Las imágenes de los diarios y de la televisión nacional mostraron la semana pasada la forma como muertos y heridos, víctimas de la colisión de  dos buses de la Cooperativa  Coactur, fueron sacados por sitios improvisados.
Según el Reglamento Técnico Ecuatoriano INEN 038 “Bus Urbano”, que tiene por objetivo brindar seguridad a conductores y pasajeros, los colectivos deben contar con puertas de entrada y salida.  

El acceso a las puertas debe ser libre y no  estar bloqueado por asientos ni asideros intermedios.

Asimismo, los automotores deben de contar con ventanas para  salidas de emergencia. Deben haber dos del lado izquierdo (por no haber puertas) y una del lado derecho. Adicionalmente el parabrisas posterior debe ser habilitado como vía de evacuación.  

Durante un día, este diario  realizó una observación aleatoria, a varios buses que transitan por diferentes rutas de la ciudad, para comprobar el cumplimiento de dicha norma y en la investigación comprobó que  algunos vehículos cuentan con puertas de entrada y de salida, pero  las aberturas posteriores están obstaculizadas por asientos, o no funcionan porque el cable de aire que las abre está dañado.        

Cooperativa Atahualpa, línea 21, disco 166

09:00 del día jueves. Circula la línea 21, de la Cooperativa Atahualpa, por las calles Aguirre y Rumichaca. Este bus, conducido  por Luis Freire, sigue una ruta que comprende Socio Vivienda, Nueva Prosperina, La Florida, Martha Roldós, avenida Juan Tanca Marengo...

El chofer, quien desde hace 11 años transporta pasajeros en ese colectivo, recoge usuarios en la parada del Mall del Sol, por el Estadio Modelo y por Dicentro. Freire se considera responsable porque prefiere perder tiempo en vez de muchas vidas, aunque en una ocasión  lo multaron con $ 20 por llevar un pasajero en la puerta.

El carro que maneja cuenta con una puerta de entrada y otra de salida (la última deshabilitada porque  está tapada por asientos) y  tres ventanas con stickers que indican que son de emergencia. En el piso, junto a él, asoma  un  extintor.

Aunque no es visible, Freire asegura que tiene un botiquín guardado en un  compartimento  y señala que hasta el momento no se ha presentado ningún accidente que amerite el uso de este elemento. 

Sin decir más, Freire se despide en la avenida Juan Tanca Marengo,  y continúa su vuelta sin problemas.

Cooperativa José Joaquín de Olmedo, línea 90, disco 0375

A las  10:00, el chofer  Darwin Viteri llega con su bus de  la línea 90 a la terminal terrestre.  Su aspecto es relajado y mantiene la concentración en las calles. El colectivo tiene puertas de entrada y  de salida.

Sin embargo, esta última también se encuentra obstaculizada por asientos que han sido habilitados para conseguir más pasajeros. De acuerdo con Viteri “en todos los buses ocurre lo mismo. Si no me lo piden en la revisión no habilitaré la segunda puerta”.

El bus tiene  botiquín, extintor, dos ventanas de emergencia y dos ventoleras en el techo, pero Viteri recuerda, mientras sonríe, que la única vez que usó las ventolera fue  cuando olvidó  las llaves.

Cooperativa Maranatha, línea 88, disco 20

Cerca de las 11:00,  la línea 88 se detiene por el Ministerio del Litoral. José Tomalá se muestra amable y ruiseño. Sin problemas muestra con el dedo el extintor, el botiquín y la  ventolera. Pero le falta la segunda puerta, la  de salida.      

José maneja a  60 kilómetros por hora y sigue con su recorrido por la cuarta  etapa de la Alborada, donde deja y recoge pasajeros.

Cooperativa Nueva Unión, línea 8

El peor de los carros es el de Fausto Vargas, quien maneja tranquilo por  Clemente Ballén y Tungurahua. El bus no tiene puerta de salida ni ventanas de emergencia,  ni extintor ni botiquín.  Vargas  aduce que le robaron hace dos domingos y que como le dañaron el botiquín tuvo que sacarlo.  

Este medio intentó conversar con la Comisión de Tránsito del Ecuador sobre los controles, pero no obtuvo ninguna respuesta.