprovincial no deberán estar al volante más de 5 horas continuas en el servicio diurno o más de 4 horas continuas en el servicio nocturno. Cuando el viaje supere esos tiempos, la operadora deberá contar con 2 choferes.

La normativa agrega que en el Servicio de Transporte Intraprovincial, el conductor debe descansar por lo menos 2 horas entre jornadas. En todos los casos nadie deberá manejar más de 12 horas acumuladas, en un período de 24 horas.

Pero ¿esto se cumple? Luis asegura que en su empresa sí y no solo eso, sino que les facilitan habitaciones para descansar. No se atreve a comentar del resto de compañías.

“El descanso es importante, pues estamos llevando vidas. Definitivamente no es ideal conducir uno solo en un recorrido largo, por ejemplo yo viajé ayer al mediodía y el resto del tiempo descansé para este periplo”.

Más de 5 fallecidos por día

Hasta julio de 2017, de los 19.119 siniestros ocurridos en Ecuador, 439 tuvieron como causa conducir en estado de somnolencia o en malas condiciones físicas. Aunque el número es elevado, es superado grandemente por otras razones. Por ejemplo, 3.007 de esos siniestros se dieron por manejar desatento a las condiciones de tránsito; es decir, distraerse con el celular, pantallas de videos, comida, maquillaje o cualquier otro elemento. 2.659 fueron producto del exceso de velocidad y 2.536 por no respetar las señales reglamentarias de tránsito.

Como resultado de los 19.119 siniestros reportados, 1.400 personas perdieron la vida; un promedio de 175 cada mes, casi 6 ciudadanos cada día. A mediados de este mes, 13 personas murieron y 43 quedaron heridas en Otavalo. El chofer fue detenido el viernes.

Christian Gómez trabaja en una operadora que cubre la ruta Guayaquil-Esmeraldas, un viaje de entre 8 y 9 horas, más demorado en el día por el tráfico que se forma en Santo Domingo, esa parte es la más estresante del trayecto. Él también va acompañado de otro chofer y un oficial que lo ayudan ordenando las maletas. “En nuestra empresa nos exigen andar 2 conductores, sino no nos dan turnos de salida y nos sancionan”.

El chofer agregó que además les revisan los vehículos y periódicamente corroboran si han cometido infracciones o han perdido puntos en la licencia.

Pérdida de puntos

En Ecuador, 320.501 ciudadanos tienen licencia no profesional y 143.636 cuentan con licencia profesional. Sin embargo, no hay una cifra de cuántos de estos conducen los buses en las 200 operadoras de transporte interprovincial registradas.

De acuerdo con cifras de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), 888 choferes con licencia tipo D (para servicio de pasajeros intracantonales, interprovinciales, intra - provinciales, intrarregionales) han perdido puntos por diferentes infracciones. Principalmente por desobedecer las órdenes de las autoridades, exceder el rango moderado de límites de velocidad, no utilizar el cinturón de seguridad o estacionar en sitios prohibidos.

Los que más puntos han perdido son los que poseen licencia tipo E, un total  de  3.392. Este documento es para quienes manejan camiones pesados y extrapesados con o sin remolque de más de 3,5 toneladas.

Antes de salir de la Terminal Terrestre de Guayaquil, Luis y Christian pasaron por los controles que realizan los agentes de la Comisión de Tránsito de Ecuador (CTE). Nicolás Suquillo, de la institución, manifestó que todo bus pasa por la revisión que se realiza durante 24 horas. “Verificamos que las unidades salgan en óptimas condiciones (carrocería, neumáticos, parabrisas, los asientos) y que conductores tengan licencia de conducir vigente. Si el micro tiene alguna anomalía no se le da frecuencia hasta que la arregle”.

El agente precisó que en septiembre se impidió la salida de 240 buses y de estos 218 superaron el daño y levantaron la sanción. En cuanto a la revisión de puntos, aseveró que en el lugar no cuentan con el sistema para revisar la cantidad de puntos de cada conductor.

Klíder Campos, director de Operaciones y Seguridad de la Fundación Terminal Terrestre, explicó que diariamente salen unos 3.000 buses y “nosotros también realizamos una revisión documental y si una unidad no tiene los documentos al día se lo suspende hasta que regularice la situación”.

Agregó que le han exigido a las cooperativas que cumplan los protocolos de seguridad referente a las horas de manejo continuo. “Es compromiso de la operadora cumplirlo, es netamente responsabilidad de ellos. Las cooperativas son las contratantes de los choferes, quienes les hacen firmar un contrato de trabajo, de afiliarlos y garantizar que no trabajen más de las horas permitidas”.

Campos consideró que es necesario tener una conexión entre terminales para intercambiar información de quién sale y quién llega conduciendo o si ya tuvo otros recorridos. Además, para evitar que un bus que fue suspendido en un punto salga de otro sin problemas, no debería hacerlo en ninguno. “Deberíamos tener una base de datos donde podamos verificar la cantidad de puntos que tiene un chofer”.

Es importante la rehabilitación

Sandra Delgado, directiva de la Fundación Corazones en el Cielo (ayuda a víctimas de accidentes de tránsito), primero aclaró que no debería hablarse de accidentes de tránsito cuando es algo que puede prevenirse, sino de siniestros.

 Explicó que hay que enfocarse en la prevención, esto es enseñando desde niños a respetar la vida, instaurar desde los primeros años la educación vial. “Este es un problema de fondo y no de forma. No queremos sanciones con dinero, no meter la mano al bolsillo porque uno busca hasta pagar con tarjeta de crédito, sino al corazón para que todos puedan llegar a casa y abrazar a su familia completa”.

Asimismo afirmó que es importante rehabilitar a las personas que están implicadas en estos hechos. ¿Cómo? Delgado propuso que hay que enseñarles, hacerles exámenes psicológicos e involucrarlos en labores de rescate donde pueda palpar cómo sufren los heridos, cómo reaccionan los familiares al ver que uno de los suyos ha muerto por la irresponsabilidad de otro, sea peatón o conductor, por estar distraído o no respetar las leyes.

“No podemos responsabilizar solo a choferes”

Abel Gómez, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público del Ecuador (Fenacotip), manifestó que la responsabilidad no debe recaer solo en los choferes, cooperativas o peatones. “Aquí el gran responsable es el Estado, porque son sus organismos los que regulan, planifican, organizan la vialidad, en este caso el Ministerio de Transporte y Obras Públicas”.

También al Ministerio de Educación que,   dijo, ha tardado en agregar en el pénsum la educación vial y la Ley de Tránsito. “La mayor accidentabilidad está en los carros particulares y en la generación de 18 y 20 años por la inobservancia de las normas. ¿Por qué nos demoramos en enseñarles?”, cuestionó.

Gómez mencionó también al hecho de que se haya derogado la obligatoriedad de cursos para licencias no profesionales. “Todos los choferes tenemos la misma responsabilidad al conducir un vehículo que se convierte en un arma letal si es usado inadecuadamente”.

Añadió que realmente es problema de todos los ciudadanos, porque en el país hay una pésima cultura vial.

Gómez dijo que “debemos tener en el control de tránsito a gente que conozca del transporte para que pueda proyectar cambios a corto, mediano y largo plazo. Así se puede bajar la accidentabilidad”.

En la Fenacotip hay unos 12.000 buses en los que trabajan 18.000 choferes. “Nosotros no dejamos que nadie maneje sin puntos en la licencia y que ninguna operadora funcione irregularmente”, enfatizó. (I)

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