Letreros que indican la construcción de una ciclovía y un “traslado responsable de árboles” son los indicadores de una obra ejecutada por el Municipio de Samborondón en el camino hacia Buijo Histórico, a la altura del km 10 de la vía que conduce al mencionado cantón.   

Los trabajos, a cargo de la constructora GAGA, se ejecutan desde marzo pasado en un tramo de aproximadamente 12 km.

Sin embargo, en septiembre pasado, los habitantes de Samborondón Ciudad Celeste-Buijo Histórico, se percataron de que se realizaba una poda masiva de aproximadamente 165 árboles del lado de uno de los carriles de la zona con el objetivo de trasladarlos.

La técnica implementada es cuestionable y una ciclovía bien podría ser construida alrededor de los árboles, afirmó Daniela Bermeo, activista por los derechos humanos y ambientales y representante de la fundación Red de Proyectos Especiales, con sede en Guayaquil.

La situación promovida por el Cabildo samborondeño motivó a la ciudadana a acudir al Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) para conformar una veeduría.

La gestión resulta un hecho sin precedentes para esta dependencia, según su titular, Billy Navarrete, y la sustentó en que la “naturaleza está protegida bajo derechos constitucionales”.  

La inconformidad de los habitantes fue inicialmente manifestada a Efrén Muñoz, representante del Departamento de Ambiente municipal, quien indicó que se contaba con un certificado que se había obtenido de manera automatizada del Sistema Único de Información Ambiental (SUIA) del Ministerio del Ambiente (MAE).

Los trabajos fueron temporalmente suspendidos mientras la cartera de Estado inspeccionó el sitio y elaboró el respectivo informe. Finalmente, se autorizó el traslado de los árboles.

Convocatoria municipal

Se determinó que el procedimiento que se está dando para mover a 85 acacias amarillas, 71 samanes, 5 guachapelíes, 2 niguitos, 1 eucalipto y 1 algarrobo es el correcto.

El MAE explicó que la distancia de movilización de los árboles es mínima y el suelo es el mismo, lo que podrá garantizar entre el 80 y el 90% de supervivencia.

Muñoz informó que el proyecto cuenta con los estudios de impacto ambiental y que en agosto de este año hubo una convocatoria para socializar la obra.

Sin embargo, Bermeo manifestó  que no se consultó a las familias cercanas a la obra y cuestionó que tampoco se haya facilitado toda la información requerida por la veeduría.

La convocatoria realizada por el Municipio, afirma, fue a través de los administradores de las diferentes ciudadelas, “pero se debió haber realizado una consulta a las 5.000 o más familias que habitan en la zona”.

DATOS

Actualización de información: ”Existe un inventario de árboles que indica que serán 165 los que se trasplantarán, pero trabajadores de la obra afirman que serán cerca de 400 árboles”.
Disponibilidad de Plan de Manejo Ambiental: “Que un técnico del Ministerio del Ambiente emita un reporte de cómo se está realizando el trasplante de árboles”.  

Atención a recomendaciones: “Se solicita al GAD Samborondón respuesta a las observaciones emitidas por la secretaria de Gestión de Riesgos, Dra. María del Pilar Cornejo Grunauer, y la estrategia para salvaguardar la integridad física de las personas”.      

Aclaraciones: “Responder a la Organización Árboles sin Fronteras en relación a las observaciones realizadas respecto al procedimiento y la transparencia”.        Al mencionado encuentro, efectuado en el Buijo Histórico, habrían asistido aproximadamente 30 personas. De acuerdo con el artículo 398 de la Constitución de la República del Ecuador toda “decisión Estatal que pueda afectar al Ambiente deberá ser consultada a la comunidad a la cual se la informará amplia y oportunamente”. La mayor preocupación es que exista una afectación a la fauna de la zona, que incluye búhos, gavilanes, zarigüeyas, entre otras especies.  

Durante un recorrido realizado por un equipo de EL TELÉGRAFO se constató que a pocos metros del sitio donde se efectúa la obra hay una zanja en donde vuelan garzas, gavilanes, entre otras aves.    

En la primera quincena de septiembre pasado, Bermeo conversó con el alcalde José Yúnez. Según la activista de DD.HH., el burgomaestre le comentó que en el proceso de traspaso de las plantas “no había garantía de que sobrevivan”.

La veeduría ciudadana ha solicitado la intervención de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) y la Prefectura del Guayas. Además, ha colocado una denuncia en la Defensoría del Pueblo para que se haga un seguimiento de la situación.   

Según el oficio 4423-DPGA-GPG-201 de la Dirección de Gestión Ambiental de la Prefectura, se estableció que en el proceso de obtención del certificado ambiental “se ha omitido información y por tanto existen aspectos e impactos ambientales que no se han tomado en consideración, como es la poda y trasplante de árboles”.  

El documento fue entregado a la coordinación zonal 5 del MAE, el 27 de octubre último. Es decir, casi 3 semanas después de que la cartera de Estado emitiera un informe favorable a la gestión municipal.    

Por su parte, la SGR recomendó la inclusión de la limpieza de la zanja colindante a la obra y que esta sea aprovechada para corregir potenciales problemas de inundación en la zona.      

Mientras que Bermeo documentó en video que maquinaria pesada procedía a cortar las cepas alrededor de los árboles para luego agarrarlos con un cable y levantarlos desde las raíces. Las especies se trasplantaban al centro del parterre “no necesariamente al frente de donde se las había sacado”.    

Este Diario intentó contactar con el contratista responsable de la obra en el lugar de los trabajos, pero no pudo ser localizado. Tampoco se pudo contactar, hasta el cierre de esta edición, con el Departamento de Ambiente del Municipio de Samborondón. (I)