Un acuerdo verbal entre el recientemente posesionado alcalde de Naranjito, Marco Onofre (PAIS) y trabajadores del Municipio de esa localidad permitió la semana pasada liberar la maquinaria del Cabildo que había sido embargada, no obstante el conflicto laboral persiste debido a una deuda que tiene por casi 10 años.

El pasado 15 de mayo, el nuevo alcalde llegó hasta las oficinas del Municipio y lo primero que encontró fue la sorpresa de que parte del equipo caminero para ejecutar obras viales, estaba embargado y encerrado en el canchón municipal.

La notificación de embargo llegó una semana antes, cuando todavía estaba en la Alcaldía Máximo Betancourt.

Al canchón llegaron el depositario judicial Joel Rendón Mora; el secretario general (e) del Comité Único de Obreros, José Oleas; y personal policial, para hacer cumplir la disposición del Ministerio de Relaciones Laborales.

La maquinaria afectada por la disposición estaba conformada por un rodillo, 3 volquetas, 2 motoniveladoras, 2 tanqueros, una soldadora lineal, un hidrocleaner y un tractor de oruga. Además se cerraron los talleres de mecánica automotriz y de soldadura.

Oleas manifestó que el conflicto se originó hace casi 10 años, cuando el entonces alcalde Betancourt, asumió la Alcaldía y debió cumplir con una disposición laboral de incrementar los sueldos a los trabajadores, pero se negó.

Esto devino en una serie de problemas y la deuda se fue acumulando. Oleas aseguró que la situación empeoró porque al no recibir respuesta de la autoridad los haberes adeudados se incrementaron, y por eso debieron recurrir al Ministerio de Relaciones Laborales para zanjar la situación.

“Esto tomó un buen tiempo, pero finalmente nos dieron la razón, pero aun así el exalcalde no nos quiso pagar”, sostuvo el dirigente.

Incluso recordó que el año pasado un grupo de obreros hizo huelga durante 6 meses (desde junio hasta noviembre) y permaneció en las afueras del edificio municipal.

Hasta el momento la deuda asciende a $ 1’586.000. Víctor Rojas, chofer del Municipio, sostuvo que hasta se adeudan algunas planillas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), desde 2005 hasta 2010, lo que agudiza el problema.

El embargo permaneció hasta el lunes pasado, cuando, luego del acuerdo entre la nueva autoridad y los obreros, decidieron previa orden judicial dejar libres las maquinarias para reanudar la obra pública que estaba pendiente.

La deuda asciende a más de $ 1.5 millones por haberes adeudados desde 2005.
El alcalde Onofre señaló que la noticia le había caído de sorpresa, pues apenas asumió el despacho se encontró con las bodegas cerradas, por lo que decidió iniciar diálogos para llegar a un acuerdo y poner fin al conflicto.

Respecto de los recursos para cubrir los haberes, indicó que hasta la semana pasada estaban revisando las cuentas municipales, la situación de los empleados y el estado de las oficinas, de tal forma que podrá evaluar las acciones prioritarias y ver, además, la forma de conseguir recursos para solucionar el conflicto laboral que heredó de la anterior administración.

El pasado 15 de mayo, mientras el Alcalde atendía a los diferentes encargados de los departamentos, afuera decenas de empleados y trabajadores esperaban impacientes alguna decisión sobre su estabilidad laboral.
Otro de los problemas que deberá atender el Municipio es el camal, ya que una de las herramientas para faenar las reses, previamente sacrificadas, está dañada desde hace varios meses y esto dificulta la tarea de los trabajadores en el tratamiento del producto.