Bolt se puso la corona al cierre de la cita ecuménica
Usain Bolt puso las cosas en su sitio al ganar con Jamaica ayer el título del relevo 4x100 metros del Mundial de atletismo de Daegu, con récord del planeta incluido (37s04c), que se unió a su oro en 200 metros, poniendo fin a las dudas tras su descalificación en 100 metros.
El velocista jamaiquino de 25 años no había dado muestras de su poderío en las dos últimas temporadas aquejado de lesiones, por lo que su descalificación en la final de 100 metros, por una salida falsa, hizo crecer las dudas.
Pero Bolt se tomó cumplida revancha, primero ganando la prueba de 200 metros, con la cuarta mejor marca de todos los tiempos (19s40c) y ayer completando el doblete, siendo el último relevista jamaiquino en la conquista del oro.
“Simplemente corrí y fui lo más rápido que pude. Solo hicimos eso. Estoy orgulloso de mi equipo y estoy feliz conmigo mismo. Disfruté siendo el último relevista”, dijo en referencia a la última posta, que normalmente es de Asafa Powell, que se perdió el Mundial por lesión.
“Tenía algún problema con mi talón de Aquiles y no podía correr en la curva, por lo que decidimos que yo correría el último relevo”, añadió.
Jamaica y Bolt han ganado consecutivamente el oro en el relevo 4x100 metros en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y en los Mundiales de Berlín 2009 y Daegu 2011.
Bolt, que buscaba el triplete de títulos 100, 200 y 4x100, como había logrado en Beijing y Berlín, finalizó la competición con un doblete y sin haber sido derrotado sobre la pista, porque no estuvo en los 100 m.
Latinoamérica se destacó
El Mundial de Atletismo contó con varios protagonistas latinoamericanos, como la brasileña Fabiana Murer, primer oro de la historia de Brasil, los primeros medallistas colombianos (Luis Fernando López y Caterine Ibargüen) o el venezolano Eduar Villanueva.
El evento se clausuró con un balance de ocho medallas para Latinoamérica, de las cuales solo una fue dorada: la de Murer en el salto con garrocha, donde logró con 4,85 metros igualar el récord sudamericano.
Con ese éxito se confirmó como la sucesora en esta disciplina de la rusa Yelena Isinbayeva, uniendo este título mundial al aire libre al que ya consiguió en 2010 en sala, en Doha, lo que convierte a la sudamericana en la favorita al oro olímpico dentro de un año.
