Las obras inconclusas y la inseguridad son los problemas que enfrentan, diariamente, los moradores de las 7 etapas del plan habitacional Mucho Lote, impulsado por el Cabildo porteño, en el norte.

Los asaltos a transeúntes y domicilios es la principal queja que se escucha de los residentes de las etapas 5, 6 y 7. Ana Ávila, vecina de la etapa 6, denuncia que los estruches ocurren “a cualquier hora”.

Pese a que los patrullajes son regularmente, aclaran los moradores, parece que los delincuentes “conocen cómo, dónde y cuándo robar”.

En el mismo sector hay 2 terrenos baldíos (aproximadamente de 80 metros cuadrados) con un letrero de la Alcaldía de Guayaquil que informa sobre la construcción de un parque. No obstante, según los vecinos, la obra está paralizada hace 3 años.

El terreno, denuncian, es usado por personas que consumen drogas y cometen actos que atentan contra el pudor de los moradores.

Por todo eso, algunos de los vecinos, como en la etapa 7, colocaron rejas en varias peatonales.

Además, en algunas de las calles hay baches. Para remediar la situación se optó por rellenar los huecos con cascajo.

Manuel Morán, propietario de una tienda, indica que hasta las imperfecciones de la calle son aprovechadas por los delincuentes. Los vehículos, explica, disminuyen la velocidad para evitar accidentes. En el momento en que lo hacen “son interceptados y asaltados”.

En el resto de sectores (etapas 1, 2, 3 y 4), de acuerdo con los moradores, los estruches se presentan en menos cantidad.

Sin embargo, solicitan que se mejore la infraestructura de las calles y, también, de los espacios recreativos.

En la etapa 3, por ejemplo, hace 2 años el Municipio colocó un canal pluvial -de cerca de 20 metros de ancho por 400 de largo- que la mayor parte del tiempo genera malos olores, asegura Laura Aguilar, habitante del lugar.

La ciudadana explica que anteriormente había una zanja y zonas con maleza. “El agua se estancaba”.

Otros habitantes también comentan que el agua se empoza en algunos tramos del canal, lo que causa la proliferación de mosquitos. Se plantea que en el punto se coloque un ducto cajón y se construya un parque, como ya ocurrió en la etapa 4.

Sin embargo, el espacio recreativo presenta fallas en cuanto al drenaje de aguas en temporada invernal. El líquido demora en desfogar y permanece días estancado.

Fabiola Álvarez, habitante del sector, comenta que los juegos infantiles no se pueden utilizar por la presencia de los criaderos de mosquitos que se forman en los charcos. “Ya hemos enviado una solicitud al Cabildo, pero aún no responden”.

Entre las etapas 3, 4 y 5 los moradores, en cambio, han pedido a las autoridades que solucionen la falta de señalización en donde convergen los canales de Mucho Lote y Las Orquídeas (avenida 33 y calle 24 A).

La ausencia de control del tránsito genera embotellamientos en las horas pico. Juan Mendoza, de la etapa 5, manifiesta que la situación también representa riesgo para los peatones “cuando los carros pasan a alta velocidad”. Los discos de “pare” colocados en las intersecciones son irrespetados por los choferes.

Entre otras solicitudes de los moradores se encuentran la construcción de un centro de salud y escuelas fiscales.