Miller Castillo ha convertido un objetivo grupal en un reto personal. Salvar el Manta FC del descenso se ha vuelto una prioridad para este delantero, de 27 años, cuyo aporte para lograrlo son sus goles. Hasta el momento suma 11 tantos en 34 partidos y se ubica en el octavo lugar de la tabla de ‘artilleros’ del torneo nacional.        

El presidente de la comisión de fútbol del cuadro ‘atunero’, Roberth Vélez, resalta la entrega profesional de Miller, aunque concluye que la posición en la que lo ubicaban los exentrenadores Juan Manuel Llop y Armando Osma no era la precisa.

“Ponerlo como 9 de área no era lo adecuado y el sistema de juego que aplicaban no le favorecía. Pero el actual entrenador, Jorge Alfonso, con más visión y con su sistema de 1-4-1-4-1, permite que sus volantes ofensivos se paren de una manera que se mueva mucho adelante. Se ve movilidad. No es sistema rígido sino flexible”, analizó.   

Al delantero, nacido en Limones (Esmeraldas), le inquieta la ideal del descenso. Es su primera temporada en el club manabita y no quiere ser uno de los protagonistas de esa ‘pesadilla’. “Me dijeron que había la posibilidad de venir a la ciudad,  la directiva se contactó, hablamos y llegamos a un acuerdo. Yo estaba de vacaciones en México de donde es mi esposa y mis dos hijos”, contó Castillo esta semana a EL TELÉGRAF0, luego de una práctica en el complejo deportivo del club.   

El equipo celeste lo había pretendido en 2010. Francisco Gómez Portocarrero, jugador de ese entonces, le sugirió que aceptara la propuesta, porque es una ciudad agradable y la directiva le da un trato especial a los futbolistas. “Quería venir pero como se ganaba menos con relación a México, no vine”.

En 2006, Miller dejó Ecuador para vincularse al fútbol azteca. En México vivió 5 años. Antes no había mostrado su juego en Ecuador. Solo lo conocían los seguidores del fútbol de segunda categoría. Empezó en la escuela de fútbol de Otto Morcillo y Duffer Alman en Guayaquil. Se vinculó por primera vez al equipo de ascenso llamado Espol, en el que estuvo seis meses. Después de esa experiencia pasó al Norteamérica.

Con la selección Sub-20 de Ecuador pisó suelo mexicano, colombiano y panameño. “Ese fue el trampolín para ir a México”. Antes le habían negado la visa por dos ocasiones, pero con la ‘Tri’ pudo finalmente obtenerla.   

Quien descubrió el talento en el juego del futbolista atunero fue Ítalo Estupiñán. Lo observó cuando se probaba en la Sub-20 de Emelec. “Él me llevó a México, directo al Toluca el 24 de diciembre de 2006. Desde allí firmé. No jugué una temporada porque ya tenían completa la cuota de jugadores foráneos, pero me dediqué a entrenar en dicho club”, indicó.

Para aprovechar el tiempo la dirigencia lo llevó a la filial del club,  Atlético Mexiquense, que es de ascenso. “Estuve cinco temporadas en el ascenso, pasé al Lobos Buap de Puebla. Permanecí dos temporadas”. Lo pretendió el Houston Dynamo de Estados Unidos, pero no arregló  por desacuerdos económicos. Después  viajó a Uruguay para vincularse al Peñarol, donde jugó en el equipo de  reservas ocho meses.

Miller recordó que en México no mostró su mejor nivel en primera división como le hubiese gustado.  “Creo que di todo. Soy ambicioso en ese sentido, siempre quiero más y sé que pude dar más. Llevo esa espinita de que algún día regresaré a México a jugar primera, hacer las cosas bien y escribir mi nombre con letras grandes”.

En el país azteca siempre conversaba con Estupiñán, era su guía. “Tuve la fortuna de que me presentara al ‘Chucho’ Benítez en uno de los partidos que el Santos Laguna midió al Toluca. Allá hablaba con jugadores como Michael Arroyo, que estaba en el San Luis, con Jaime Ayoví con quien nos conocemos desde pequeños. Estuvimos en la escuela Ecuatorianos Juniors”, comentó.

En México hizo pocos goles. No obstante, en el último equipo, los Lobos de la Buap, marcó 7, por lo que pasó a Uruguay.    
Llega a Ecuador

Su nombre se hizo familiar en Ecuador en 2012, cuando se puso la camiseta del Deportivo Cuenca, donde permaneció hasta junio de 2013. Pero también militó en el Técnico Universitario.   

 Clubes de Israel también lo tentaban, pero nuevamente el tema económico lo hizo retroceder. Es así que luego llegó un 14 de febrero a Manta. Se enamoró de la ciudad que conocía por primera vez. En Manta comparte mucho con su familia que lo acompaña y lo alienta desde las gradas. Aseguró que en su casa se saborea la gastronomía mexicana, la manabita y la esmeraldeña.  

El gol que más le ha gustado fue uno que le marcó a Liga de Quito. “No importa que haya sido de penalti,  pero empatamos. Era un partido que iba ganando el club 1-0, en 10 minutos los ‘albos’ dieron vuelta al marcador 3-1 y lo terminamos por alcanzar”.        

El futbolista tiene la mentalidad puesta en el presente. Por el momento no ha tenido acercamiento  con la directiva para renovar su contrato. Aunque en estos días se ha especulado que lo pretenden Aucas y El Nacional.

“No tengo en mente otros equipos sino salvar la categoría. Luego nos sentaremos a conversar con quien se acerque”, explicó.

Este esmeraldeño ha sabido aprovechar el juego aéreo, “creo que no hay quién me gane”. Una de las cosas que quiere corregir es ser más tranquilo a la hora de definir.

A Miller Castillo le gusta la lectura. Uno de los libros que más le atrajo es ‘En busca de la felicidad’, de Chris Gardner, una historia de superación que luego fue llevada al cine y protagonizada por Will Smith. Lo recomienda.  

El asistente de relaciones públicas del club, Cristian Pico, aseguró que Miller es una excelente persona, bastante atento y tiene un buen juego, que puede desempeñarse como volante o delantero.

Ramón Macías, integrante del cuerpo técnico, señaló que el jugador es un buen profesional. “Es un buen prospecto para el país”.

El dirigente Robert Vélez expresó que del futuro del jugador como de los otros no lo han conversado, primero están pendientes de defender la categoría. “Luego comenzaremos a planificar 2015”.

Datos

Miller Castillo nació en Limones (Esmeraldas) el 1 de septiembre de 1987. Es apodado ‘El Toro’ por su fuerza y potencia en el área contraria.  

Juega fútbol profesional desde 2004, cuando disputó el campeonato de segunda categoría con ESPOL. Luego jugó en Norteamérica, Atlético Mexiquense (México), Lobos de la BUAP (México), Deportivo Cuenca y Técnico Universitario.

El Manta visitará mañana (16:00) a Emelec en el estadio Capwell. El cuadro manabita necesita ganar el partido, ya que está en zona de descenso. Es último en la tabla acumulada con 40 puntos.

Delante del Manta en la acumulada se encuentran Olmedo con 41 unidades y Deportivo Quito, 42. Las tres fechas restantes son decisivas para los tres clubes.