Letras iluminadas anuncian, en la avenida 9 de Octubre, el nombre de un popular cine comercial. Más de 15 personas esperan comprar una entrada para ver el más reciente filme de Hollywood. Cerca de ellos se forma una fila similar por el canguil y bebidas.  Pero hay los que pasan de largo los martes, porque van a la Casa de la Cultura. En el quinto piso está la Cinemateca, donde llegan 40 personas que quieren ver otro cine. La cita es a las 18:30.

La programación que allí ofrecen (la entrada cuesta $ 1) no se proyecta en los malls de la ciudad.  Jorge Suárez, crítico de cine de larga trayectoria, desde hace ocho años escoge una programación de filmes premiados en los Oscar y dirige el cineforo de la institución.

En la penúltima fila de asientos rojos, con la pierna cruzada, el cinéfilo guayaquileño analiza la cinta Anónimo (2011). El crítico y escritor cita al cineasta francés François Truffaut: “El cine, su historia, su pasado y su presente, se aprende en la cinemateca”.

La Alianza Francesa, en Hurtado 436 y José Mascote, es otra sala de cine no comercial. También los martes, allí se presenta un filme francés, de ficción o documental. El pequeño cuarto, con 100 sillas, también sirve para teatro y conciertos. Las 17 personas que asistieron a ver Rapattack (2002) superan los 40 años. La entrada es gratuita.

En el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN), en Luis Urdaneta 112 y General Córdova, se desarrolla un cine foro, el tercer jueves de cada mes, a las 11:30. Big Fish (2003), del director estadounidense Tim Burton, fue uno de los filmes que recientemente se mostró. Augusto Jijón y William Guzmán son los encargados del Cine Bibloteca del CEN. Su trabajo es mostrar al público una película adaptada desde la literatura. La entrada es gratuita.

Y si se trata de arte independiente, hay que nombrar al MAAC Cine. Este espacio, en la punta norte del Malecón 2000, es manejado por el Ministerio de Cultura. El miércoles allí se efectuó una maratón de cine ecuatoriano. El ingreso también es libre.