La Corte del Segundo Circuito de Nueva York emitió ayer una notificación mediante la cual llama a audiencia para escuchar el reclamo  de indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana que, pese a sufrir la contaminación ambiental causada por  Texaco (Chevron), enfrentan una demanda implantada por la transnacional por supuesto fraude. Tal proceso  se tramita en el juzgado federal presidido por Lewis Kaplan.

El Segundo Circuito es una corte superior a la presidida por Kaplan, quien durante el trámite  de la demanda ha impedido a los ecuatorianos  víctimas del daño ambiental el debido proceso.

Kaplan actuaría así por pedido de la petrolera, que pretendería se  adoptase  una regla bajo la  cual se litigue en ese Tribunal: que los ecuatorianos y sus abogados no sean escuchados por un jurado respecto a la contaminación ambiental ni muestren  pruebas en lo referente a los intentos de soborno y otras presiones ejercidas por parte de Chevron dentro del juicio.

DATOS

La explotación antitécnica de petróleo por parte de Texaco-Chevron causó afectación a la flora, fauna, aire, agua y la salud de los miembros de cinco nacionalidades indígenas: Cofán, Siona, Secoya, Waorani y Kichwa, así como  a campesinos de Sucumbíos y Orellana.

En casi 28 años de actividades petroleras, Texaco (Chevron) perforó 342 pozos, 549 piscinas y registró 9 derrames de crudo.
Texaco operó en alrededor de 5 millones de hectáreas del nororiente amazónico, en donde -según estudios- se derramaron 16,8 millones de galones de petróleo en el ecosistema, más de 18,5 mil millones de galones de aguas tóxicas en los suelos y ríos, y fueron quemados al aire 235 mil millones de pies cúbicos de gas.

Los procedimientos de Texaco contaminaron el suelo, cursos naturales de agua; destruyeron la vida acuática, la vegetación natural y los cultivos. Incluso, el agua lluvia fue contaminada por la dispersión  al aire de  gases resultantes de la combustión de los rudimentarios mecherDe aceptarse tal petitorio, a decir de Pablo Fajardo, abogado de los afectados por Texaco (cuyas acciones adquirió Chevron en 2001), violaría normas fundamentales del derecho y los dejaría en la indefensión.

Tras la audiencia, a la que han sido citados los afectados, el Segundo Circuito decidirá sobre el pedido de las víctimas para que se ordene a Kaplan abstenerse de analizar la validez de las sentencias de las cortes ecuatorianas y su ejecutabilidad en el extranjero; además de la separación del citado juez del conocimiento del juicio promovido por la petrolera.

Este procedimiento es extraordinario, pero según los abogados de los afectados, el Segundo Circuito es una Corte muy prestigiosa.

Anoche, la agencia de noticias Reuters informó que la Corte había rechazado la recusación planteada por los ecuatorianos. La fuente citó a dos jueces de la Corte y a un abogado de los ecuatorianos. La información fue replicada por varios medios de comunicación. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no existía una confirmación oficial de la noticia.

Entre las pretensiones de la transnacional consta impedir a los ecuatorianos utilizar en su defensa temas vitales. Por ejemplo, aunque el juicio en Nueva York está relacionado con el litigio ambiental de Ecuador, no se podrán considerar estudios, pruebas, resultados de muestras, imágenes (fotos o video), tampoco los procedimientos antitécnicos de remediación ambiental y menos la manipulación de las pruebas por parte de los abogados de Chevron.

A decir de Fajardo, con este pedido Chevron demuestra que tiene miedo de que el jurado y la opinión pública conozcan el crimen real y los actos de corrupción que cometió en Ecuador durante un cuarto de siglo. Por eso, trata de impedir que hablen de temas vinculados al daño  en la selva amazónica, los sobornos a  exjueces como Alberto Guerra, los fraudes en inspecciones judiciales y las extorsiones a laboratorios, entre otros.

El llamado a audiencia de la Corte del Segundo Circuito de Nueva York ocurre luego de que el canciller, Ricardo Patiño, trasladó a la ONU sus denuncias sobre la campaña “difamatoria” emprendida por Chevron contra el Gobierno ecuatoriano. “Ninguna empresa puede estar por encima de la ley”, subrayó Patiño en el marco de la Asamblea General de la ONU, y planteó crear un mecanismo normativo para que las transnacionales respeten los derechos humanos y el medio ambiente.

Patiño destacó ante la ONU, el martes pasado, que “ninguna  empresa puede estar por encima de la ley”Martin Khor, director ejecutivo del Centro del Sur (organización intergubernamental de países en desarrollo con sede en Ginebra-Suiza), dijo que se solidarizaba con Ecuador “por la tragedia y contaminación que dejó la petrolera. Los Tratados de Inversión son la raíz del problema, tienen cláusulas peligrosas, muchas veces no las conocemos. Otro problema es que el sistema de arbitraje es muy corrupto, poco transparente y sin posibilidad de apelación”.

Khor destacó la iniciativa ecuatoriana de realizar en Guayaquil la Primera Conferencia de Países Afectados por las Transnacionales, de la cual dijo: “Es el comienzo de la lucha a la que muchos países se están sumando y a la que debe unirse la sociedad civil”.