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El Telégrafo
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El Teodoro Maldonado analiza la intervención

Usuarios esperan regulación en la entrega de medicinas

La casa de salud, que fue intervenida el lunes pasado por las autoridades del IESS, atendió con normalidad a los afiliados que llegaron a consultas. Foto: William Orellana / El Telégrafo
La casa de salud, que fue intervenida el lunes pasado por las autoridades del IESS, atendió con normalidad a los afiliados que llegaron a consultas. Foto: William Orellana / El Telégrafo
23 de enero de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

La atención médica a los usuarios continuó como de costumbre en el segundo día de la declaratoria de emergencia en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC), al sur de Guayaquil.

Aunque el acceso a la prensa estaba restringido por parte de las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el departamento de Relaciones Públicas de la casa de salud comunicó a EL TELÉGRAFO que a puerta cerrada se desarrollaban los procesos de análisis sobre la intervención.

Varios pacientes consultados en los exteriores del hospital manifestaron su anhelo de que las irregularidades encontradas en la institución sean solucionadas en el menor tiempo posible, como en el caso de la entrega de medicinas.

Israel Sánchez, de 25 años, sostuvo que ayer acudió a una cita en Medicina General y aunque “la atención siguió como en otros días”, no recibió todos los fármacos. “Me dieron solo una parte de la medicación porque no tenían toda. Me recetaron un polvo de vitaminas y complejo B para el hígado y la doctora me dijo que el resto me lo daba en 15 días, cuando vaya a otra consulta”, aseveró.

En cambio Jéssica Figueroa llegó desde Manta en compañía de su tío, Nicolás Quiroz, quien padece de un tipo de cáncer a la sangre conocido como policitemia vera.

Explicó que durante 5 meses no había la medicina hidroxiurea en la farmacia del hospital y que tampoco era vendida en otros locales.

A partir de la escasez, los médicos optaron por cambiar la dosis a fosfato de ruxolitinib, que ahora le es entregada cada mes.

Para Jorge Abarca el tema de la dotación gratuita de los fármacos ha significado un problema, por lo que ahora gasta el dinero de su jubilación en la compra de sildenafil.

Abarca señala que ese producto es necesario para combatir el padecimiento de Tromboembolismo Pulmonar (TEP), por lo que prefiere viajar a Perú para conseguir las pastillas a $ 4, es decir $ 6 menos de lo que se cotizan en el mercado ecuatoriano.

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